Desperté por el irritante sonido que mi despertador emitía, comencé a golpear la mesa de noche hasta que lo pague, y me volví a acurrucar entre las sabanas.
Segundo irritante sonido , el despertador de mi celular, di un manotazo en la mesa, y al parecer adivine donde estaba ya que se dejo de escuchar ese chirriante sonido que solo me producía rabia de lo estridente que era.
Tercer irritante sonido del día, el mas irritante y despreciable que se pudiera tener como despertador, me levante y tome el reloj en mis manos, reprimí las ganas de lanzarlo a la pared para que se destrozara en miles de pedacitos y luego ir por un martillo para romper la piecesitas.
Si, por la Gimnasia siempre me levanto muy temprano, incluso antes que los despertadores, pero la noche anterior a penas y dormí unos 15 minutos, no pude pegar los ojos en TODA LA NOCHE, y necesitaba estar mas que concentrada si quería ganar estas olimpiadas.
- Zanahorias, Papa, Leche, bla, bla, bla- mencionaba los nombres de los ingredientes que colocaba dentro de la licuadora para hacer ese batido que tomaba como desayuno todos los días.
Preparaba mi maleta, mientras bebía el licuado que sinceramente sabia asqueroso, pero tenia que tomármelo, era para lo único que tenia tiempo, al tener todas mis cosas listas, me puse mi uniforme y encima la chaqueta y el pants (trousers, pantaloncillos), que correspondía.
Salí de mi departamento y entre en mi auto dirigiendo hacia el gimnasio, lo estacione dentro del estacionamiento de este, no quería repetir el mismo error que el día anterior.
- CHARLOTTE!- grito Margaret, la dueña del lugar
- Margara!- así le decía de cariño, ella al igual que muchas personas en esta locación me conocían desde pequeña
- Ya estas muy grande- dijo ella abrazándome mientras caminábamos hacia la parte de Gimnasia
- Pues, digamos que, que no me veas en 13 años, hace una diferencia- le dije y ella rio
- Debo irme- dijo ella despidiéndose de mi y desapareciendo de mi vista
- CHARLOTTE- grito la voz de mi entrenador, sacándome de mis pensamientos y asustándome a la vez- Llegas muy temprano- asentí acercándome a el
- Debo practicar- dicho esto me retire la chaqueta y el pants que llevaba encima el leotardo que tenia como uniforme
Comencé, a intentar ejecutar la rutina , pero simplemente, No, no era capaz de poder hacerla correctamente, demasiados errores
-Char- me llamo el entrenador- Debemos irnos- dijo el y yo suspire, no sabia que iba a hacer si la rutina no me quedaba perfecta en estos momentos, lo mas seguro es que allá me salga del asco.
- Tranquila, te saldrá bien, solo debes despejarte, concentrarte y olvidarte de todos los que estamos ahí- dijo Ian, mi representante en la gimnasia
- Lo intentare- dije nerviosa.
Me sentía vacía, como si algo me faltara, como si me hubieran partido a la mitad, seguro eran los nervios, si eso debía ser,
- Llegamos- la voz de mi representante me saco de mis pensamientos
- Estas bien?- preguntó Dana, una chica de pelo largo, lacio , ojos verdes, alta, tez blanca, es delgada, ella era la única con la que hablaba en la gimnasia, y de hecho casi no hablábamos yo me la pasaba entrenando
- SI, no te preocupes solo estoy distraída- dije restándole importancia, pero en realidad era muy importante, y los nervios que tenia están para morirme
Comencé a practicar, sin éxito alguno, de nuevo, esto era demasiado frustrante
- Charlotte- gritó una de las gimnastas del equipo
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Happiness
Fiksi PenggemarUna historia algo típica, un pasado trágico, una vida difícil, y un amor llamando a mi puerta. ¿ Que debo atender primero? El hecho de que un extraño quiera entrometerse en su vida la asusta, pero lo que mas la aterra, es el hecho de que ella lo es...