CAPÍTULO 16

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-¿Estás bien? ¿Te has echo daño? -me preguntó.
-No...Osea si, digo que si estoy bien. Espera yo te conozco...-añadí sobándome la cabeza por el golpe.
Sonrió.
-Me alegra que no te hayas olvidado de mi, no tendremos que ir de nuevo al hospital ¿no? -pregunto riendo. -Anda dame la mano. -cogió mi mano y me levanto del frio suelo mientras Maggie observaba desde atrás.
Era Hugo, aquel chico que me consoló de la nada en el hospital. Si Chris hubiese estado ahí no se si iba a ser yo la única que acabara en el suelo.
-Maggie, ¡ven! -exclamé dandome la vuelta mientras la miraba en plan "¡quieres venir cojones!"
-Eh...Hola. -soltó tímidamente.
-¡Ey Maggie!-dijo él levantando la mano.
En ese momento los tres nos quedamos callados, el silencio era nuestro único acompañante, pero como no, él decidió romper el hielo.
-Bueno, ¿a donde ibais?
-¿Y a ti que más te da? -respondí.
-Perdona, es verdad, soy un metido.
-Eh, no no, lo siento...Es que...(Elena busca una excusa rápido, pensé) Tengo la regla y soy así de bipolar. (¿Se habrá notado que mentía? Nah, para nada, dije en mi mente).
-Tranquila, te entiendo, es decir yo no tengo la regla pero sé como os volvéis de locas las mujeres cuando la tenéis.
-¿Perdona? ¿Como puedes atreverte a...? -le tapé la boca a Maggie, iba a alterarse y por el bien de Hugo, no tenía que verla cabreada.
-Bueno, nosotras nos vamos. -dije mientras cogí de la mano a Maggie caminando.
-Bueno, ¿tienes whatsapp? -me preguntó.
-No, mis padres pasan de comprarme un móvil nuevo.
-Pero si tu...-cuando Maggie estaba a punto de hacer que quede mal le pisé.
-Bueno, pues nada, ¡ya nos veremos! -añadió yendose mientras nos dedicaba una última sonrisa.
-Señorita, las bambas son nuevas no sé si lo sabías. Y por cierto, ¿quien se supone que era?
-Un amigo, bueno conocido, lo conocí en la sala de espera del hospital cuando fui a ver a mi padre.
-Ahhhh, se ve que le molas. -añadió metiéndose un chicle en la boca.
-¿Que dices Maggie? No seas idiota. -negué.
-Ay Elena, Elenita mía, como se nota que eres novata en estos temas.
-¿Novata? ¿Pero tu te estas...? -me tapó la boca mientras continuaba hablando un sermón de unos quince minutos.
-En resumen, no puedes volver a ber a ese tío.
-Tampoco iba a hacerlo. -respondí.
-Por tu bien, por el de él y por el de Chris.
-Maggie te estoy diciendo que no voy a volver a...-una vez más, volvió a taparme la boca.
-Por que, ponte en la situación de que te empieze a gustar, ¿que sería de Chris y tu? O que Chris se entera de que tu le molas a él, madre mía, menuda telenovela, o que tu rompas con...-frustrada quité su mano de mi boca y le exclamé:
-No, no va a pasar nada, no le gusto, no me gusta, y nunca rompería con Chris, solo me gusta él, ¿vale?
-Está bien, está bien. -añadió.
Dejando el tema, Maggie y yo nos dirijíamos a...En verdad no sabíamos donde íbamos, caminabamos hasta llegar a un punto en el que nos cansabamos. Pero curiosamente muchas veces o acababamos en la plaza del barrio, o en un centro comercial.
Decidimos quedarnos en la plaza del barrio donde nos encontramos con Victor, mira tu por donde que casualidad, de repente entendí el repe tino interés de Maggie por ir alli.
-¡Eh mira quien esta ahí! -le dije girandole la cara.
-¡Ey Vic...! -la interrumpí tapándole la boca.
-¡No le llames tu! ¡Vas a parecer una desesperada! Deja que te vea el para que se acerque.
-Si, tienes razón.
Pasaban los segundos y nada, estaba embobado con la pelota.
Miré a Maggie que estaba demasiado nerviosa, no paraba de mover la pierna de arriba a bajo.
-¿Se puede saber que te pasa? -le pregunté riendo.
-¿A mi? Nada, no me pasa nada...¿Por que lo preguntas? -respondió irónicamente.
-Anda ves. -añadí resoplando mientras sonreía.
-¿Y tu? No te quedarás sola, ven conmigo. -dijo mientras me agarraba de la mano.
-No, es igual, me quedaré sentada escuchando música. -respondí dandóle un empujón.
-¿Segura?
-Tanto como de que eres imbécil.
-Eres una perra, pero te quiero.
-Y yo.
Nos envolvimos en un abrazo, y en pocos segundos la volví a empujar.
Me quedé sentada en un banco, me puse los auriculares y empecé a pensar.
Hugo, era bastante majo, y muy buen amigo. ¿Por que no le di mi número de teléfono? Tan solo es un amigo, Chris no tenía porque ponerse celoso. El tiene muchísimas amigas y yo no le digo nada.
Comtemplaba fijamente a Victor y Maggie, mientras jugueteaba con mis dedos y los auriculares. Realmente hacen muy buena pareja. Bueno, no lo son definitivamente pero vamos, que dentro de nada fijo que lo llegan a ser.
De repente sentí como unas manos frias me tapaban los ojos por la espalda.
-Imbécil sé que eres tú. -dije convencida de que era Christian, pero resultó ser que no.
-Oh, gracias por el cumplido eh. -añadió Hugo mirándome mal.
-Perdona pensaba que eras mi novio, ¿que haces aquí? -respondí un tanto seca.
-No no, ¿que haces tu aquí? Yo siempre estoy aquí y nunca te he visto.
-Tampoco vengo mucho, cuando me apetece jugar a fútbol más que nada, y cuando no tengo otro sitio para donde ir.
-Bueno, pues ya te tengo fichada. Por cierto, bonito móvil, ¿te lo acabas de comprar?
Mierda, que mal había quedado...
-Eh...No. Te mentí, si que tengo móvil.
-Creo que me he dado cuenta. -añadió soltando una pequeña risa.
Que raro que es, no me ha mandado a la mierda, yo si me entero de que alguien me miente le mando a la quinta China.
-Bueno, tranquila si no me has dado tu número tendrás motivos.
-Eh, pues la verdad...No voy a mentirte, mi novio es muy celoso y si me ve ahora mismo hablando contigo me montaría un show. Pero bueno yo soy igual osea que, en fin es igual apunta. Tu móvil también esta muy chulo, es igual al de mi novio, incluso con la misma carcasa, ¡mira tu por donde!
-¡Que guay! Mierda se me ha acabado la batería... -respondió mientras rápidamente guardaba el móvil en su chaqueta.
Le di mi número, y después decidió hacerme compañía en el banco.
Estubimos cerca de una hora hablando, pero ya era hora de que me marchase.
-Si quieres te acompaño. -dijo levantándose.
-No..., prefiero que no, pero gracias. -le respondí sentándolo.
-Bueno, como quieras Helen.
-Es Elena.
-A partir de ahora no, Helen.
-Está bien, está bien.
Me despedí de él con un simple adios echo con la mano, me parecía demasiado pronto para darle dos besos en la mejilla, además se me hacía incómodo besar a alguien que no fuese Chris.
Al llegar a casa me tumbé en mi cama y no tardó mucho en aparecer un mensaje.
"Hey Helen!", ¿lo abría o no? Decidí abrirlo, que mas daba era un amigo, Christian no tenía porque enfadarse.
"Hey Hugo!" Le respondí. Estubimos hablando mucho rato, bastante quizá. Chris no se conectaba desde las 13:45, que raro.
Primer tono, nada. Segundo tono, nada. Tercer tono, nada. Cuarto tono, "Hola soy Christian si no te he contestado es porque estoy ocupado" ¿no me jodas? Pensaba que si no me contestabas era porque estabas en un pais multicolor jugando con mil unicornios.
Definitivamente le ha pasado algo, no tiene el móvil en la mano desde hace muchas horas y eso es rarísimo en él.
Por suerte Lucas si estaba en línea.
"Lucas que le pasa a Chris que no tiene móvil?" no tardó mucho en responder, "Se lo han robado, ¿no te ha dicho nada?" ¡¿Queeeeee?! ¿Quien se atreve a robarle el móvil a mi niño?
"Que? Quien?! Pero él está bien?" "Si, no te preocupes está bien, fue a picarte pero no estabas. No sabe quien se lo robó, el caso es que estaba jugando en la plaza y dejó el móvil en su chaqueta, junto la de los demás tíos, y al acabar el partido el móvil había desaparecido"
Joder, Hugo. ¡¿Como he podido ser tan idiota?! ¡El móvil lo robó Hugo! Pero...me estaba hablando y me hubiese aparecido que era Christian quien me hablaba. Quizá tenga dos móviles el de Chris y uno suyo, y ahora me esté hablando desde el suyo.
"Eres un maldito ladrón, mira que me caías bien" estaba a punto de enviarle el mensaje pero le di a la tecla de borrar porque se me había ocurrido algo mucho mejor.
"¿Mañana puedes quedar? Me acompañarías a comprar una funda de móvil para mi novio, tu traete tu móvil que yo no se como se llama y así lo probamos"
"Vale, no problem" Que iluso...
Y que decepción, no pensaba que Hugo fuese así, pero a veces las personas que parecen ser las más buenas del mundo, esconden un pequeño diablo dentro de ellas.
Tampoco es que lo conociese de mucho, pero es que parecía un buen chico, la verdad es que si me decepcionó, y mucho.
Ahora sé que las personas no siempre son lo que parecen.

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⏰ Última actualización: Jan 10, 2016 ⏰

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A un te quiero de sus labiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora