CAPÍTULO 6: Ni nada ni nadie

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Estábamos a punto de llegar a la playa, Lucas Chris y yo en los tres asientos de atrás del coche, y Jose y Lucía, sus padres, delante. Jose era el que iba conduciendo, mientras conducía iban preguntándome varias cosas, un poco de todo, que tal el colegio, bla bla bla, a pesar de intimidarme un poco, son muy simpáticos.
Por fin llegamos a la playa, y ayudando a coger la sombrilla nos colocamos en la arena.
Empezamos a quitarnos la ropa, y yo fui la primera de todos en meterme al agua, de ahy me siguió Christian, mientras sus padres y Lucas estaban tomando el sol.
-¡Quería tirarte yo al agua jo! -exclamó Chris poniendo cara triste.
-¡Mala suerte! -añadí tirandole agua.
Él me siguió el juego hasta acabar abrazados en el agua.
-¿Traigo la cámara de agua?-me preguntó.
-¡¿Tienes?!
-Ajá, espérame aquí.
Fue a buscar la cámara y yo mientras tanto empecé a bucear, cuando llegó enseguida nos hicimos una foto.
-¡Va debajo del agua! -insistí yo, y sin dejarle hablar le di un beso y nos sumerjimos debajo del agua.
-¡Ostia que chula! La pondré como foto de perfil de whatsapp.-dijo Chris.
Que tierno por favor.
-Uf, yo voy a salir del agua que quiero tomar el sol un rato. -le dije mientras iba yendome hacía la orilla.
-¿Mi negra quiere volverse más negra aún? -me preguntó mientras me cogió del brazo para impedir que me fuese.
-¿Eres daltónico no? Soy blanca como la leche jaja. -dije riendo mientras le miraba mal.
-Pues así me gustas. -me respondió.
Pasaron las horas y decidimos volver a casa, esa tarde Chris y yo no podíamos quedar ya que tenía que ir al hospital a ver a su prima que había nacido hoy. Al llegar a casa, empecé a chatear con Paula para ver que tal estaba con lo de Alex, pero no contestaba. Después de diez minutos por fin contestó y empezó a decirme que ella y Alex habían terminado.
"¿Como?" le pregunté, "Yo ya paso, para estar con alguien que a penas te quiere ver..." respondió ella.
Fue ella la que decidió ponerle un punto y final a su historia, y estaba completamente decidida a que ni el ni nadie le iba a cambiar de opinión.
"En verdad has echo bien, ya se arrepentirá" escribí, "Por muy arrepentido que esté no voy a volver con él, quiero conocer a más gente..."me respondió.
"Pf como quisiera estar contigo ahora " le dije, "Y yo que estuvieses aquí " respondió.
"¿Cuando podrías venir para Barcelona a ver a tus tíos? " le pregunté, "En semana santa" respondió.
Bueno, solo faltaban cuatro meses para verla...Mejor eso que no verla nunca más.
Decidí llamarla para poder hablar mejor y continuamos hablando.
-¿Vendrás seguro?-le pregunté.
-Ajá.
-Bueno, menos mal, por que te echo de menos.
-Yo también, no sabes lo que es no tener a nadie que te console, nadie que te haga reir en este momento...-añadió mientras rompía a llorar.
-Eh, no llores...La distancia no va a impedir que pueda hacer eso¿vale? Ni nada ni nadie va a reemplazarte nunca. Eres mi mejor amiga tía, si te tengo a ti me sobran todos los demás. Sonríe. -le aconsejé mientras a mi también se me escaba una que otra lágrima al ver el cuadro que había encima de mi mesita de noche, el día de Carnaval, Paula y yo disfrazadas de Minnie.
Putos recuerdos. Puta distancia.
-Gracias, lo mismo te digo, te quiero. -añadió mientras sollozaba un poco.
Intentaba consolarla por móvil, a la misma vez que contenía las lágrimas.
Estubimos bastante rato hablando por teléfono, de como me iba con Christian, de como me lo estaba pasando en Barcelona, etc.
Iban pasando las horas, hasta que mi madre me llamó para ir a cenar y le tube que colgar.
Después de una media hora, fue Paula la que me llamó diciendome que tenía una buena noticia.
-¿Que pasa? -pregunté algo curiosa.
-Por curiosidad, si hubiese la remota posibilidad de quedarme en tu casa un mes, ¿tu madre me dejaría? -me preguntó.
-¡Si! ¡Claro que si! -respondí.
-Hazme un hueco nena, ya lo han hablando nuestras madres, ¡me voy a Barcelona!
-¡¿Que?!-grité contentísima.
-Si, mi madre ha pillado una oferta super buena yo sola en avión por cien euros. -respondió contenta.
Grité de la emoción, ¡estaba tan contenta!
-¡¿Cuando viajas?!
-Mañana, llegaré sobre las cinco a tu casa.
-¿Que casa ni que ostias? ¡Yo te voy a buscar al aeropuerto!
-¡Por mi vale!
No podía expresar en ese momento la inmensa felicidad que sentía, no es que hubiese pasado un año sin verla, pero la echaba tanto de menos...Y imaginar que mañana volveríamos a estar juntas, por un mes entero, felicidad absoluta.
Colgó y empecé a hacer sitio para Paula y sus cosas, no tenía otra cama así que tendríamos que dormir juntas.
Estaba entusiasmada de contarle a Chris que Paula iba a venir, desde que lo conozco le he hablado mucho de ella, y se llevarán genial estoy convencida.
Al día siguiente
-¡Mamá vamos ya! -grité desde el coche.
-¡Ya voy! -exclamó desde la cocina.
Mamá arrancó el coche y nos dirijiamos al Aeropuerto del Prat, en media hora Paula ya estaría fuera del avión.
Al llegar mamá se quedó en el coche, y yo me dirigí hacía arriba para recibir a Paula.
Salía demasiada gente, pero no había rastro de ella. Hasta que una chica bajita, morena de pelo largo con gafas se iba acercando más y más, ¡era ella!
Y al verla fuimos corriendo las dos en busca de aquel abrazo que tanto estabamos esperando.
Por fin la abracé desde hace tanto tiempo, bueno un mes, casi dos, pero se me izó una eternidad el tiempo sin ella.
Rompimos a llorar cada una en el hombro de la otra, la quiero tanto, son treze años a su lado, tantas discusiones, risas compartidas...Era sin duda mi media mitad, al irme de Madrid era a la unica que iba a echar de menos sinceramente.
Empezamos a hablar camino al coche de mi madre, se dieron un abrazo fuerte y mi madre le preguntó que tal el viaje, lo típico, metimos su maleta en el maletero y fuimos a casa.
Al llegar a casa estaba Chris en el sofá sentado, esperandonos.
Me quedé muy sorprendida al verlo ahy, mi madre se dirigió a la cocina y nos dejó a Chris Paula y a mi solos.
-¿Que haces aquí? -dije susurrando.
-Tu hermana me ha dejado pasar, te echaba de menos y me dijo que habías ido al aeropuerto, así que te esperé.
-Yo también te he echado de menos, mira te presento a Paula, Paula este es Chris.
-Eres más mono en persona.
-¡Aléjate zorra jaja! - le dije bromeando.
-Gracias, encantado jaja.
Fuimos a la habitación y dejamos la maleta.
-Vamos algún sitio va, ¡quiero divertirme desde ya! -dijo Paula levantando los brazos.
-Bajemos y te presento a unos. -añadió Chris.
Paula me izó una mirada atrevida y siguió a Chris, y yo a ella.
-¡Mama estamos a bajo!- grité cerrando la puerta.
-¿Estan buenos? -me susurró Paula mientras ibamos bajando las escaleras.
Le asentí con la cabeza para que Christian no me oyera, ya que es muy celoso.
Al llegar abajo estaban Lucas, Edgar, Sergi e Iván.
-Oíd esta es Paula, la mejor amiga de Elena. -dijo Chris.
Se fueron acercando cada uno a darle dos besos en la mejilla y ella se los devolvía.
Durante todo el rato que estubimos ahí, noté que ella y Lucas estaban muy juntos, para no conocerse ni de un día se llevaban muy bien.
Mientras ellos estaban sentados hablando, Chris, Edgar, Sergi, Iván y yo decidimos jugar un partido.
-¿Queréis jugar? -preguntó Iván.
-No no, jugad vosotros. -respondió Lucas mientras seguía hablando con Paula.
Compartian sonrisas y miradas una y otra vez. Y Lucas...Lucas no quería jugar a fútbol. Esto era muy raro.
Ya era hora de subir a casa así que como de costumbre me despedí de Chris en mi portal, mientras Paula se despedía de todos con dos besos.
-A ti te gusta Lucas. -afirmé mientras ibamos subiendo las escaleras.
-¡¿Que?! ¡Que va! -respondió intentando disimular.
-Lo que oyes, te conozco mejor que tu a ti misma. Y sé que no os conocéis de hoy. -dije mientras abrí la puerta.
-¿Como...?
-Al entrar en la habitación ya me lo estas contando.
Entramos y cerramos la puerta, nos pusimos el pijama y tumbadas en la cama le dije:
-Cuenta, ¿de que conoces a Lucas? -le pregunté seria.
-Pf, ¿no vas a parar hasta que te lo cuente verdad? -me preguntó poniéndose un cojín en la cara.
-No, cuenta. -respondí.
-A ver todo empezó cuando Alex y yo empezamos a estar distantes, un día entré en Facebook y vi una solicitud de un tal Lucas Rodriguez, la acepté y empezamos a hablar, noches enteras hablando con él hicieron que me diese cuenta de que no estaba tan enamorada de Alex como creía, me estaba empezando a gustar...
-¡Mientras salías con Alex!-grité sorprendida.
-¡Sh! No chilles. -dijo susurrando mientras me tapaba la boca.
-Entonces, ¿te gusta Lucas? -pregunté quitándole la mano.
-Ajá, eso creo. -respondió.
-¿Viniste aquí por el?
-¡No mema! Ni si quiera sabía que vivía en Hospitalet. -respondió.
-Bueno...¿Y tu le gustas?- pregunté.
-No tengo ni idea.
-Si quieres le digo a Chris que me chive quien le gusta.
-Mmm...Vale.
Empecé a escribirle a Chris para ver que si me podía averiguar quien le gustaba a Lucas, y me dijo que no lo sabía pero que lo averiguaría.
-¿Que te ha dicho? -preguntó Paula mientras estaba con su móvil.
-Que no lo sabe, pero que lo averiguará.
Quedamos en silencio un rato mientras yo contemplaba la foto de perfil de Chris, el y yo dándonos un beso bajo el agua, y había cambiado su estado, "La mejor casualidad que pudo llegar a mi vida, mi reina23" Ojalá pudiese poner en el mio algo así, pero la verguenza de que mis padres supiesen que tenía novio hacía que no pudiera. Pero sin embargo, en inglés mis padres no lo entenderían, busqué en el traductor de español a inglés "Lo mejor que tengo, mi niño23" y al traducirlo, lo puse de estado.
Me tumbé en la cama al lado de Paula y la vi hablando con Lucas.
-¿Tia le has abierto chat tu?-pregunté mirándola mal.
-Si ¿por?
-Tienes que hacerte de rogar un poco, si buscas te ignoran, y si ignoras te buscan. La próxima vez espérate a que te hable él. -le aconsejé.
-¿Y si no me habla él? -preguntó.
-Te hablará, porque harás que se vuelva loco por ti, a un chico le mola lo difícil, hazte la difícil y será tuyo.
-Mmm...Vale.
Me sentía orgullosa de que alguien hiciera caso a mis consejos, empecé a acurrucarme en el hombro de Paula y mientras veía sus conversaciones con Lucas, iba cerrando los ojos hasta que se quedó dormida.
- Ni nada ni nadie nos separará, te lo prometo. -le susurré en la oreja.

A un te quiero de sus labiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora