Ilusiones y desilusiones

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Sam se aparta de mi y comienza a caminar.
Me quedo sentada en la banca, sin mover un músculo. Bambi.
Me levanto de la banca y volteo al pasillo, alcanzo a ver los Vans rojos de Sam doblando la esquina.
-¡Sam!- grito y me tapó la boca.
El salón de la profesora Luna esta a un lado y le molesta todo, hasta podría mandarme reporté por esto.
Comienzo a correr en busca de Sam.
De nuevo veo sus Vans doblando la esquina. Y una, dos, tres veces más hasta que sale por la puerta trasera de la escuela.
De pronto, comienza a correr y yo igual.
-¡Sam!- grito de nuevo.
El voltea y se ríe.
Es un idiota, un estúpido, y... Guapo idiota. Se mira muy bien cuando corre, y corre demasiado rápido, mi vista de pone en otra parte... Y rápido la aparto.
Mis pulmones comienzan a pedirme aire.
Sam y yo pasamos las bancas que están en el jardín, y el patio de los populares. Corremos más y más, hasta que se detiene y se da la vuelta para verme. Yo también me detengo y me siento en una banca que ni siquiera sabía que existía.
-Estoy a punto de enseñarte algo que muy pocas personas saben que existe- me dice y me mira directo a los ojos.
-¿Cómo... Como no estas cansado?- digo jadeando.
-Ya ves.-contesta- prométeme que no le dirás a nadie.
-Te lo prometo- contesto rápido.
-Estoy confiando en ti hermosa, no sabes de lo que soy capaz si me entero de que alguien más sabe de esto.
Me quedo en shock, es verdad, no se de lo que sea capaz Sam, ni siquiera se quien es Sam.
-Cierra los ojos- me pide.
Y lo hago.
Me pone algo en los ojos y me lo amarra por detrás.
Caminamos un poco más y tengo miedo de caer, Sam me toma por la cintura con ambos brazos como si me estuviera abrazando y me pega a el, me pongo nerviosa.
-Solo un poco más- me susurra en el oído y me estremezco.
Unos segundos después me suelta. Se escucha un ruido y luego el rechinar de una puerta.
Me toma de la mano y me recuerda a mi... Lo que sea que haya pasado o no anoche. De nuevo me suelta y se escucha otra vez la misma puerta. Me quita la venda. Es un jardín hermoso, con pinos, margaritas, rosas, orquídeas, y cientos de flores que no se sus nombres.
Miro algo blanco y peludo pasar rápido.
-¿Eso... Eso fue un conejo?- pregunto asombrada.
¿Cómo tiene esto en la escuela?
-Si, hay dos, son los animales menos ruidosos que pude conseguir.
-¿Quien más sabe de esto?- pregunto.
Piensa un poco.
-Mis padres, el director y tu- contesta- Ven hermosa.
Me agarra de la mano y comienza a correr.
Por alguna extraña razón me río y el igual. Su risa es hermosa, y justo ahora no me da miedo admitirlo.
Me lleva a un árbol y hay un columpio de llanta en una de sus ramas.
-Subete- me dice.
-¿Yo? No, así estoy bien.
-Por favor, súbete- mi dice con una voz suave.
Le hago caso y me subo, batallo para subirme y el se ríe, por alguna razón ya no me molesta. Cuando estoy bien sentada, el me empuja, siento como si la soga se fuera a romper en cualquier momento, pero después agarro confianza.
Pasan algunos minutos y el detiene el columpio. Me ayuda a bajar y casi caigo.
Cuando estoy en el piso, el me toma por la cintura y me acerca a el. Me besa, y todos es perfecto, pero algo esta mal... Comienza a llover. De nuevo.
Me separo rápido de el y abre mucho sus hermosos ojos.
Recuerdo para que lo seguí.
-¿No fue un sueño o si?- le pregunto con un tono serio.
El se queda callado. Aparta la mirada.
-¡Contéstame!- grito.
Después de unos segundos suspira y dice:
-No, no lo fue-responde.
Comienza a llover más fuerte.
Lo sabía, pero, quería creer que era un sueño y no me había puesto a pensar en que pasaría después, en todas las dudas que vendrían a mi...
-¿Y que...
-Después responderé todas las preguntas que me hagas ¿Ok? Pero ahora no, por favor- dice acercándose a mi y tomándome por la cintura, me sorprendo.
-Prometelo.- le digo.
Aprieta los labios.
Se acerca a mi y dice:
-Te lo prometo.
Después, vuelve a besarme, esta vez con más intensidad.
Se separa de mi.
-Vamonos, no quiero llegar tarde de nuevo.- dice con una media sonrisa.
Trato de voltearme hacia dónde creo que estaba la puerta pero el me detiene.
Y me venda los ojos.
Caminamos tomados de la mano y en silencio.
Y, Antes de entrar a la escuela por la puerta de atrás, me empuja hacia la pared y me besa.

Biología.
Odio biología, más porque en esta clase no voy con Sam y porque esta Rachel.
Ella siempre se quiere ligar a los profesores jóvenes y le funciona bien. Me da asco.
Ella casi siempre usa vestidos, shorts o faldas súper cortos. Es una zorra.
Cuando la clase termina, me levanto y Rachel me detiene con la mano para dejar que ella pase primero. Tuerzo los ojos.
Le giña el ojo al profesor y se va.
Antes de que pueda salir del salón, Jake, un chico alto, piel blanca, cabello castaño claro y ojos color miel, se para frente a mi. El es el capitán del equipo de fútbol americano de la escuela.
-Hola Liz- me dice con una sonrisa coqueta.
-Hola, Jake- contesto sin ninguna emoción.
Por un rato ambos nos miramos a los ojos pero yo aparto la mirada rápido.
-Estaba pensando- dice y se pone la mano izquierda en la cabeza. Jake esta nervioso.-Que si tu, que si nosotros podemos salir hoy... Al cine- me dice.
Yo levanto las cejas sorpendida.
-¡O a donde tu quieras!- me dice.
La verdad no quiero salir con el, ¿Que diría Sam?
-Mira Jake, no es que no quiera, si no que...-trato de buscar una excusa, y rápido viene una a mi mente- tengo mucha tarea.
Su sonrisa coqueta desaparece.
-Oh... E-esta bien- tartamudea- nos vemos luego.- dice y se aparta para que yo pase primero.
Pero al salir, veo algo que hace que sienta horrible en el pecho.
Recargados en un árbol a pocos metros de mi, el la toma por la cintura... Y más abajo, ella lo besa con mucha intensidad.
Sam y Rachel se están besando.
Me volteo y esta Jake detrás de mi.
Debo verme muy mal por que me pregunta:
-¿Que tienes?
Trato de razonar todo. Que me haya besado no significaba nada y Jake quiere salir conmigo así que...
-Pensándolo bien, pasa por mi a las 5:30- le digo y le doy un beso rápido en la mejilla.
Después, me volteo y camino a mi siguiente clase.

Alguien tiene que irseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora