38. Si mi sangre fuese tinta y mi corazon tintero

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-Todavía no me puedo creer que hayáis estado 6 horas encerrados y no nos hayamos dado cuenta.-Le dijo Lucía al grupo que acababa de ser rescatado.
-¡Y yo tampoco!-Le respondió Natalia.
-Ahora vamos a que comáis algo, aunque más bien es hora de merendar son las 5 de la tarde.- Dijo Juan.- ¡Os habéis perdido el día de relax!
-Con las ganas que tenía de ir al SPA...-Dijo Natalia.

Cuando llegaron al comedor, se pusieron las botas, comieron tanto dulce como salado. Fue una mezcla de desayuno, comida y merienda, un desacomimeri.

-Esta noche hay fiesta temática de despedida después de cenar.-Dijo Juan.
-El tema son personajes ficticios de libros y películas. Podéis ir de Caperucita Roja, el gato con botas , harry potter, Batman, supergirl, el Quijote, Edward Cullen, Romeo... ¡Lo que se os venga a la cabeza!-Continuó Diego.
-¡Que divertido!- Dijo Natalia.-A ver si encuentro a mi Romeo.
-Y yo a mi Edward Cullen- Dijo Lucia.
-¿Y porque nadie quiere encontrar a su Harry Potter?-Dijo Jorge molesto, haciendo reír a todos los que se encontraban en la sala.
-No te preocupes, a mi me gusta Harry Potter.-Dijo Julia poniendo celosos a Ángel y a Rafa.

Julia no le dirigió la palabra a Angel en toda la comida y no pensaba hacerlo, su relación había terminado, y no había forma de arreglarlo. Pero Angel no se quería dar por vencido, y cuando todos sus compañeros se habían ido a buscarse el disfraz y solo estaban Natalia, Lucia y Julia en el comedor, se escondió detrás de la puerta para espiarlas. Hasta qué recibió una sorpresa.

-¿Que estas haciendo?-Preguntó Valentina.
-Shh. Estoy intentando averiguar de que se va a disfrazar Julia para vestirme de su pareja.
-¡Quieres dejarla ya!¡Olvidate de ella!
-Lo sabe todo, ella, Natalia y Giovanni. ¿Cómo has podido mentirme?¿Porque pegaste a Natalia?¿Porque me hiciste besarla? ¡Ella no sabia nada!
-¿Enserio, no sabes por que?
-No.
-Estas ciego. ¡Estoy enamorada de ti! Pero tu no te dabas cuenta. Estabas loco con Julia.
-Y por eso pegaste a Natalia. Porque sabias que si ella sufría, Julia también lo haría. Y la besé para nada. ¡Tu solo querías que rompiéramos! Tienes razón estaba ciego. Pero no por ella, por ti. Que tonto he sido al no darme cuenta.
-Tu no le quieres a ella, me quieres a mi, siempre lo has hecho. Te he cambiado la vida.
-Déjame en paz. No quiero verte mas.
-Me las pagaran. Esa niñata y su amiga, por robarme a mi chico.-Dijo Valentina histérica.
-Como les hagas algo, te juro que te...-Dijo cogiéndola de la camiseta.
-Me ¿que? Me ¿mataras? ¿Como hiciste con aquella pobre chica?-Dijo provocándole.

Y tras empujarla y dejarla tirada en el suelo, Ángel salió corriendo, y llorando se metió en en el baño del vestíbulo. Todos tenían razón. Era un asesino. Era peligroso. Debía desaparecer. ¿Y que mejor forma, que como lo hizo aquella joven inocente? Entonces cogió la navaja suiza que tenía en el bolsillo. Y como aquel poema decía: "Si mi sangre fuese tinta y mi corazón tintero, con la sangre de mis venas yo te escribiría te quiero", la sangre de sus venas fue liberada, escribió "te quiero" en el espejo y dejándose caer al suelo, pronunció su última palabra: papá.

Va por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora