Mientras tanto a rafa seguía decidido en plantarle cara a Ángel.
-¿Que haces aquí? -Le preguntó.
-He venido a hablar con...
-¿Julia?- Dijo interrumpiéndole. Cuando Ángel asintió Rafa continuó.- Pues no ha venido, así que ya puedes irte a casa.
-Oye, tío.-Dijo tocándole el hombro.- Tengamos la fiesta en paz, ¿vale?
-No me toques.- Dijo levantando la voz.
-Vale, vale.-Dijo metiendo las manos en los bolsillos.- Puedo ir a buscarla a su habitación.
-¿Para qué quieres ir a su habitación? ¿Para seducirla, que te perdone, y por fin conseguir lo que hasta ahora ibas buscando, meterte en sus bragas?-Dijo irónico.
-¡Serás cabrón! Yo la quiero, y en ningún momento pensé en hacerle daño.
-Pues no lo has conseguido, Víctor, ¿o debería llamarte Ángel?-Gritó.
-Vamos a otro sitio.- Le respondió Ángel, cuando se dio cuenta de que media sala les observaba.Rafa sabia toda la historia del pasado de Ángel, y todo lo que había sucedido en el ascensor porque Natalia se lo había contado, y no iba a permitirle a ese asesino que le hiciera daño a Julia. Tenía que pararlo de alguna forma. Los dos chicos fueron en dirección a los baños, para continuar allí su discusión, alejados de posibles testigos de lo que probablemente sucedería.
Una vez dentro, Rafa no pudo esperar a que Ángel abriera la boca. Y con la valentía y la fuerza que nunca antes había demostrado tener, alzó su débil mano, y le dio un puñetazo en su bonita cara, dejándole el ojo derecho como una berenjena. Su contrincante quiso defenderse, pegándole un puñetazo en la barriga, provocándole un instantáneo y asqueroso vomito en el suelo. Y así continuaron peleándose, los jóvenes, con todas su fuerzas, hasta que alguien abrió la puerta y contemplo aquella violenta escena.
-¿Que cojones estáis haciendo?- Preguntó una voz femenina.
Rafa giró la cara para descubrir de quien se trataba.
-Natalia, vete. Esto es cosa de hombres.- Le dijo.
-Los hombres sois todos unos gilipollas.- Dijo llorando al recordar a Diego.- Dejad ya de pelearos, joder.
-No te metas.- Añadió Ángel.
-Con que esas tenemos. Ahora os vais a dar cuenta de lo que es una mujer, ¡Machistas!- Dijo gritando, se acercó a ellos, y cogió a cada uno de una oreja, las retorció hasta conseguir lo que quería.
-Au, Au. ¡Para!- Dijo Rafa casi llorando del dolor.
-¿Por qué os estáis peleando?
Al no recibir respuesta, retorció más sus débiles aparatos auditivos.
-¿Por qué os estáis peleando? Y.. ¿Por qué estáis en el baño de chicas?- Dijo curiosa.
-No me había dado cuenta de que esto era el baño de chicas. Además huelen igual, no hay ninguna diferencia.-Le respondió Ángel.
-No digas tonterías, nuestra mierda huele a rosas.- Dijo Natalia. Riéndo.
Entonces otra presencia llegó al baño.-¿Que esta pasando aquí? He odio gritos desde fuera.- Dijo Giovanni
-Pues aquí estamos, hablando civilizadamente en el baño de chicas.- Dijo Ángel, intentando despistar a su amigo.
-Y ¿Por qué, eso?- Dijo señalándo a Natalia y a sus orejas.
-Porque tu amigo es un invecil.-Le contesto Rafa.
-Oye, no llames así a Ángel.
-Por favor. No os peléis vosotros también, que no tengo mas manos para agarrar tu oreja.- Dijo Natalia.
-¿Has parado la pelea solo cogiendoles de las orejas?
-Si, es un viejo truco familiar, deja inmóvil a cualquiera. -Dijo con chulería.
-Vaya. Qué guay.
Y por un instante se miraron fijamente, como si de repente hubiese una conexión entre ellos.
-Hem, tortolitos, seguimos aquí, y mi oreja esta palpitando, creo que me estoy quedando sordo.-Dijo Ángel.
-¿Que? ¿Tortolitos?¿Nosotros? Para nada,- Dijo Giovanni con un tono bastante agudo y nervioso.
-Os suelto. Pero quiero que me expliquéis que esta pasando.Cuando el ambiente se relajó un poco, empezaron a hablar.
-En mi defensa quiero decir, que él me pegó primero.- Dijo ángel.
-Yo solo quería dejarle claro, que no puede ir haciendo daño a la gente como si nada. Que el no tenga sentimientos, no quiere decir que los demás no tengamos.
-Yo si que tengo sentimientos.
-Pues no lo demuestras.
-¿A, no? Pues mira como los demuestro.- Dijo Ángel, y sin poder resistirse comenzó una nueva pelea.
Aunque esta vez, más corta. Giovanni se puso en medio de los dos, e inevitablemente recibió todos los golpes.
ESTÁS LEYENDO
Va por ti
أدب المراهقينVerona, la ciudad donde el amor es el protagonista, donde las mejores parejas de la historia vivieron su cuento de hadas. Y ahora es el turno de los alumnos de 1º de Bachillerato del Instituto Bécquer, que se van de viaje de fin de curso, con sus pr...