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El ruido ensordecedor de la imprenta se podía escuchar por todo el edificio. No cabía duda que el diario escolar de Brown contaba con todos los avances tecnológicos que el dinero podía dar.

Las enormes bandas de hule llevaban el papel que sería usado para la impresión del diario. Las grandes bobinas de papel circulaban dando el material necesario para la impresión. Si una sola de esas bobinas se atoraba, tenían que esperar 30 minutos para volver a echarlas a andar. Si esto fuera un diario de circulación nacional, eso costaría una fortuna y podía causar el retraso de la salida del diario hasta por varias horas, pero como este solo era un pequeño diario escolar, se podían dar el lujo de detenerlas por horas sin que causara mayores problemas.

Ahora estaban trabajando, las filminas utilizadas para imprimir la noticia eran puestas en las enormes maquinas copiadoras repletas de tinta. El formato del periódico era señalado y después de eso, solo bastaba con esperar que las maquinas copiaran el diario en el papel y lo cortaran. La misma máquina lo ponía a secar en grandes ganchos que cruzaban por completo el cielo del aquel edificio y en pocos minutos el periódico ya era doblado por secciones, acomodado y encintado para ser distribuido en las diferentes universidades.

Apenas iba cruzando por el pasillo principal, cuando el sonido se detuvo y las luces se apagaron. ¿Se había ido la luz? No, al parecer solo el trabajo del día había llegado a su fin.

En una de las oficinas de prensa, un chico rubio estaba desesperado, pero estaba esperando a la persona que le había proporcionado mucha información. Estaba en la obligación de esperarla y aunque quisiera irse no podía hacerlo hasta que ella llegara.

Le dolía la cabeza y no solo la cabeza, también le dolían los dedos de tanto teclear. Tenía mucha hambre y se estaba cayendo de sueño. Había llegado desde la noche anterior y se había sentado frente a la computadora a escribir lo que sería un gran artículo. Era una lástima que no hubiera grabado la conversación con Connor Low, pero estaba tan sumido en lo que contaba el novelista, que lo olvidó por completo.

Ahora sabía el motivo del enojo de los coachs... Era una historia terrible. Había escrito el artículo, pero estaba indeciso en sacarlo o no. Había presionado sobre la tecla del Mouse el botón derecho y no sabía si presionar "delete" para deshacerse de él. Si lo sacaba a la luz, este podía tener implicaciones policíacas porque era demasiado terrible lo que esa persona había provocado. Además, solo tenía la palabra del novelista, no creía poder encontrar ninguna prueba que le respaldara, ¿y si era acusado de difamación? Además Low podía terminar en la cárcel debido a lo que había hecho diez años atrás.

No, definitivamente no podía sacarlo a la luz pública... Además el trabajo de imprenta de ese día ya había terminado sin que se hubiera decidido.

Canceló la ventana que le mostraba el Mouse y volvió a releer el artículo por cuarta ocasión. Si lo sacaba, sería el mejor artículo que hubiera publicado, pero estaría corriendo muchos riesgos. ¿Qué hacer?

Se levantó del escritorio y caminó hasta el librero. Buscó con la mirada el título de un libro que había comprado y leído hace poco, cuando lo localizó lo tomó entre sus manos y comenzó a buscar uno de los capítulos.

"Y con sangre fría me entregó un sobre repleto de dinero... Era demasiado pobre como para no aceptarlo. Ya me habían dicho que debido a mi lesión en la rodilla era imposible que aspirara a un puesto en algún equipo profesional. Mis calificaciones no eran tan buenas como debían ser, no iba a graduarme ese año. Prácticamente me estaba muriendo de hambre... Lo tomé entre mis manos y me dispuse a escuchar sus instrucciones..."

"Drogarlos, tomarla y dejar las huellas del acto en su cama..."

"Laura era la más perversa de las mujeres que hubiera conocido. Bella era la más pura y yo estaba enamorado de ella. Ojalá hubiera podido decirle lo que sentía, pero ella amaba a Peter, mi mejor amigo desde que entramos a la universidad."

Amor en juego || Narry y ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora