Mientras escuchábamos las bizarras anécdotas del viejo Mac Brazel y su opinión sobre diversos eventos como: el 9/11, Beagtown, Incidente en Alineos, la explosión en la Isla de Mihole y cosas por el estilo; Luke se dedicaba a utilizar el sofisticado aparato del anciano para encontrar las coordenadas, lo único que parecía realmente moderno en esa casa. Cuando estuvo listo salimos inmediatamente de la casa.
Pedaleamos colina abajo a toda velocidad intentando alejarnos lo más rápido posible del viejo. Era cierto que estaba loco, aunque después de lo que habíamos visto en el impacto sabía que todo lo que el viejo aclamaba haber vivido era cierto, sabía que eso no le quitaba lo loco. Me pregunté si Luke se volvería así con el tiempo, esperaba realmente que no fuera así. Avanzamos por toda la zona bajo la colina hasta llegar al frente de la casa de Peter. Al fin habían decidido cambiar de punto de encuentro.
-¡Ese viejo está loco!-exclamó Lisa.
-Al principio pensaba que podría ser esquizofrénico pero después de lo del Monstruo...-añadió Emma.
-No importa-cambié rápidamente el tema-¿Dónde Luke?
El chico nos miró atentamente.
-Es una tienda, o eso parece...de auto servicio abandonada por la autopista hacia la ciudad...está a unos veinte minutos de aquí en auto.
-Tenemos que ir-dije.
-¡No!-exclamó Peter-¿Qué no oíste a Mac Brazel? ¡Terroristas! ¿Cómo sabes que no estamos contra el Vladímir Putín ese?
-Su nombre era Viktor...-corrigió Emma.
-Me importa un bledo, no quiero estar en medio de una mafia rusa.
Peter tenía razón, era peligroso. Pero ya me había cansado de no hacer nada peligroso en mi vida, quería hacer algo diferente. Aparece este Monstruo lleno de misterios y en lo único que puedo pensar en ese momento es en lo mucho que sufriría sí jamás conocía la verdad detrás de esa criatura. Además, ya habíamos llegado demasiado lejos para dejarlo todo atrás. Debíamos seguir adelante, quería seguir adelante.
-Pues yo iré-respondí insistiendo.
Todos me miraron sorprendidos, Emma miró al suelo.
-Te acompaño-añadió la chica mientras se acomodaba las gafas.
-Voy contigo-se unió Luke-Me necesitas para encontrar el lugar...
-Pues yo también-añadió Lisa-Iniciamos esto juntos y planeó que continué así.
-Maldita sea-maldijo Peter-Voy con ustedes.
-No vengas si no quieres-le respondí.
-¿Y dejarles la diversión a ustedes solos? No, además...podrías meter la pata, me necesitarás.
Reímos.
-Será mejor que nos apuremos si queremos llegar antes de que anochezca-añadí observando el cielo.
Luke soltó una mueca.
-Tal vez...podamos tomar el auto de mi hermana-añadió nervioso.
Lo miramos sonrientes.
-¿Enserio?
-No...será complicado-añadió-Esperen aquí, ustedes prepárense, ahora vuelvo-dijo el chico antes de salir corriendo a toda velocidad camino a su casa.
Media hora después, nosotros nos encontrábamos aburridos sentados en la acera observando como un gato nos observaba a nosotros de una forma un tanto extraña. Comenzábamos a desesperarnos cuando un viejo auto color naranja se detuvo justo enfrente de nosotros. Por la ventanilla nos sonreía Luke con emoción. Antes de regañarlo por su tardanza subimos al auto. Emma iba de copiloto mientras, Peter, Lisa y yo nos metimos un tanto apretujados en la parte de atrás.
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El Monstruo de Buitenville
Fantascienza¿Alguna vez haz mirado las estrellas y te has preguntado que hay allá afuera? Ese solía ser una extraña adicción misma, hasta que el mismo cielo nocturno me dio la respuesta. Yo y mis amigos seguimos la luz hacia el bosque, donde nos encontramos co...