Anthony me miró con los ojos bien abiertos y se quedó unos minutos estático. De pronto empezó a balbucear cosas ilegibles.
-Dios mío. --una enorme sonrisa se formó en sus labios y de pronto sus ojos se llenaron de lágrimas-- No sabes lo feliz que me haces Victoria. --me abrazó con delicadeza-- Y si es niño por ley debe llevar tan siquiera un nombre mío.
-Si es niño tú eliges el nombre. Si es niña lo elijo yo.
-Trato hecho. --estrechamos nuestras manos--
-¿Cómo quieres llamarlo?
-Mick.
-¿Cómo Mick Jagger?
Anthony asintió.
-Y tú, ¿cómo la llamarías?
-Louise.
-Por Louise. --reconocí tristeza en su voz--
-¿No te gusta?
-No es eso, sólo que..
-¿Lo extrañas?
-Demasiado. --admitió--
-¿No crees que es momento de volver?
Anthony negó entristecido.
-Louise nunca va a perdonarme esto. Lo sé.
-Pero es que ya pasaron tres años. Quizá ya lo olvidó.
-¿Olvidar que técnicamente me robé a su hija que en aquel entonces tenía diecisiete? No lo creo. --bufó--
Dimos ahí terminada nuestra conversación.
***
9 meses después:
Estaba echando en la lavadora los abrigos más calientes de Anthony. Ya se venía diciembre, la temporada más fría del año y valía la pena estar bien preparados.
Cerré la puertecita de la lavadora y de pronto sentí una patadita de él o ella. Aún no sabíamos cual era su sexo. Habíamos ido a varias ecografias, pero le pedimos al doctor que fuera sorpresa.
-Calma cariño. --acaricié mi barriga de nueve meses bastante crecida--
Pero esta vez me pateó tan fuerte que creí que iba a caerme. Me sostuve de la lavadora y cuando por fin me estaba recuperando, sentí un nuevo golpe. Estas no eran patadas. Al ser primeriza no las reconocí al instante, pero juraría que eran contracciones.
-Maldita sea. ¿Justo hoy decidiste nacer?. A penas nazcas te voy a castigar. --mordí mi labio tras una nueva contracción--
Hoy. Hoy que el auto se había descompuesto y Anthony estaba a mitad de juicio sumamente importante.
-Por favor, espera un poquito más bebé. --intenté sonar dulce, pero mi voz sonó más como un chillido suplicante--
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Romeo Santos, el mejor amigo de papá. [COMPLETA]
Romance**PARA MAYORES DE 16 AÑOS** Dicen que para el amor no hay edad, pero ¿qué pasa cuando la diferencia son 15 años? Yo era de esas chicas que solía ignorar las tonterías del amor, hasta que me enamoré de un imposible. Teniendo sólo 16 años, me e...