Alguien tiene que irse

Bosque

Elizabeth POV:
Nunca había venido a esta parte del bosque, no se me permite salir fuera del pueblo si no me acompaña alguien, Michael y yo siempre planeábamos salir a explorar nuevos lugares...
Le encantaría este lugar.
Después de un rato de sólo caminar, busco un lugar cómodo para sentarme a leer. Los pájaros cantan, las mariposas vuelan de aquí para allá, puedo escuchar las pisadas de los demás animales. Me detengo un poco para respirar el aire fresco, las hojas de los árboles se están cayendo y han tomado un color naranja, otras amarillo, y algunas que yacen en el suelo son cafés, gracias al otoño. Después de quedarme así sin más, comienzo a caminar de nuevo, siento un ardor en la pierna, me agacho y veo una cortada y un poco de sangre, mis medias se han roto. Reviso mi mochila si por casualidad se me ocurrió traer un pantalón, y gracias a Dios que si. Me fijo para ver si no hay nadie, pero que estúpida, lógico no habrá nadie. Me quitó las medias, me pongo el pantalón y luego me bajo la falda, guardó esta y cuando alzó la mirada, veo el lugar perfecto al otro lado de el río. Lleno de árboles, hojas abajo de estos, los rayos del sólo se asoman por las ramas. Miro hacia todos lados para ver una forma de pasar el río pero no hay nada, cuando volteo hacia atrás, veo un tronco, me acerco a el y trato de levantarlo, pero es imposible, esta muy pesado. Dejo mi mochila en el piso y hago otro intento. Para el sexto intento, estoy sudando demasiado, eso odio de mi, sudo mucho, es asqueroso. Me doy por vencida, me siento en el piso a observar el tronco y ese lugar hermoso al que nunca llegare... Pero que estúpida, soy una... Bruja. Me paro y veo al tronco con intensidad. Muévete pienso. Me sorprende que al primer intento este se mueve pero sólo un poco. Me concentro más, imaginando que lo pongo en cada lado del río y hago una especie de puente, magníficamente esto pasa. Agarro mi mochila y lo cruzo. Cuando estoy del otro lado sonrío y observo en lugar con orgullo. Me siento y abro el libro, pero en cuanto hago esto último, escucho unos aplausos. Me sobresalto.
-Vaya, vaya- dice una voz, la voz más irritante de todas.
Rachel.
Ella cruza mi puente.
-Dios, Elizabeth- dice fingiendo una cara de asombro- sabía que eras poderosa, pero no tanto.
Frunzo el ceño.
-¿Como lo sabes?- pregunto.
-Tu abuela, se a encargado de que todas las brujas sepan que tu eres una de las más poderosas- dice sonriendo- Pero, no tanto como yo.
Ella señala las hoja con su dedo índice y esta se movieron.
-Aire- dice.
Después con el mismo dedo, señala para arriba y levanta tierra, después señala el dedo hacia mi, y viene lo peor.
-Tierra.
Voltea hacia atrás, mira el agua y luego a mi, me empapa toda y a mi libro también.
-A...
-Si, si, lo se- la interrumpo- Agua.
Ella deja de sonreír.
-¿Sabes cuál sigue?
Me quedo en shock.
-Exacto, fuego- dice y las hojas de mi al rededor comienzan a encender en llamas.
Ahogo un grito. Me hago hacia atrás, en un acto reflejo muevo con mi mente las hojas.
Rachel grita. Todas se han ido contra ella pero ella alcanza a apagar el fuego.
Tiene los ojos abiertos, esta asustada, pero recupera su postura pronto.
-¿Y tu que puedes hacer? Sólo mueves cosas- me dice.
Busca algo en su bolsillo trasero y lo saca. Una pistola.
Me quedo helada. No se que hacer, es el fin.
-Bueno, sólo movías cosas.
Pude haberme quitado, o mover la bala hacia otro lado. Pero no lo hice, sólo quería estar con Michael.

Hola, este capítulo es muy corto, porque sólo quería publicar lo que pasó.
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Besos.