Capitulo 18

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Las bombas provenientes desde el patio hacían temblar la colina entera, el polvo y algunos pequeños escombros caían encima al suelo del sótano. Un fuerte dolor m recorrió la espalda, mientras intentaba ponerme de pie sentí una aguda punzada en la rodilla. Hice a un lado los tablones de madera que me habían caído del techo y logre mantener el equilibrio.

Observé la habitación llena de polvo, a decir verdad, no había recibido grandes daños. Solo habíamos tenido la mala suerte de decidir detenernos justo debajo del único lugar donde se desmoronaría el techo de madera. Miré a mi alrededor y vi como Emma ayudaba a Peter mientras Luke comprobaba que su computadora aún funcionara. Pero el viejo Mac Brazel y Lisa, habían desaparecido.

Me alarmé bastante, más por la chica que por el anciano, lo que me hizo sentir un poco culpable. Intenté no moverme sin antes revisar que estaba pisando, no quería aplastar a los pobres todavía más. Busqué con la mirada alguna señal de vida entre los tablones de madera que habían caído, en una esquina a no más de tres metros de mí, una mano se asomaba por debajo de los escombros. Avancé rápidamente y comencé a mover las tablas encima de la chica con ayuda de Peter.

La chica apareció con una sonrisa nerviosa en su rostro.

-¿Estamos muertos...o vivos?-preguntó.

-Creo que vivos-respondió Peter.

Ambos la ayudamos a ponerse de pie, nadie dijo nada hasta que una segunda gran explosión se repitió con fuerza haciendo estremecer la casa de una manera iinquietante. Estuve a punto de sugerir huir del lugar cuando el viejo Mac Brazel salió de entre una pila de escombros, cargó su escopeta y corrió escaleras arriba.

Lo dudamos un momento, pero lo seguimos. Arriba, los cristales de las ventanas estaban hechos pedazos. Los muebles se encontraban tirados, la casa tenía un peor aspecto que el anterior. Mac Brazel corrió por el pasillo de la entrada y disparó al jardín atraves de la ventanilla junto a su puerta.

-¡Rufianes! ¡Malnacidos!-gritaba-¡Fuera de mí jardín!

A lo lejos, se escuchó el feroz rugido del Monstruo. Las bombas lo habían atraído. El ataque se detuvo momentáneamente, Mac Brazel abrió los ojos como platos mientras la criatura se escuchaba cada vez más cerca.

-Se acerca-afirmó-Viene en camino...¡Rápido! En el sótano, a fondo hay un Bunker...

-¿Es enserio?-le soltó Peter.

-¡Ocúltense!

Estábamos a punto de dar la vuelta hacía las escaleras, cuando la casa se estremeció con fuerza y el techo se desplomó por completo. Peter tiró de todos nosotros hacía el marco de la puerta que daba a la cocina. Una nube de polvo se levantó en el aire, mientras los últimos rayos de sol antes del atardecer iluminaron los restos de la casa. Mac Brazel comenzó a toser con fuerza.

-¡Largo!-nos gritó-¡Huyan por el bosque! Yo contendré a la bestia...

Entonces, todo se oscureció de pronto, como si el techo hubiese sido construido de nuevo. Al principio me inundó una gran confusión antes de entender que la criatura había bloqueado el sol. Se me heló la sangre y me quedé completamente petrificado, mientras el Monstruo rugía detrás de nosotros.

Lisa apretujó mi mano con fuerza, lo que me hizo volver a la realidad. Me giré lentamente y vi al enorme Monstruo posado sobre lo que solía ser la cocina. La criatura era realmente sorprendente. Viéndola de cerca, debía medir hasta de cinco metros. Era una criatura humanoide con una piel cubierta de una combinación de escamas negras, grises y rojas oscuras. Tenía cuatro brazos, exactamente un par debajo del otro. Tenía unas largas garras. Además en la espalda roja le recorría una serie de dos filas de placas negras alternadas, que iban desde la nuca hasta la punta de su enorme cola, que terminaba en una serie de espinas . Su rostro ovalado color rojo oscuro, con ese cuerno de rinoceronte encima de donde faltaba su nariz. Y esos ojos amarillentos con párpados invertidos. Tenía su enorme boca abierta mostrando sus puntiagudos dientes. Y esa enorme cresta que le salía por encima de la cabeza.

Todos gritamos de horror con fuerza, hasta quedarnos sin voz. El Monstruo seguro le pareció que sería divertido imitarnos, así que soltó su rugido más feroz hasta el momento, dejándonos aturdidos por unos segundos. La criatura con un golpe de su cola derribó las últimas paredes de la casa mientras nosotros retrocedíamos lentamente hacía el bosque por encima de los escombros.

El viejo Mac Brazel avanzó cojeando y se interpuso entre el Monstruo y nosotros. La criatura se detuvo a analizarlo, al observar su arma soltó otro horrible rugido. El viejo Mac Brazel río levemente mientras las lágrimas se le escapaban de los ojos, tomó su escopeta y la lanzó a un lado.

-Todos estos años...-dijo apenas con voz-Rechazado por la sociedad, pero ahora veo que eres real...

La criatura se acercó a él lentamente y ambos se vieron a los ojos.

-Morir ante ti sería un gran honor-mencionó el anciano mientras extendía los brazos como si fuera a abrazar al extraterrestre-¡Eres simplemente hermoso! Una maravilla de la naturaleza del universo...eres una obra de arte...

La criatura se agachó un poco para olfatearlo un poco, entonces desde el jardín de las ruinas de la casa, los terroristas abrieron fuego contra la criatura. Esta soltó un rugido de dolor e ira. Y sin más, abrió su enorme hocico y de una mordida se tragó al viejo Mac Brazel, antes de darse la cuelta y cargar contra quienes lo estaban atacando.

Mis amigos y yo, gritamos de nuevo del horror demasiado aterrados para poder movernos y darnos a la fuga. Entonces, un elegante automóvil negro, el mismo que había estado aparcado fuera de mi casa desde hacía varias noches, llegó a gran velocidad desde el bosque. Sus puertas traseras se abrieron de par en par, mientras un hombre caucásico de unos veintitantos años, se asomó por la ventanilla de la cabina vistiendo un elegante traje y unas gafas oscuras.

-¡Suban!

¿Por qué subiríamos al automóvil fúnebre y elegante de un desconocido mientras unos asesinos intentaban dar con nosotros? Lo sé, demasiado loco. Sin embargo, Peter lo encontró razonable y tiró de todos nosotros al interior del vehículo. Quedamos todos apretujados en la parte trasera, cuando las puertas se cerraron con fuerza y el carro avanzó a gran velocidad hacia el pueblo. Mientras nos alejábamos iba recuperando el control de mi cuerpo.

Miré detrás de nosotros, y pude ver la casa del ahora fallecido viejo Mac Brazel en llamas.

El Monstruo de BuitenvilleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora