En una de las oficinas del estadio, uno de los coach se había separado de la celebración de su equipo. No habían hecho un mal papel, todo lo contrario, un segundo lugar no era del todo malo. Pero él tenía cosas que hacer de momento y no podía celebrar con el resto de los chicos.
Había entrado a la enfermería con su celular y daba indicaciones precisas de lo que deseaba.
—Ella estará llegando el domingo a las seis de la tarde, debido a la diferencia de horario. Espero que vayas a recibirla al aeropuerto y la lleves de inmediato a la residencia donde se quedara... No, ella no obtuvo su acreditación de estos cursos, por lo que deberá cursar la carrera desde el inicio, ya te mandaré por fax lo que me pediste... Créeme, es lo mejor para ella... Ya te indiqué cuál será su mensualidad. No deberás darle un solo euro más. Ella es muy difícil, puede que te grite y te amenace para que le des más dinero. No lo hagas, solo yo podría despedirte y no lo haré... Otra cosa, deberás obligarla a hacerse sus propias cosas. No es demasiado que haga su cuarto y lave su ropa, ¿verdad?... Sí, sé que ustedes tienen suficientes sirvientes para atenderla, pero este no es un premio a su conducta, ¡es un castigo!... Si no hace lo que le pides, deberás rebajar de su mensualidad un porcentaje de euros para pagar a quienes hagan sus tareas domésticas. Cree me terminara por hacer lo que debe, si no, se quedará sin dinero. También rebajaras euros si no te presenta sus tareas. Estas encargada de revisar todas y cada una de ellas y de asegurarte de que asista a clases... Sé que al final mi hermana entenderá y corregirá su camino... Muchas gracias por todo, me mantendré en contacto contigo.
Piers cerró el celular de forma triste. Se había topado con Emma y esta le había informado que Taylor aceptaba el trato y que en esos momentos seguramente ya estaba en la mansión preparando las maletas. Eso significaba que se iría a París a terminar su carrera. Pero irse a París huyendo de todo lo que había hecho no sería un premio, debía obligar a su hermana a conducirse por el buen camino, y estaba seguro que con las medidas que estaba tomando lo lograría. Dejó vagar su vista por la enfermería, allí estaba el equipo de Niall. Sonrió para sí mismo y suspiro.
— Más vale que lleve el equipo de Niall a Brown.
—¿Entonces tenía razón y si tuviste algo que ver con la desaparición de mi jugador?...
Esa voz tan conocida lo sorprendió a sus espaldas y le hizo voltear de forma inmediata. Allí en el marco de la enfermería, Simon le observaba con una sonrisa en los labios.
— Esto fue idea de Niall– contestó Piers con igual sonrisa – me pidió que mandara a Harry a la enfermería y que sacara al médico de aquí. Jamás pensé que no regresaría al juego – Simon sonrió de forma más amplia y se despegó del marco de la puerta haciendo que la puerta se cerrara detrás de él.
—Perdona, Piers... - dijo Simon viéndolo fijamente.
—¿Perdón? ¿Por qué pides perdón?
—Por qué siempre tuviste la razón... Y yo estaba tan ciego que nunca lo vi – Piers se extrañó aún más al ver la actitud del coach de Brown.
—Creo que ganar el campeonato de este año te ha afectado un poco...
—No, Piers – dijo de forma tranquila sacudiendo la cabeza en negativa – lo que me afectó fue conocer la verdad de lo que paso hace diez años...
—¿Lo... Lo sabes? – Simon solo asintió con una sonrisa – Pero Connor se fue y Lauren desapareció... ¿Cómo es que lo sabes? – Simon metió la mano a la bolsa de su chaqueta y obtuvo de ella un pequeño libro.
—Nuestra historia – dijo Simon – pude comprobarla con Lauren antes de hacerla renunciar.
—Tú...
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