Rapido.

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Hola, ammmh, tengo que aclarar ahre.
Bueno, esto es una pequeña cosa que se me ocurrio hacer, ya que ando descompuesta y en cama xD, entonces no me puedo levantar hasta el ordenador :'v y estoy del cel, se me cansan los dedos.
Asique disculpen los errores, y ahora si, disfruten de la lectura.

-Narradora-

-Umh, asi es efectivamente. El accidente fue muy grave. Siento ser el portador de esta noticia, pero Miguel no volvera a despertar.

El castaño recordaba esas palabras a la perfeccion. Esas palabras que lo atormentaban en las noches. Y todo era tan simple; la culpa era suya.
O al menos eso lograba creer, pero ya no tenia nadie para negarselo.
"Miguel no volvera a despertar".
Recordaba ese dia como si hubieran pasado horas de lo dicho: aunque en realidad, habian pasado cinco años.
Era tan dificil de asimilar, que el echo de esas simples palabras lo habian dejado marcado el resto de su vida. "Mangel ya no despartara nunca mas", se decia a si mismo el menor en edad, mientras sentia un fuerte nudo en su garganta.
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La joven pareja se encontraba en un viaje por su decimo octavo aniversario. Irian a Malaga, en auto, porque sabian que el viaje les seria mas entretenido a ambos.
O pensaban eso.
-Mira, vacas-dijo el oji-verde mirando por su ventana. Le gustaban, aunque no demasiado. De todas formas, a los dos les sorprendia bastante el paisaje rural despues de estar siempre encerrados en la larga y aburrida rutina de la ciudad.
El que iba al volante, era el mayor en edad. Conducia atento al camino, ignorando cualquier distraccion que pudiera sacarlo de su trance automovilistico. Por lo cual, ignoro las vacas, haciendo que el castaño se sintiera como un niño pequeño.
Y es asi, los niños les enseñan cosas a sus padres, pero ellos las ignoran por completo.
El castaño apoyo su codo en el vidrio del su auto negro, el cual venia bajo, y puso su cabeza en la mano. Suspiro.
Hasta ahora, todo el viaje habia sido en silencio. Aunque solo habia pasado una hora y tantos minutos al castaño le habian parecido dias, literalmente.
Sentia que jamas llegarian a su destino, y que sus vacaciones serian en ese interminable viaje.
Aun asi, aunque ninguno le dirijiera la palabra al otro, estar con el peli-negro lo hacia senrir especial. Era una sensacion reconfortante, que hacia su corazon palpitar con fuerza y alegria.
-¿Quieres parar al baño?-pregunto el morocho mientras disminuia la velocidad del vehiculo.
-Mmh, no, estoy bien, gracias-dijo el castaño.
-Vale.
Esas fueran las ultimas palabras que dijeron antes de que el tiempo completara las dos horas.
El castaño saco su movil, y chequeo los mensajes en WhatsApp, las interacciones en Twitter (que como siempre eran excesivas) y notificaciones en sus otras redes sociales. Pronto sacaria fotos del paisaje para subirlas a Twitter, Facebook e Instagram. Claro, evitando el detalle de que estaba de vacaciones con su pareja.
Necesitaba privacidad en su agitada vida.
Guardo nuevamente su movil en su bolsillo trasero, y dirigio la vista a Mangel, quien seguia tan cocentradamente en su camino, mirando la carretera fijamente.
Ya estana anocheciendo.
-Mangel, ¿a que hora llegaremos?-pregunto ancioso el castaño. Tambien estaba emocionado, pues era las primeras vacaciones que tenian fuera de Madrid desde que eran pareja.
-No lo se. Creo que a las ocho-miro el reloj del tablero; eran las seis cuarenta y cinco. Movio sus dedos ansiosos por su pierna derecha, esperando que llegara la hora indicada.
-Sabes, me alegro de poder viajar contigo-susurro el oji-verde mientras desviaba su vista hacia la ventana.
-¿Si? A mi tambien me agrada la idea-el castaño lo miro, aunque sabia que la declaracion del morocho era mentira; el que se alegraba mas por este viaje era el, y nadie comprendia su alegria como el mismo.
Pero se sentia feliz de las palabras de su acompañante.
-¡Mangel! ¡Mira!-exclamo emocionado el menor. Si mirabas hacia la derecha, y centrabas la mirada en lo profundo, podias apreciar el bonito paisaje de una feria bastante iluminada, y como las luces reflejaban en el agua, resplandeciendo los arboles y demas vegetacion que habia a su alrededor.
El morocho lo ignoro. Pero el castaño no se rendiria facilmente.
-¡Mangel, joder, mira que bonito!-gritaba emocionado, aun asi el otro continuaba centrado en la carretera que, a medida que entraban en una zona urbanizada, se infestaba de coches de distintos modelos.
El castaño, frustrado a las reacciones del otro, lo samarreo fuertemente.
-Que mires, coño-lo tomo por el rostro y giro su vista.
Entonces el morocho pudo apreciar lo que el otro insistia en enseñarle, y noto que valio la pena. Pudo ver como el reflejo pegaba en las hojas de los arboles.
Pero lo que no noto, fue el impacto contra la punta del vehiculo.
El artefacto se abollava de a poco, en pedazos, impulsando a la pareja contra los vidrios mientras la sangre saltaba por el tablero, manchando la cuerina de los asientos de rojo.

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El castaño asimilaba por completo que era su culpa. Si no le hubiera insistido en voltear, no hubiera ocurrido aquello, para luego terminar con un chico en coma durante tiempo.
Mangel estaba conectado a las maquinas donde podias ver los latidos del pasiente. A Rubius le habian repetido el nombre de esa maquina innumerables veces; aun asi, preferia no aprenderlo.
Al menos no todavia.
El castaño no habia salido del hospital desde el dia que se entero que su morocho entraria en un coma irreversible. Los gatos que tenia en su hogar, eran cuidados por su madre. Habia dejado de hacer videos en YouTube, aunque conservaba su red social que llevaba por nombre Twitter, donde comunicaba a la gente el estado de Mangel. Seguia teniendo tantos seguidores como siempre, y eran los que mas le brindaban apoyo.
Ellos sabian de la relacion que los dos compartian, muchos se habian alegrado al comiendo, pero sabian que el estado de Mangel estaba mandando todo a la mierda.
Aun asi, les preocupaba la salud de quien antes los divertia con sus videos, y aunque le rogaran a Ruben que volviera a su viejo oficio, el se negaba, ya que la salud de su novio se interponia ante todo.
Como sabia que a Mangel le quedaba poco tiempo de vida (algo que habia quedado aclarado por los medicos antes), ni siquiera salia al baño, a buscar algo de comer o beber. Se quedaba a su lado tomandolo fuertemente de la mano, esperando, aun con la pequeña esperanza de que el otro abriera los ojos.
Aun cuando sabia y tenia asegurado que eso nunca pasaria; su corazon alvergaba esa pequeña esperanza.

"Mangel..."

Eran las ultimas palabras,

"Su mueres ahora..."

Que el castaño

"No tardes en llevarme contigo."

Le diria al morocho, antes de que el monitor dejara de funcionar, y cayera en el sueño eterno.

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Nota: No tenemos que esperar sentir que perdemos lo que mas amamos, para decidir a decir lo que sentimos, eso de que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde es muy cierto, y siempre es bueno decir y demostrar en la misma medida el amor que sentimos por alguien antes de que sea demasiado tarde.

Eje, espero que les haya gustado ^^
Voten y comenten, si el caso fue ese.
Adios! :3

Rubelangel (cortos).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora