Romeo Santos, el mejor amigo de papá. [COMPLETA]

Capítulo 26.

Caminaba al par de mi papá, mi mamá y mis hermanos. Al parecer, todos habían venido. 

-Falta media hora para que salga el vuelo. --avisó mi papá--

-Quiero ir al baño. --dije--

Mi papá soltó una risa algo rara. 

-No soy tonto.

-En serio, necesito ir.

-¿Entonces, no vas a poner objeción en que tu mamá y dos guardaespaldas te acompañen?

MIERDA. Así no iba a poder escapar, pero no tenía que ser sospechosa. 

-Claro que no. --respondí--

-Bien.

Le ordenó a los guardaespaldas que nos acompañarán al baño. Apenas puse un paso dentro, me encerré en un cubículo. 

La desesperación me ganó. ¿En serio ya no lo volvería a ver? 

Las lágrimas no tardaron en salir. Realmente estaba asustada de no volver a verlo. 

Después de pensar y pensar, decidí pedir ayuda.

Salí de cubículo vacilante. Ahí estaba mi mamá, tan hermosa y elegante como siempre. Con sus mallas de seda, su vestido blanco que apenas sobresalía de su abrigo negro y esos tacones de 14 cm. 

-Mamá. --susurré con lágrimas en los ojos--

Mi mamá corrió hasta mí y me abrazó.

-¿Qué te pasa?

-Mamá yo no quiero irme. Yo quiero estar con Anthony. --rompí en llanto--

-Mi amor... --acarició mi cabello--

-Ayúdame.

-No puedo.

-Mamá..

-¿Si? 

-Lo amo. 

Mi mamá me miró impresionada. 

-Amar es algo muy...

-Amar es algo muy fuerte, muy intenso y muy grande. Lo sé. Sé que es amar y lo sé gracias a él. Te juro mamá, te juro que lo amo. Te lo juro por él. 

Mi mamá acarició mi cabeza..

-Hija, ¿estás segura? 

-Si mamá. Más segura que nunca.

-Está bien, pero ¿cómo nos deshacemos de los guardias? 

¡Mamá iba a ayudarme! Exploré el baño con la mirada y vi una ventana. Era algo pequeña, pero podía salir por ella. 

-Allá. --señalé la ventana-- Te amo, te voy a estar agradecida toda la vida. --le di un abrazo--