El camino entre el aula de Historia y el de Detención era realmente corto, prácticamente ambas aulas estaban pegadas, y, pese a eso, se me hizo interminable. Luke no me hablaba, simplemente me miraba con odio. Se había enfadado conmigo y eso me frustraba a mí. Entendía que tenía mejores planes, pero no había sido mi intención que nos castigaran, yo también prefería estar en otro lugar, como Denver, o al menos mi cama.
-Luke, déjalo ya, no quiero pasarme toda la tarde encerrada aquí sin que me hables, sería muy aburrido.- fingí un puchero, pero él ni siquiera redujo el paso cuando lo agarré de la muñeca y tiré suavemente de él.- Como tu quieras, eres un amargado...- tiró del pomo de la puerta y entró en el aula, soltando la puerta tras él, lo que hizo que casi me golpease con ella. - Imbécil.- murmuré
Busqué algún asiento libre con la mirada, en la fila de atrás estaban Calum, Michael, Luke, Erick y una chica a la que no conocía, entre la desconocida y Erick quedaba uno, al lado de Luke otro, desheché esa idea al instante. Y por último, un asiento sin ocupar en primera fila. Negué con la cabeza y me dirigí al sitio entre Erick y la chica de pelo castaño.
-¡Hey, Evelyn! ¿Qué haces aquí? Pensé que eras una niña buena.- dijo Calum en cuanto me senté.
-Calum, si fuese así nos hubiese abandonado al segundo de conocernos.-le contestó Erick obvio.- Luke tío, ¿qué te pasa? Tienes cara de estreñido.
-Lo que pasa es que os iba a dar plantón y me iba a ir a follar a una tía, y ahora no puedo. Así que Evelyn me jodió el polvo. En conclusión: Evelyn me cae mal.- parecía realmente enfadado.
-No lo he hecho a propósito y lo sabes. ¿Qué coño te pasa? Púdrete.- no me podía creer que se hubiera enfadado tanto simplemente por sexo.
-¿Para dar tanto asco como tú? No gracias.
-Luke, ya está bien. Si te quedas sin sexo pélatela o algo, pero déjala en paz.- gritó Erick llamando la atención de todo el aula, y la del profesor de guardia.
-Señores, esto es un castigo, no el recreo.
(...)
-Perdona, ¿me podrías dejar un lápiz?- preguntó la chica que estaba sentada a mi lado. La observé detenidamente, su pelo castaño caía completamente liso hasta debajo de su pecho, la luz del sol lo hacía ver más claro de lo que seguramente fuera en realidad. Sus ojos marrones verdosos estaban enmarcados por unas largas pestañas negras y unas cejas perfectamente definidas.-Hola, ¿estás ahí?
-Si, lo siento, toma.- dije tendiéndole uno de mis lápices.
Una muchacha con el pelo rojo como el fuego entró apresuradamente en el aula, al hacerlo su bolso se enganchó con el pomo de la puerta, los libros, que hacía unos segundos estaban presionados contra su pecho por su brazo derecho, se encontraban ahora esparcidos por el suelo. Todos los chicos comenzaron a reír, con unas carcajadas más propias de hienas que de seres humanos, todos excepto uno. Michael la miraba fijamente con los puños cerrados sobre el pupitre, su mandíbula estaba completamente cerrada. Me pregunté quien sería esa chica y por qué Michael parecía tan incómodo. Los ojos azules de la muchacha se posaron en mí con una expresión interrogante.
(...)
Los chicos habían decidido ir a tomar algo, y yo que era mejor volver a casa. Michael había estado completamente callado desde que aquella pelirroja irrumpió en el aula, Luke continuaba sin hablarme y Calum y Erick trataban de animarnos, sin éxito alguno. La situación era realmente incómoda, y además de eso tenía ganas de tumbarme en el sofá y ver alguna película de acción por la que no sintiese interés alguno, y que sólo soportarse porque era una de las cosas que me unía a mi hermano.
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Light ||Luke Hemmings||
Random—Vosotros cuatro habéis cambiado mi vida. Sois mis cuatro idiotas. ••• —Soy fuego, y tú pura gasolina.— mis ojos conectaron con los suyos y de nuevo un deseo voraz inundó mi cuerpo. —Llámame pirómano, pero no me importaría ver esta cama arder.— y aq...