Nueva etapa

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Me acuesto en mi nueva cama y observo mi nuevo cuarto, la única diferencia entre este y mi antiguo cuarto, es que este tiene paredes color café claro, lo demás-supongo que gracias a la magia-esta completamente igual. La verdad me sentí mal cuando voltee hacia atrás y no estaba mamá, creía que se despediría de mi, pero no es como si la fuera a dejar de ver, ¿O si?
Alguien toca la puerta, y después esta se abre. Es la abuela, lógico, sólo estamos ella y yo en esta casa.
Me siento abrazando mis piernas.
-Querida, ¿Como te encuentras?- me pregunta.
-Bastante bien gracias- contesto mintiendo.
Ella se sienta en el borde de mi cama.
-Mañana comenzaremos tu entrenamiento.
Al instante me preocupo, ¿Que pasa si no lo hago bien?
-Eso suena difícil- le digo.
-Oh claro, si, no es nada fácil- me comienza a decir- verás, cuando me entere de que era una bruja, yo tenía tu edad, estaba muy asustada, yo no tuve la suerte de que me enseñara un familiar.
-¿No?- pregunto.
-No, verás, tienes mucho que aprender. Las brujas tienen un consejo, cada diez años el consejo cambia, son cinco brujas en el consejo y cada una tiene que entrenar a quien la remplazará, a mi me toco una bruja que al parecer me odiaba- ella suspira- me trataba muy mal, me exigía mucho, yo era una adolescente y no podía ver la verdadera causa por la cual me trataba así-viene a suspirar- Lo supe hasta el día en que murió, y sólo porque ella me lo dijo.
>>Elizabeth, no importa que tan mal una persona te trate, la vida, siempre te tratará peor.
Mi abuela comienza a llorar. Me acerco a ella y la abrazo.
No se que tanto le habrá pasado a ella al transcurso de los años, sólo se que su vida no ha sido nada buena.

***

Fui a tu casa anoche, ¿Por que no me dijiste que perderías tu virginidad?

Frunzo el sueño al leer el papel que me acaba de mandar Reagan.
La volteo a ver. Y niego con la cabeza.
Ella levanta una ceja.
-¿...Entendiste Elizabeth?- me pregunta la maestra de matemáticas- supongo que si, dame eso- me dice y se acerca a mi.
Hago el papel bolita con mi mano.
-¿Quieres que te cuente como a los niños de kinder?- me dice ella acercando su cara a la mía.
Esa maestra siempre me a odiado, no se por que, yo soy buena en matemáticas y esta es la primera vez que me llama la atención.
-No- susurro.
Ella se acerca más, desde aquí puedo ver como los hombres le miran el trasero a la maestra y las mujeres me miran a mi, roja como tomate.
-Irás a la dirección si no me lo das.
Y, al no quedarme de otra, término dándoselo.
Tal vez si se lo hubiera dado a la primera, si no lo hubiera abierto aquí, si la maestra no me lo hubiera quitado, tal vez si no hubiera dicho "Felicidades Liza, has entrado al mundo de las no vírgenes", tal vez si mis compañeros no se hubieran reído, tal vez si Sam no me hubiera visto con desepsion, ese cuchillo que se movió "solo" no se hubiera enterrado en el estómago de la profesora de matemáticas.
Nadie sabe bien que paso, excepto yo, y nadie puede culparme, porque yo no me moví de mi lugar.
La ambulancia llegó por la profesora media hora después del accidente, nos desalojaron del salón y a ella se la llevaron a la enfermería. Nos pusieron en el gimnasio. Sam no dejó de mirarme ni un segundo. El director llego al gimnasio y trato de tranqulizarnos, los nerds estaban en shock, las idiotas (populares) "lloraban", los normales (los "x") no decían nada de nada, yo estaba nerviosa, y Sam sólo me veía.
La verdad, no pongo nada de atención a lo que dice el maestro, sólo puedo pensar ¿Como hice eso? ¿Habrá brujas buenas y malas? Y si es así... ¿Soy mala por hacerle si a la maestra? Pero ella se lo merecía... ¿No?
Siento una mirada sobre mi, volteo hacia atrás, y, como lo esperaba, es Sam.
Sus ojos me miran sin parpadear.
Siento un codazo, volteo y es Reagan.
-Pon atención perra- me dice.
Seguro me dirá así desde que resulte "No virgen".
Volteo a ver al director y el me esta viendo, agradezco en mis adentros a Reagan porque si yo ahora estuviera volteando a ver a Sam, seguramente me enviaría a la dirección. Pero, ¿Por que a el no lo regaña? Por Dios, el hombre me esta viendo desde que la maestra me regaño.
La verdad es que no me siento culpable por lo que le hice a la maestra, sólo estoy preocupada por no poder controlar mis poderes. No se que le diré a la abuela, ni siquiera se sí le diré.

Cuando el director estaba a la mitad de su discurso, Olivia, una muchacha bajita de cabello castaño, lentes, ojos verdes, con muchas pecas y lunares, (una de las nerds) me toca el hombro y me da un papel.
-Sam- me susurra ella.
Esta vez no cometeré el mismo error, espero a que el director nos diga que ya es hora de receso para poder abrirlo.

Se que lo hiciste tu.

Me pongo tensa. Sam lo sabe. La pregunta es, ¿Como?

Hola, lo siento, la verdad es que se me olvidaba subir capítulo y este está muy corto pero quiero subir al menso unos dos más esta semana.

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Besos.

Alguien tiene que irseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora