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Emma iba caminando por los solitarios pasillos que conducían a las gradas del campo de Brown con una hermosa sonrisa. Llevaba entre sus manos el diario Local, en su bolso una grabación en una cinta y la clave para abrir la puerta del cuarto de control de audio en el bolsillo de su abrigo. Tenía todo listo, con la ayuda de Clement, este sería el final de la "Señorita Taylor".

¡Como odiaba a su prima!, como le molestaba que todos la trataran como si fuera una reina. Y ella se vanagloriaba de eso, trataba a todos como si fueran sus sirvientes. Nadie valía la pena, todos eran como títeres a los que controlaba con su dinero...

Pero eso iba a acabar ese mismo día...

Dio la vuelta en el pasillo para llegar hasta las escaleras que le llevarían hasta piso donde estaba el cuarto de controles. Pero al hacerlo casi se golpea con una persona que daba también la vuelta pero en dirección contraria.

—¿Emma?

—¿Taylor?

Las dos chicas se miraron confundidas. Se suponía que Taylor debería estar ya en el campo con el resto de las porristas. ¿Por qué aparecía por los pasillos?

Taylor sonrió al ver a su prima parada en el corredor que la llevaría a las gradas.

—Llegaste tarde – dijo en tono recriminatorio.

—Por lo menos vine querida prima – dijo Emma recuperándose de la sorpresa al verla – ¿No deberías estar ya con tus "amigas"? – dijo tratando de averiguar que hacía en ese pasillo.

—Lo sé, pero no podía permitir que Harry y Niall se vieran sin que yo hiciera algo al respecto – dijo de forma maliciosa viendo como Emma abría los ojos por la sorpresa – Vengo de los vestidores de los visitantes, he tenido una charlita con Harry y le he insinuado que puedo quedar embarazada de Niall en unos meses. Así no le caerá de sorpresa – dijo riendo.

—¿No te parece ya demasiado? – dijo Emma molesta.

—¡No! – Dijo de forma efusiva – nunca será suficiente. Harry Styles debe desaparecer para siempre de los pensamientos de Niall.

—Pero ¿por qué atacas a Harry? ¡Deberías hacer algo con Niall! – dijo igualmente efusiva Emma.

—Primero elimino a la competencia. Niall es cosa aparte. Con los análisis de embarazo positivos, lo tengo en la palma de mi mano.

—No confíes tanto en tu suerte – dijo Emma sonriendo caminando rumbo a las escaleras.

—Qué quieres decir con eso Emma? – dijo Taylor volteando para verla – ¿No iras a delatarme verdad? Recuerda que soy capaz de hacerte la vida un infierno si llegaras a hacerlo – Emma volteó a verla con una sonrisa.

—Yo sé que lo eres...- Taylor se dio la vuelta satisfecha con la respuesta de Emma.

Pero Emma no siguió hasta las gradas, al llegar hasta las escaleras subió y camino hasta la puerta del control de audio. Metió la mano en su bolsillo y sacó el papel en el que Niall le había anotado la clave de acceso al mismo.

Se dispuso a teclearlos en el orden en el que el capitán del equipo de su universidad se los había dado. Y en pocos segundos, el código de color rojo que indicaba que la puerta estaba cerrada, cambio a verde permitiéndole entrar.

—Yo sé que serías capaz de hacerme la vida un infierno Taylor, pero por nada del mundo pienso perderme tu cara cuando veas y oigas todo lo que te tengo preparado.

La puerta se cerró detrás de ella. Tenía que tener listo todo para la fiesta que estaba preparando en honor a Taylor. Había que ajustar unos detalles, esperar a que llegara una persona más y que el payaso hiciera su arribo a la plaza central. En una hora... En una hora vería recompensada con la cara de Taylor, todos los años que le había tratado mal.


Amor en juego || Narry y ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora