El peor enemigo de la humanidad desde el inicio de los tiempos, desde que la raza humana llegó al mundo, siempre ha sido aquel con el nombre de: Lunes.
La luz del día entró por mi ventana, las grietas en el cristal hacía que se formaran extrañas siluetas en la pared. Lisa descansaba sobre mi pecho, se veía profundamente dormida. Una extraña calidez recorrió mi cuerpo, ¿para qué te miento? Como me hubiera gustado permanecer así un buen rato. Pero, ¿me estaría aprovechando de ella? No en realidad pues había sido ella quién había adoptado esa posición. ¿Estaría ella aprovechándose de mí? Como fuera, aunque una parte de mi me decía que faltara a la escuela solo para permanecer así el día entero, sabía que tenía que levantarme. Miré al cielo esperando que no me odiara por despertarla, pero ya era hora. La sacudí lentamente, soltó un gemido.
-No quiero levantarme-se quejó.
-Ya es hora-le avise. Ella se apartó de mi y escondió su cabeza debajo de la almohada.
La observé atentamente, ya despertaría. Me puse de pie y me preparé para ir a la estúpida escuela. Entré al baño un momento, cuando volví la chica había desaparecido. Escuché gritos desde la calle y me asomé, pude ver a Peter y a Luke preparados esperándome ansiosos.
-¡Mueve ese trasero!-me apuró.
Puse los ojos en blanco, y bajé rápidamente las escaleras. Observé, a Lisa ya lista junto a la puerta. ¿Cómo lo había echó tan rápido? Me sonrió traviesa.
-Te gané-presumió, antes de abrir la puerta y salir rápidamente. Cuando Peter y Luke la observaron me miraron curioso, nos encontramos con ellos y fuimos en bicicleta a la escuela sin decir nada más.
Al llegar, Lisa agradeció y se despidió. Al parecer tenía que hablar con Emma. Peter posó su mano sobre mi hombro mientras soltaba un silbido. Luke abría su casillero rápidamente y tomaba todos sus libros.
-Dime, ¿Qué pasó?-preguntó.
-Durmió en mi casa-le dije un tanto cortante.
-Ya veo...¿durmió contigo?
-Sí...
-¿Osease lo hicieron?
-No-respondí de inmediato-No todo es sexo, Peter...depravado.
-Solo decía-se quejó mientras miraba al cielo pensante.
-Chico, por eso no tienes novia-se burló Luke.
A veces me preguntaba cómo es que era mi mejor amigo, cómo es que había soportado tanto de él. A mi mente vino el recuerdo cuando murió mi perro, y Peter pasó toda la noche abrazándome en mi llanto. Sí, por cosas como esas seguíamos siendo inseparables. Observé a Luke.
-¿Descubriste algo?-pregunte.
-No-respondió de golpe-Pero sé cómo encontrar el lugar de las coordenadas.
-¿Cómo?-pregunté.
-Se los diré en el almuerzo.
Pasaron las clases tan aburridas como siempre. Pude escuchar a varios chicos rumoreando sobre lo ocurrido la noche anterior. Unos mencionaban solo un terremoto, otros estaban convencidos de haber visto un asteroide estrellarse en el bosque. Yo escuchaba atentamente, deseando ser tan ignorantes y miserables como ellos. No patético, miserable y lleno del conocimiento de lo que realmente había ocurrido ahí. Como me hubiese gustado poder andar tranquilo por el pueblo sin temor a que un monstruo gigante me atacara de repente.
Muchos otros hablaban del baile de Halloween y de cómo unos locos habían llevado alcohol y habían estado tan borrachos que habían cometido vandalismo por los pasillos llenándolos de tierra y rompiendo las puertas de la entrada. El solo recordar esa noche me hizo estremecerme, me dediqué a mirar de vez en cuando a Peter y observar su reacción. Sin embargo me percaté de que el chico estaba durmiendo, cuando el profesor fue a despertarlo su hoja de ejercicios se le había pegado a la mejilla con su propia saliva. Todos en el salón estallaron a carcajadas, incluyendo el mismo. Fue un tanto divertido.
En cuanto sonó el timbre salimos con la ola de estudiantes desesperados por huir del salón, corrimos a la cafetería y localizamos a Luke, Lisa y Emma; en una misma mesa. Los tres masticaban normalmente sus horribles sándwiches del lunes. Me senté junto a mi amigo, y esperé expectante a lo que estaba por decirme.
-Necesitó internet o un GPS para encontrar el lugar de las coordenadas, un mapa no me sirve-mencionó-Desgraciadamente no hay internet aún. Pero sé dónde puedo conseguir un poco.
-¿Dónde preguntó? -Peter nervioso.
Luke se mostro nervioso, sea cual sea la solución que él había encontrado, no parecía agradarle del todo.
-La colina...-hizo una mueca.
Nos quedamos perplejos, ¿de verdad era tan necesario?
-Espera, ¿Qué?-lo detuvo Lisa-Ni loca voy a subir allá arriba con ese loco...¡tengo que trabajar en el teatro!
-Mis padres dicen que me aleje de él-comentó Emma.
-Mi madre me dice muchas cosas pero después de todo casi nunca le prestó atención, así qué, por qué no.
-Por qué ese viejo loco está demente-respondió Emma un tanto preocupada.
El viejo Mac Brazel, un granjero de la tercera edad, vivía en la cima de la colina de Buitenville. El tenía mala fama por sucio y loco. Loco en el sentido de que es un hombre que participó en la guerra y está convencido de que el fin del mundo se acerca. Así que el hombre tiene un enorme bunker en su jardín, que también está lleno de minas explosivas. Tiene una enorme antena satelital en su techo, y el hace su propia electricidad con un molino de agua. Era un viejo ermitaño que casi nunca bajaba el pueblo, y ahora, era nuestra única esperanza apara descubrir que estaba pasando.
-Yo iré-le dije a Luke-Te acompaño...Lisa, hoy no podré ir a ayudarte con Rocky Horror.
El chico asintió agradecido.
-Yo voy-añadió Lisa-Robin me matará, pero voy.
Emma hizo una mueca.
-Mis padres me matarán, además tengo que estudiar para los próximos exámenes...
-Anda-insistió Luke.
La chica soltó un suspiro antes de respnder:
-Bien, voy con ustedes.
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El Monstruo de Buitenville
Science Fiction¿Alguna vez haz mirado las estrellas y te has preguntado que hay allá afuera? Ese solía ser una extraña adicción misma, hasta que el mismo cielo nocturno me dio la respuesta. Yo y mis amigos seguimos la luz hacia el bosque, donde nos encontramos co...