Capitulo 41

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- Nada realmente - corté mis palabras y seguí lanzando las cosas a mi pequeño bolso, no me molestaba en doblarlas, ya lo haría cuando llegara a mi casa.

- Charlotte- llamo acercándose a mi

- ¿Cuando deje de ser Char?- escupí sarcástica, celosa

- ¿Esto es por lo de Pezza?- preguntó mirándome confundido, sus ojos no miraban los míos, tanteaba su vista en mi cara intentando encontrar alguna respuesta

- ¿Pezza?- sentí un nudo en mi garganta- ¿Los sentimientos ya volvieron o solo es un apodo como todos los que les pones a tus novias?

- Pero que...

- No intentes darme excusas baratas, vi como la mirabas- me desquite entrando en el baño, no preste atención cuando boté su cepillo de dientes y los trozos del contenedor se esparcieron por el suelo- Debí ponerte un espejo enfrente o al menos tomarte una foto..

- Charlotte- su nombre fue un fondo para mi flamante discurso

- Seguro ya hay cientos en Internet, google, instagram, facebook... deberías buscarlas, para que así puedas ver la baba resbalar por tu mentón- roce mi hombro con el suyo intencionalmente, mis pasos resonaban contra el suelo y golpeaba la mesa cuando recogía las cosas- Podrías enmarcarlas, seria un bonito recuerdo

- ¿Por que estas haciendo esto?

- Por que... estoy enojada- grité siendo sincera, quería serlo, no veía el objeto de ocultarlo. El arrebato me duro muy poco ya que al segundo me arrepentí de mis palabras, quise borrarlas, pasar una goma por encima de ellas y fingir demencia y no responder- Sabes, solo olvídalo

- No voy a olvidarlo- siseo tomándome por el codo

- ¿Por que no?- escupí furiosa- Ayer lo hiciste muy bien

- ¡Ayer estábamos bien!- se exaltó alzando los brazos- ¿Que paso?

- Me dejaste sola- sonreí cínica- Me diste tiempo para pensar y darme cuenta de que esto en realidad es todo una farsa

- Firmamos un contrato- me recordó

- Y tu eres un gran actor

Estampé la puerta tras mi salida, el camino hasta el fin de las escaleras fue tenso y tembloroso. Las lagrimas ya picaban en mis labios, me sentía tan estúpida

- Andrea- llame con la voz entrecortada


Zayn

Frustrado, lleve mis manos a mi cabello, jalé varias veces. Me levante de golpe, lance una patada al cesto de la ropa sucia y me mire en el espejo

¿Que había hecho?

Me había sorprendido, su presencia en aquel partido de Tenis... a ella ni siquiera le gusta el Tenis. No olvidé mi mirada clavada sobre su cabello, me había dividido en dos partes. Una seguía pensando en lo hermosa que se veía, la forma en la que llevaba pintado su cabello. Había dejado de lado los extravagantes tintes de colores como el aqua,  rosa, morado... ahora cargaba con un rubio con luces, algo opaco. Se veía mas grande, mas madura, las ojeras no se veían desde la posición en la que estaba pero aun las recordaba debajo de sus ojos aquella noche en que la deje.

Cuando le dije que tenia que fingir una relación con Charlotte Thompson.

Las lagrimas corriendo por su cuello, empapando su blusa. Sus mangas mojadas y los sollozos que expulsaba sin parar. Siempre mantuvo las manos en el dobladillo de su suéter, mi suéter, aferrándose a el con fuerza como si fuera a separarla de el. 

Sus palabras se repetían en mi cabeza, me reclamaba a gritos por que había aceptado y no aceptaba mis explicaciones. Ninguna de ellas.

La abrace, recosté su cabeza en mi pecho y recordé aquellas palabras

"Cuando esto acabe, todo volverá a ser como antes"

Restrege mis ojos y porfire un suspiro.

Luego estaba esta otra parte, la que me recordaba a Charlotte y sus manías. Sus inseguridades, constantes cambios de humor, sonrisas mañaneras.

Esa chica demostró ser algo completamente diferente a lo que siempre creí. Sin dejarme algún rastro de cuando comenzó, se metió dentro de mi piel, se encargo de crear un pequeño cosquilleo tras su paso pero de hacerlo lo suficientemente placentero como para que yo lo ignorara. 

Llevábamos dos meses saliendo, o casi dos meses. 

La firma en aquel papel ya significaba algo mas para ambos, para ella, para mi. Lo sentimientos habían salido a flote y ninguno de los dos había hecho algo al respecto para reprimirlos. Yo no lo había hecho en lo absoluto. Los deje fluir, por que quería ver que tan lejos podía caer por esta chica. 

Y caí, muy muy fuerte

Pero ahora ella esta corriendo, lejos de esta casa, lejos de los problemas. Y aunque duela admitirlo, lejos de mi.

Entrar y verla haciendo su maleta despertó algo en mi corazón, como una alerta. Un pequeño picoteo dentro de mi pecho, debajo de la tela y atravesando mi piel. 

Desperté de mi sueño y mire la puerta. Completamente cerrada.

Ella dio un portazo al salir

Corrí escaleras abajo, saltando los escalones y tropezando en lo ultimo

-Chicos- susurré al verlos aun en la sala

Todos desfilaban caras confundidas, ceños arrugados y miradas curiosas que pasaban entre ellos y se dignaban a compartirme tiempo después

- ¿han...

- Se ha ido- susurró Liam, una mueca tiraba de sus labios hacia afuera, una mueca de pena y una cerveza lo adornaban- Charlotte, se ha ido- como si no hubiera sido suficiente reafirmo las palabras haciéndome sentir mas impotente

Suspire, pasándome las manos por la cara deje caer mi peso sobre el sillón

- Lo siento chicos- susurré hacia ellos aun con mi rostro escondido tras mis dedos- Quiero estar solo

Todos asintieron. 

Dieron algunas palmadas a mis hombros y espalda y susurraron algunas palabras de  aliento en mi oído como despedida. Ver la puerta cerrarse tardo una eternidad, el irritante sonido que emitía por la lentitud con la que Harry la deslizaba. No quería dar un portazo, de eso estaba seguro. Pero su cuidado me estaba matando, solo quería que acabara, que finalmente cortara mi contacto con el mundo exterior y me dejara ahogarme en lagrimas

En confusión, en impotencia

Finalmente se cerro la puerta

Y con ellas, un pequeño interruptor dentro de mi se encendió y deje salir un gritó desde el fondo de mi garganta. Aferre las uñas al cojín que descansaba a mi lado y lo lleve a mi regazo. 

Deje que la furia se desgarrara en mi interior y que todos mis pensamientos siguieran su rumbo. Todos llevándome a una misma persona.

Charlotte

HappinessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora