Todavía no amanecía del todo cuando Harry abandonó el departamento y se encaminó a casa de Louis. Como le hubiera gustado despertar en brazos de Niall y esperar hasta que él despertara para sonreírle y darle las gracias, pero no podía hacerlo, tenía que pasar por su hermana para llevarla a casa y tener el tiempo suficiente de arreglarse para ir a la universidad.
Aun podía sentir el calor de la piel de Niall sobre sus hombros, el aroma de su cuerpo en su nariz y el suave latido de su corazón al haber descansado sobre su fuerte pecho. Cuanto deseaba volverlo a repetir, pero sabía que eso no ocurriría. Niall no era gay y tarde o temprano terminaría con alguna chica. Mientras el seguiría sufriendo las palizas de su padre hasta no salir de su casa. No quería ni pensar en lo que les diría su padre al llegar...
Tocó a la puerta de aquella casa esperando a que alguien le abriera. Segundos después volvió a tocar al no recibir respuesta. Después de golpear una docena de veces escuchó una voz somnolienta que le avisaba que ya iban.
— ¡Por Dios Harold son las 5:30 de la mañana! – dijo Louis con enfado dejando que pasara – ¿Qué hora es esta de venir a despertar gente?
—Te dije que vendría temprano por mi hermana – respondió viéndolo fijamente –¿Dónde está?
—En la recamara – dijo Louis apuntando hacía la habitación que tenía la puerta cerrada – Un momento, no me pongas esa cara, ¡yo no dormí con tu hermana!, me quedé incómodamente en el sillón – dijo Louis al ver la cara de sorpresa de Harry.
—Si claro – dijo incrédulo.
—¡Créeme!
—Yo no he dicho que no te crea – afirmó Harry – pero se me hace extraño verte aun con la ropa de ayer y totalmente manchada de maquillaje. – Pero luego sonrió de forma picara – ¿O es que te gusta pintarte y no nos lo habías dicho?
—¡Cállate! – dijo Louis cruzando los brazos y desviando la mirada.
—Ay lou, confió en ti y si Eleanor vino contigo es que también confía en ti. – dijo Harry sonriendo, haciendo que Louis volteara a verlo sorprendido.
—¿Lo crees? – dijo sin poder creer en las palabras de Harry.
—Por supuesto. Si ella no confiara en ti, ni loca hubiera venido. Pensé que se odiaban por la forma en la que se pelean, pero ahora me doy cuenta de que no es así.
—Harry... - la voz de Eleanor en el umbral de la puerta les hizo voltear – Sabía que eras tú – dijo sonriendo la morena que ya se encontraba vestida.
—Eleanor – dijo acercándose a su hermana para abrazarla. El moretón en su ojo se había tornado morado, pero no estaba demasiado hinchado.
—Tenemos que ir a casa – dijo en un susurro, ella solo asintió – entonces pongámonos en marcha.
—Pero Harry papá preguntará donde estuve y... - dijo Eleanor separándose un poco para ver a su hermano a los ojos.
—Tú y yo pasamos la noche en casa de un amigo. ¿Entendido? – dijo sonriendo a su hermana, quien sonrió en respuesta.
—¿Quieres esto? – dijo Louis tendiéndole unos lentes oscuros a Eleanor.
—Gracias – dijo Eleanor al tomarlos – No sabía que pudieras ser tan amable – dijo sonriendo.
—¿Amable yo? No te hagas ilusiones molestia, solo te hago un favor – dijo Louis cruzándose de brazos. Eleanor sonrió aún más ampliamente.
—Pues no fue el favor completo. ¿Qué pensarían tus amigos si se enteraran?
