Dosce

41 7 1
                                    

Abro los ojos. Lo primero que veo es blanco. Todo blanco. No puedo ver muy bien, tal vez porque... No lo se, no recuerdo que pasó. Trato de acordarme de algo ordenando los suceso que pasaron hace rato. Estoy acostada sobre una superficie blanda y muy cómoda.
Mi vista comienza a aclararse, y puedo ver que lo blanco, era un techo. Volteo al lado izquierdo y hay una ventana grande, cerca de mi hay muchos aparatos. En el lado izquierdo también hay aparatos, pero no una ventana. Tengo conectado un catéter a la mano. Estoy en un hospital.
Miro por la ventana. En el exterior veo árboles, flores y pasto, más lejos hay algunas casas hermosas cruzando la carretera... La carretera. Comienzo a recordar un poco. Pero sólo logro recordarme acostada en la carretera.
De repente, se abre la puerta. Entra mi madre acompañada de un doctor. El doctor tiene canas en el bigote y el cabello, tiene los ojos azul celeste y la piel blanca, es alto y delgado.
El rostro de mi mamá al ver que ya estoy despierta se ilumina y corre hacia mi, me abraza y me da un beso en la mejilla.
-Mi amor, ¿Como te sientes?- me dice preocupada.
-Bien- contesto.
Trato de mover el brazo, pero me duele.
-¿Que me paso?- pregunto.
-Pues verás- comienza a decir mi madre pero el doctor la interrumpe.
-Tuviste un accidente, ibas saliendo de una fiesta y no te fijaste en la calle y venía una camioneta- dice el doctor con toda la seriedad del mundo.
Pero, otro recuerdo vago se me viene a la mente. Sam besándome. Un escalofrío me recorre todo el cuerpo. Luego recuerdo a Jake gritando una grosería mientras mira fijamente un objeto o una persona y no se porque hace eso...
-Recuerdo algunas cosas pero no...
-Estas confundida, te golpeaste fuerte en la cabeza y por eso sólo piensas puras tonterías- dice alguien detrás de mi madre y el doctor.
Ambos voltean y esta Sam.
-Joven, usted no debería estar aquí- dice el doctor.
-¿Pueden darnos un momento a solas?- pregunto.
Mi mama se queda callada un momento y luego contesta:
-Si.
Ambos se van y me dejan sola con Sam. El cierra la puerta y al instante me pongo nerviosa y no se por que.
Sam agarra una silla que estaba a un lado de la puerta y la acerca a la camilla donde estoy, se sienta y me mira.
-¿Que es lo que recuerdas de estos últimos días?- me pregunta.
Me pongo a pensar en toda la semana.
-Recuerdo que comenzamos a hablar esta semana y todo... Fue extraño.
El abre los ojos como plato.
-Tu no dejabas de besarme- digo casi en un susurro- tampoco de abrazarme, pero luego, algo paso y yo salí con Jake, pero no recuerdo que, también recuerdo que en la fiesta, me subiste a una mesa y no dejabas de besarme, y luego...- me detengo.
-Continúa- dice Sam.
-Luego te fuiste y no volviste y fui a buscarte y me encontré a Jake y el parecía asustado porque no me encontraba y dijo algo, no recuerdo que, yo salí a hacía el coche de Jake para dejar mi bolsa y... Sólo recuerdo una luz blanca y un claxon.
Me siento confundida. Demasiado, había recordado otras cosas pero ya no están...
-¿Es todo?- pregunta.
-Si- contesto no tan segura.
Me agarra la mano izquierda y la besa con delicadeza.
-Mira, tu y yo...
-¡Guapa!- Grita alguien desde la puerta.
Volteamos los dos al mismo tiempo y esta Jake. Sam pone los ojos en blanco y me suelta la mano. Suspiro con devolución cuando hace eso.
Jake se acerca a mi ignorando a Sam y me besa. Otro recuerdo viene. Jake es mi... ¿Novio?
Cuando Jake se aleja de mi voltea a ver a Sam.
-Bye- le dice Jake a Sam para que se retire.
Sam se va.
-¿Jake?- le digo.
-¿Si guapa?
-¿Tu y yo somos... Novios?- pregunto insegura.
Jake me mira confudido. Se sienta en la silla que ocupada Sam y piensa.
-¿No recuerdas que...- se detiene.
-¿Que?- pregunto.
Piensa más.
-Mi amor, claro que si somos novios- dice con una gran sonrisa.
Se levanta y vuelve a besarme.
Después de muchos besos, Jake se va y a las 4:30 p.m. Me dan de alta y puedo irme a mi casa.
Mi madre me explica todo en el camino. Al parecer sufrí un buen golpe en la cabeza y por eso estoy confundida. No dure horas en el hospital, sino una noche y toda la mañana. Mi mamá no sabía que Jake y yo éramos novios. Sam se comporto muy bien con mi mama pero después salió a fumar y eso a mi madre no le gustó. Me prohibió juntarme con el, en cambio, Jake, según ella, es perfecto. Si supiera que casi me mete la lengua hasta la garganta. La verdad, no se porque soy tan tonta, Jake sólo me besa y ya, no habla conmigo sobre nada y no creo que sea mi tipo.
Cuando llego a mi casa decido hablarle a Reagan.
Reagan contesta como a los cinco segundos.
-¡Hola Liza!- dice entusiasmada y a la vez preocupada- ¿Cómo estas?
-Hola, estoy bien, sólo me duele un poco el brazo izquierdo.
-Tienes muy mala suerte, ojalá hubiera sido el derecho- me dice riéndose.
Le platico todo lo que recuerdo y sobre la fiesta, también sobre Jake.
-Oye, oye, ¿Jake y tu son novios?- pregunta interrumpiendome.
-Al parecer nadie lo sabía.
-Pero yo soy tu mejor...
Dejo de poner atención cuando escucho un fuerte ruido en la sala.
-Oye Reagan, espérame- Le digo.
-¿Me vas a dejar esperando? Me voy a ...
Dejo el teléfono en la cama. Camino hacia la puerta de mi cuarto. Tomo el bate de béisbol que mi hermano siempre deja en el pasillo y me dirijo escaleras abajo. Miro en la sala y no hay nadie, después me meto en la cocina y tampoco hay nadie. Me dirijo hacia la puerta principal y todo esta normal. Salvo por un paquete. Dejo el bate, agarro el paquete y me siento en el sillón de la sala. Lo abro y hay una carta. Rompo el sobre por el extremo derecho y sacó la carta. Esta escrita con tinta azul y letra algo extraña. Ahogo un grito al leer la carta.
12 días faltan, a las 12 de la noche, en el minuto 12, cuando tu estés en la calle 12, en la casa 12, matare a las 12 personas más importantes en tu vida, a menos que, te suicides el día 12, con el arma dentro de la caja.

Reviso la caja. Dentro hay un cuchillo, con el número 12 grabado en el.
Corro rápido hasta mi cuarto. Reagan a colgado. Reviso mi celular. Mañana será 12.p

Alguien tiene que irseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora