Preguntas

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Mi madre cierra la puerta tras de ella y escucho sus pasos alejarse. Me siento en el borde de mi cama y volteo a ver mi espejo roto. Me hacerlo a este miro mi reflejo. ¿Qué cosa soy? Me pregunto a mi misma. Tal vez estoy soñando, esto no puede ser verdad. Me pellizco como lo hacen en las películas y libros pero no funciona, aún estoy en mi habitación viendo mi reflejo. Yo no puedo ser una bruja, la única bruja aquí es Rachel. Sólo hay una fines de averiguarlo. Miro mi celular que está en mi mesa de noche y sólo pienso en querer moverlo, al tercer intento, este se mueve y cae sobre mi cama. Me quedo en shock, viendo mi celular. Me tiro al piso y comienzo a llorar.
Jamás podré tener una vida normal, es más, tal vez muera en poco tiempo. Veo los vidrios en el piso, me hacen recordar mi pasado. Cuando yo tenía doce o trece años, me autolesionaba, eso ayudaba a calmar mi dolor por un rato. Me sorprendía lo rápido que sanaban mis cortadas, pero ahora no, yo sólo pensaba "Que sanen rápido para que mamá no las vea" ahora que se lo que soy, ya no me sorprende. Hace mucho que no tengo la necesidad de lastimarme.
Alguien toca la puerta, esta se abre y entra mi mamá.
-Se me había olvidado decirte que vino Reagan, estaba muy mal así que llame a sus padres...- hace una pausa- Elizabeth no has empacado nada.
Se me había olvidado que desde ahora viviría con la abuela.
-Lo siento, ahora comienzo- le digo y me levanto.
Voy hacia mi closet. Ella sale del cuarto.
Duro dos horas empacando todas mis cosas, mis muebles Michael ya los subió a la camioneta excepto mi cama, la abuela tiene camas más cómodas allá, en total mi ropa cabe en tres maletas medianas. Cuando termino de empacar mis libros, mi celular suena. Es un mensaje de Sam.
Ve al jardín trasero de tu casa Bambie.
Me escabullo por las escaleras y salgo sigilosamente por la puerta trasera.
No miro a Sam por ningún lado. Mi jardín trasero es hermoso, tiene pasto y muchas flores, tenemos una fuente en medio y un almacén en la esquina derecha del jardín. Veo que la puerta del almacén esta abierta. Voy a cerrarla pero escucho un ruido, entro y prendo la luz y ahí esta Sam.
-¿Como entras a mi casa sin que nadie se de cuenta?- le pregunto.
-Experiencia- dice el con una media sonrisa.
-¿Experiencia de tus antiguas novias?- le pregunto.
El se acerca y me rodea la cintura con sus brazos.
-Algo así- me dice.
Sam me besa dulcemente y cuando se aleja sólo pienso en algo "¿Sam será virgen?"
Se que es una pregunta tonta teniendo en cuenta que tengo otras miles, que acabo de descubrir que soy algo que la mayoría de mi vida creí que no existía y que también no recuerdo muchas cosas.
Pero diablos, así como Sam se mete a mi casa, se pudo haber metido a la casa de muchas otras y no nada más para conversar o besarlas un poco.
-¿Te vas ir?- me pregunta.
Por alguna razón lo abrazo. La verdad es que es extraño porque acabo de terminar con mi novio que no recordaba nada de nuestra relación pero era mi novio aún así, y ahora, ni un día después de terminar, me estoy besando con alguien más. Soy tan maldita.  Pero yo no lo amaba, no se puede terminar algo que jamás comenzó.
-Si- contesto pegada a su pecho- pero ahí puedes entrar por la puerta principal y mi abuela te dejara quedarte un buen rato.
-Ahí estaré la mayoría de los días- me dice acariciando mi cabello.
-Esta bien.
Nos quedamos así un rato, sin decir nada. No recuerdo mucho de Sam, es como si mis pensamientos estuvieran bloqueados y de verdad se siente horrible.
-¡Liza!- grita mi mamá en algún lugar de la casa.
Volteo a ver a Sam.
-Me tengo que ir- le digo y le doy un beso rápido.
Me sonríe y salgo del lugar.
Entro a la casa y veo a mamá en la cocina.
-¿Que hacías ahí?- me pregunta apenas verme.
Pienso rápido y contesto la primer excusa que se me viene a la mente.
-Fui a ver si no había nada mío allá.
Al parecer ella me cree porque sólo dice:
-Michael ya subió todo, ya nos vamos.
Antes de abrir la puerta, ella me abraza y comienza a llorar.
-Mamá- comienzo a deci- iré con la abuela, no con una extraña.
Cuando se separa y la miro hago un esfuerzo por no llorar.
-Lo se, pero...- se limpia las lágrimas- nada, vámonos.
El camino es puro silencio, ni siquiera nos molestamos en poner música.
Michael maneja, mamá está del lado del copiloto y yo atrás.
Cuando vamos a la mitad del camino, yo rompo el silencio.
-¿Vendrán a visitarme?- pregunto.
-Claro- contesta mamá.
-Yo te veré todos los días en la escuela- me dice Michael.
La escuela... Oh mierda, ¡La escuela!
-¿Como iré a la escuela?
Michael ríe.
-Tomarás el autobús- dice mi mamá.
-¿Que? ¡No!- grito- ¿La abuela no tiene carro?
-Tiene uno pero no lo maneja y tu no tienes tu licencia para conducir- me dice Michael.
El resto del camino sólo puedo pensar en lo que soy, en la cosa que soy. Todo va a cambiar, absolutamente todo, no se sí le tenga que decir a Sam, ¿Estará permitido? Entiendo que mi madre sólo quería tenerme de vuelta, que quería protegerme, pero no debió ocultarme lo que soy y decirme a los dieciséis años. ¿Quien más de nuestra familia serán bujas? ¿Que me enseñara la abuela? Muchas preguntas invaden mi cabeza y luego pienso en una de nuevo, ¿Sam será virgen?
Me mata la curiosidad de cada una de las preguntas, aunque la de Sam viren es muy estúpida.
Me salgo de mis pensamientos cuando Michael frena frente a la casa de mi abuela. Ella tiene el cabello Rubio rojizo, tiene ojos café claro y parece de unos 48 años, tiene 53. Ya no veníamos tan seguido como antes, esta casa me trae muchos recuerdo tanto buenos, como malos.
Cuando entramos a la casa, veo a mi abuela sentada en un sillón.
-Al fin- dice ella- estuve esperando esto hace mucho tiempo.
Cuando volteo para ver a mamá, ya no esta ni ella, ni Michael, ni mis cosas.
-Oh, querida, tus cosas ya están arriba, lo puse lo más parecido a tu habitación de allá- me dice y yo me confundo- ¿Para que tener poderes sino los aprovechas?
Ella o mamá acaban de usar magia.
Yo no digo absolutamente nada.
-Con confianza querida- me dice con una sonrisa- yo te enseñare todo lo que tengas que saber.
>>Aquí comienza, una nueva etapa.

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Un beso.

Alguien tiene que irseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora