Tocame.

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Bueno, ya saben :v me disculpo si hay errores (sobre todo los malditos acentos) ya que estoy del movil.

Bueno, empecemos ^^!

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Perfecto. Catorce de febrero.

Este, era un dia muy deseado por todas las parejas.
Claro que el amor entre un hombre y una mujer era mas facil de tratar que el amor entre dos hombres.
Tal vez porque los heterosexuales estaban mas integrados a la sociedad que los homosexuales que, claro esta, las parejas de distinto sexo son mas comunes que las demas.
Pero no estamos hablando de eso.
Hoy es dia de San Valentin. Dia de los enamorados. Hoy, hoy era un dia del que Mangel y Rubius jamas olvidarian.

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Era la mañana y el cielo se encontraba infestado de nubes grises de las que pronto cayeron grandes y frias gotas de agua.
El castaño miraba por su balcon las calles, como todas las personas corrian desesperadas en busca de algun lugar donde cubrirse de la fuerte tormenta.
Suspiro frustrado. Su plan habia sido arruinado por un capricho del clima.
-Supongo que tendre que cambiar el lugar-susurro Rubius para si mismo, y miro el cielo con ojos entrecerrados.
El sabia que era el dia de los enamorados, incluso en su calendario que estaba colgado en la puerta de su habitacion, el catorce de febrero estaba marcado con lapiz de color rojo.
Y, como todo novio atento, tenia planeado que hacer este dia.
Y debido a la lluvia, no podria dar ese paseo en la playa con su novio Mangel.
Le dio la espalda a su balcon para caminar hacia la cocina. El morocho aun no despertaba, y Rubius penso que seria un buen gesto llevarle el desayuno a la cama. Por lo que, habia puesto a hornear unas galletas de chocolate que su madre de pequeño habia enseñado a prepararle. El conservaba la receta en su memoria.
Tomo un trapo y abrio el horno. Tomo la bandeja y saco una parte para ver si las galletas se habian cocinado adecuadamente. Sonrio triunfante al ver que ya estaban listas.
Dejo la bandeja negra sobre la mesada; saco un plato en el fondo del gran estante que su cocina poseia y con cuidado de no romper las galletas, las coloco una encima de la otra en ese pequeño plato de ceramica.
Tomo su pava electrica y puso un cuarto de agua esperando a que calentara; saco una taza del mismo lugar donde estaba el plato, y la limpio con una servilleta ya que, al no ser usada en mucho tiempo, contenia algo de polvo.
Un sonido de "tac" avisaba que el agua estaba calentada y lista para ser utilizada. Rubius tomo la pava y la dejo a un lado de la mesa, mientras se paraba en puntitas de pie para alcanzar el cafe en el estante, porque, aunque fuera alto, era dificil para el tomar las cosas que se encontraban en el fondo.
De un cajon tomo una cuchara y echo cafe a la taza. Tres en total. Luego se dirigio a la nevera y saco la caja de leche descremada. Puso la mitad de agua y la otra de leche, luego saco un sobre de azucar que habia guardado en una cajita al lado de su microondas y lo echo para luego revolver con suavidad y asi no derramar el liquido.
Puso todo en una bandeja y esbozo una leve sonrisa satisfecho de su trabajo.


  Veia como Mangel dormia placidamente, ajeno del mundo exterior. Tenia la bandeja en sus manos y una pequeña sonrisa se asomaba por la comisura de sus labios. 

La relacion con Mangel afortunadamente habia durado ya seis años y contando. Su aniversario llegaria en tres meses, y el ya tenia preparada la sorpresa.

Suspiro; dejo la bandeja sobre la mesita de noche que se hallaba al lado de su cama, y salio al pasillo que conectaba todas las habitaciones para buscar una silla. Sobre ella habia una pila de ropa que el plancho la noche anterior. La cogio, camino hasta la cocina y la dejo sobre la mesa. Luego volvio y tomo la silla para entrar nuevamente a la habitacion que compartia con su novio y dejar la silla frente a la cama. 

Sonrio tomando el respaldar de esa silla blanca, y se sento para observar a su morocho dormir. El café se enfriaria, luego podria calentarlo. Eso ya tenia menor importancia, solo queria observar el rostro dormido de su amado. 

Rubelangel (cortos).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora