Luke prometió intentar descifrar a donde nos llevaban estos números antes de marcharse a casa, luego Peter mencionó que ya había estado afuera demasiado tiempo así que también se marchó. Emma y Lisa se sintieron un poco incomodas después de varios minutos, así que también se marcharon. Y no los culpo, de poder hacerlo yo también me habría ido.
La soledad era un tanto extraña, muchas veces deseaba estar solo en vez de soportar las bromas de Peter y rarezas de Luke. Pero otras veces, prefería mil veces aguantar a esos chicos que andar aburrido encerrado en mi cuarto, a menos que tuviera un buen libro con el que escaparme un rato. En ese momento no tenía ningún libro nuevo y tampoco amigos con los que pasar el rato, estaba completamente solo. Y no era una de esas ocasiones en las que deseaba estar con la única compañía de mi conciencia.
Caminé de un lado a otro por la habitación, esperando que en cualquier momento algo interesante pasara. Empezó a anochecer y comenzaba a volverme loco, realmente necesitaba algo que hacer. Me asomé por mi ventana y observé un elegante vehículo negro aparcado justo frente a la casa conjunta de Peter. Enfoqué la vista por sí observaba a alguien ahí dentro, pero los vidrios estaban completamente oscuros. Parecía ser una perfecta carroza funeraria, solo esperaba que no hubiese muerto alguien.
¿Qué estaría haciendo el Monstruo en ese momento? Seguramente andaría oculto en el bosque, asustado extrañando su casa o su amo. Pensé en un futuro, y como un perro se escapa a un pequeño planeta con habitantes de diez centímetros de alto. Pensé en el perro chillando, asustado intentando volver a casa sin éxito. Y en los habitantes asustados, porque no conocen como se comporta un perro asustado, así que comienzan a disparar flechas tan delgadas que no le hacían suficiente daño al perro, pero si lograban asustarlo más.
Sentí lástima por él. Muy en fondo deseaba que volviera a casa, aunque en realidad eso significaba a unos marcianos pisando la tierra y no bailando precisamente el chacha. ¿Cómo serían? Yo aún no podía imaginar al Monstruo, lo había visto la noche anterior pero había estado tan oscuro que apenas pude ver su silueta. Pero...¿Cómo sería? ¿Rojo? ¿Azul? Tendría escamas o pelo, melena o alas...la idea me frustró. No podía imaginármelo.
Bajé a la cocina por un poco de agua, y sorpresa: ¡No había! Tendría que salir...¿no era muy tarde, ya? Me dio igual, subí por mi chaqueta y algo de dinero, fui al patio y tomé mi bicicleta y emprendí mi camino. Miré hacia la ventana del cuarto de Peter, la luz estaba apagada. Miré hacia la ventana del cuarto de Luke, la luz estaba apagada. Al parecer ambos podían descansar tranquilamente mientras yo me moría de sed y soledad.
Anduve unos minutos por la calle, mirando alrededor con precaución. No era un posible asalto lo que me asustaba, puesto que Buitenville un lugar tan pequeño que muy difícilmente no conoces a alguien, además nunca habíamos tenido problemas con el crimen. Lo que realmente me inquietaba era que el Monstruo apareciera de pronto...tal vez fue muy tonto salir a la calle en medio de la noche con una terrible criatura merodeando por el pueblo.
Estuve a punto de dar media vuelta, cuando unas calles afrente, vi una caravana de camionetas militares avanzando en fila india con dirección hacia el Este. ¿Qué ocurría? ¿Volver o ir a investigar? Esa era la cuestión. Sí volvía estaría libre de todo peligro, si los seguía podría saciar mi gran curiosidad.
Siempre pensé que mi vida era aburrida en muchos aspectos, por ejemplo: Luke hace tiro con arco y es campeón estatal en el deporte. Peter no hace mucho, pero es muy famoso en el pueblo por todas sus travesuras. Todos tenían algo interesante en cada uno de ellos, yo no tenía nada. Siempre deseé un "algo" que me sacara de la rutina, que fuera especial, que me hiciera especial. Observé al cielo estrellado, ¿y si de eso se trataba? Era bastante egoísta creer que todo eso ocurría especialmente para que yo estuviera satisfecho con mi vida...y no era así, era una simple coincidencia. Sin embargo, esta coincidencia podía ser lo que yo estaba buscando. Algo que me hiciera especial de alguna forma, o al menos, haber estado implicado en un incidente especial, como lo era el Monstruo.
Sin darle más vueltas al asunto, seguí los camiones a una distancia segura. Dentro iban decenas de soldados, todos iban cargando sus rifles y francotiradores observándose unos a otros de forma nerviosa. Los conductores iban temblorosos mirando alrededor precavidamente. Comenzaron a ir más rápido y me fue más difícil seguirles paso, entonces escuche un extraño rugido y me detuve de golpe intentando agudizar mi oído.
¿De dónde venía? Estaba cerca...entonces, se repitió una vez más y acto seguido una extraña y enorme figura oscura salió de un pequeño edificio de oficinas rompiendo sus muros embistiendo contra la caravana. Los observé desde atrás a una distancia segura, tenía que hacer algo. ¿Pero qué puede hacer un simple adolescente de apenas dieciséis años?
Los militares supervivientes al ataque salieron de los vehículos destrozados arrastrándose por el pavimento rodeando los escombros. Prepararon sus armas antes de empezar a disparar. Cada bala golpeó contra la figura pero rebotaba de nuevo en el suelo. Nada parecía hacerle daño, solo lograron enfurecerlo aún más. La criatura soltó un rugido antes de golpear ferozmente uno de los vehículos y hacerlo explotar.
-Mierda-solté sin darme cuenta.
Los ojos brillantes de la bestia me miraron fijamente, me empalidece. Tenía tres pares de ojos rojos brillantes, cada uno más pequeño que el otro deforma ascendente, justo como una araña. Un tanto aterrador. Un militar cubierto de polvo y ceniza me miró fijamente.
-¡Corre!-me gritó.
Entonces comprendí lo que estaba ocurriendo, tomé mi bicicleta y di media vuelta por la calle, mientras escuchaba al soldado gritando e terror y dolor, se calló de pronto y un escalofrío me recorrió el cuerpo. Escuché los gigantescos pasos de la bestia detrás de mí, junto con su respiración acelerada y sus horrendos rugidos.
Maldije mi estupidez al ir detrás de los militares, sin embargo no estaba del todo arrepentido. Anduve por las calles a gran velocidad con la bestia pisándome los talones. Justo mi lado comenzaron a caer todo tipo de objetos que el Monstruo me arrojaba: partes de vehículos, postes de luz, un basurero, un buzón de correo, etc.
Llegó el momento de tomar dirección a mí casa, pero...¿no en ese caso estaría llevando al Monstruo con mi hermano? Me desvié hacía quién-sabe-donde. Necesitaba perder al Monstruo, algo difícil cuando mide cerca de tres metros y posee un elevado campo de visión. Pensé en cualquier plan, pero ninguno me vino a la mente, estaba demasiado asustado para ello. En mi breve desconcentración, me caí de la bici.
Caí adolorido contra el asfalto mientras mi bici continuaba rodando en círculos hasta caer al suelo. Me puse de pie rápidamente, comencé acorrer a gran velocidad por calle, cuando sentí que algo tiraba de mí. Tropecé de nuevo y fui arrastrado por calle, me giré y vi al terrible monstruo arrastrándome con una especie de cuerda...¡telaraña! Perfecto, teníamos un alíen araña.
Busqué en mi bolsillo algo con que cortar la cuerda, cuando una fuerte explosión estalló a un costado del Monstruo, el cual soltó un gemido al mismo tiempo que me liberaba y cargaba contra el tanque de los militares. Mientras me ponía de pie, la calle entera se iluminó con las luces de cada balay proyectil que era disparado contra el Monstruo.
Un militar me observó desde una esquina de la calle, cargaba consigo una enorme bazuca.
-¡Vete!-me gritó antes de disparar contra el Monstruo.
El proyectil dio en el blanco, sin embargo no le hizo ningún rasguño al monstruo. La criatura se acercó y con uno de sus brazos sostuvo al militar antes de llevarlo a donde se suponía estaba su cabeza y...¿tragarlo? No lo sé, es difícil entender lo que ocurría ahí con todo el humo de los explosivos y solo la silueta borrosa del Monstruo.
Corrí hacia la calle más cercana y salí de la zona de guerra. Crucé el asfalto, avanzando de cuadra en cuadra lo más rápido posible intentando alejarme lo más posible del Monstruo. Cuando pensé que ya estaría seguro, me giré detrás de los edificios pude ver varios destellos y columnas de humo, escuchando los rugidos del monstruo y el disparar de las balas. Observé mis pies, aún tenía un pedazo de aquella cuerda atada en la pierna izquierda.
Me agaché y la sostuve lentamente analizándola. Era bastante flexible y no tenía más de cinco centímetros de grosor. Parecía estar compuesta base de más hilos del mismo material que a la vez estaban tejidos a base de aún más hilos. Se sentía un tanto rasposa y desprendía un horrible aroma. Cuando intente quitarla me di cuenta de que era bastante pegajosa. Miré hacía los destellos del otro lado del pueblo.
Pensé en voz alta.
-¿Qué cosa eres realmente?
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El Monstruo de Buitenville
Fiksi Ilmiah¿Alguna vez haz mirado las estrellas y te has preguntado que hay allá afuera? Ese solía ser una extraña adicción misma, hasta que el mismo cielo nocturno me dio la respuesta. Yo y mis amigos seguimos la luz hacia el bosque, donde nos encontramos co...