Dentro de la Fantasía |Cancelada|

capitulo 1

Danette de 12 años, piel blanca, cabello castaño rojiso, y ojos marrón claro grisaseo. Era diferente a las demas niñas en muchos sentidos, aunque ella no se daba cuenta(o mas bien no queria), la mayoria a su edad preferian salir a comprar ropa, al cine o a comer un helado, ella simplemente se quedaba en casa con un libro en las manos (lo que muy a menudo la hacia sentirse sola en un mundo de locos), su tia al igual que sus amigas(e incluso que su madre) le decia que tenia que salir mas seguido, su padre por el contrario se encargaba de agregar más libros a su mini biblioteca, que ya estaba dejando de ser mini, con la esperanza de
que "su pequeña" no creciera. Vivia en un apartamento cerca de las afueras de la ciudad.
Un dia por la mañana su madre entro en su habitación.

-Danette... -le dijo.
-Mmmm...
-Me estas escuchando? -preguntó.
-Aajam...
-Ven acá -le dijo a Danette quitandole el libro de las manos.
-Heeey estaba leyéndolo.
-Pues ya no mas -su madre estaba eligiendo ropa de su armario sin prestarle atencion a Danette, que estaba tratando de quitarle el libro de las manos para continuar con su lectura- te planifiqué una salida con tus amigas...y esta ves si vas a ir.
-Pero nada, ahora vístete.

Danette tomo la ropa que le dio su madre e hiso una mueca de disgusto al ver en el conjunto de ropa una falda de lunares que no le gustaba para nada. Penso que podria llevar un bolso para luego cambiarse, estaba a punto de buscar otra ropa cuando escucho la voz de su madre desde la cocina.
-Y revisaré tu bolso antes de que te vayas -Danette se pregunto como se habría dado cuenta, talves la oclumancia de la que hablaban en Harry Potter si existía.

Danette no tuvo otra opcion que ponerse esa ropa y salir a la sala donde la esperaban sus dos mejores amigas: Marian y Elena.  Antes de salir su madre le quito el bolso lo reviso y luego se lo devolvio junto con un poco de dinero. 

Se dirigieron al centro comercial. Al llegar alli comenzaron a pasearse por las tiendas. Se detuvieron en una joyeria y vieron tres brazaletes iguales, entraron y preguntaron el precio, estaban por pagar cuando Danette se fijo en unos colgantes con una piedra blanca que pasaba por dije, preguntaron que era:

-Es una especie de talisman llamado la piedra de la magia -respondio la encargada de la tienda sin darle mucho interes.
-¿Y por que la llaman así? -pregunto Elena
-Por que dicen que si las mejores amigas que lo llevan, son de corazon puro y desinteresado, estos seran capaces de hacer magia real -contestó la mujer ahora con una pequeña sonrisa. Las niñas abrieron los ojos como platos, consiguiendo engrandecer la sonrisa de la persona que las miraba- ¿desean llevarlos?
-Si -respondieron las tres al unisono despues de intercambiar miradas. Dejaron los brazaletes donde estaban y despues de agradecerle a la encargada salieron de la tienda.

Era la hora del almuerzo y decidieron ir a mc'donals. Despues de pedir la comida buscaron una mesa y se sentaron a comer, tranquilas comensaron a charlar y se preguntaron que hacer después.

-Por que no vamos a ver una película -propuso Marian despues de un rato.
-No lo se yo estaba pensando en ir a comprar algo de ropa -sugirio Elena
-Siempre estas comprando ropa -repuso Marian fastidiada. En realidad eso no era cierto pero habia que admitir que cuando se trataba de ropa Elena podia exajerar demasiado.
-Y tu te la pasas metida en el cine -eso tampoco era muy cierto que digamos pero a la final Marian era el mismo caso que Elena,...pero con las peliculas.
-Y las dos son un caso perdido -dijo Danette cortando de una la discusión.

Se decidieron por hacer ambas cosas y al finalizar la pelicula fueron de vuelta al apartamento de Danette, donde comenzaron una pequeña pijamada. Cada una iba preparada con sus mochilas listas para la divercion, se pusiero a hablar de todo(y cuando digo de todo, es de todo), hasta la media noche. Habian terminado con el tema de los programas de tv e iban a comenzar a hablar de los libros que habian leido ultimamente, por que si hay algo que tienen en comun es el amor a la lectura, cuando de pronto una apagon las hiso quedarse en su lugar, seguido por algo que seguramente no se esperaban ni en lo mas profundo de su enorme imaginacion era eso. Las piedras de sus colgantes habían comenzado a brillar