-¡Sofía!- gritó alguien a mis espaldas. Volteé, un enorme automóvil venía hacia mi, era rojo, tan grande como para derribarme e incluso matarme si yo no pudiese evitarlo.
Un chillido salió de mis labios y mis rodillas me fallaron, por un momento creí que el auto me iba a matar allí, en el suelo, sin haber podido luchar ni llegar a cumplir 18, sin haberme casado ni haber tenido una familia. Sin siquiera haber llegado a ser la persona que había querido ser.
El auto nunca se detuvo, sentí como chocaba contra mis piernas y yo volaba por encima del vehículo, en ese momento sentí que me faltaba el aire como nunca había faltado en mis pulmones, estaba cayendo en el asfalto, cayendo al vacío. Los brazos de Taylor Caniff me sostuvieron justo antes de caer.
El aire me faltaba de nuevo, pero ahora estaba despierta. Encendí la luz, estaba sola en la habitación pero mi inseguridad era mayor a todos los pensamientos en mi cabeza.
¿Taylor? ¿Un auto rojo? ¿por que?
Mis ojos estaban llorosos, me levanté con las piernas temblorosas, y tomé mi celular y unos 500 dólares que habían sobre la mesa de luz. Me puse mis vans negros y salí de la habitación.
No sabía a donde iba, tampoco por que corría ni que estaba haciendo, pero sentía la necesidad de irme de allí. A cada paso que daba me sentía un poco más segura. Mi cuerpo impactó contra alguien, levanté la vista.
Aquel chico estaba frente a mi, con una bandana y una mirada preocupada.
-¿Sofía?- preguntó mirándome.
-Taylor- sin siquiera pensarlo, lo abracé. Y sentí como si todos los pasos corridos fueran en vano, como si todo lo que hice al irme de magcon también. Me sentí segura, luego de tanto tiempo, sentía que realmente la unica seguridad encontrada luego de tanto era en sus brazos.
-Vine... vine a hablar contigo- me dijo y luego suspiró- ¿podemos ir a algún lugar más privado?- preguntó mirándome, asentí. Caminamos en silencio a mi habitación, finalmente me senté sobre la cama. Él me miró.
-¿Que pasa?- pregunté.
-Mira... Jones- dijo, extrañaba sus apodos- Sé que te he hecho mal, y mucho, por eso vengo a ofrecerte una disculpa- aclaró su garganta- En verdad nuestra relación fue enfermiza, no se como aguantabamos aquello, tampoco sé como no nos cansamos. Y sinceramente, odio como nos tratamos, ni siquiera nos miramos. Yo te quiero, pero te juro que a ninguno de los dos nos hace bien estar enfermos por amor- me dijo.
-¿Amor? hace mucho acordamos en ser amigos- le dije.
-Lo acordamos, pero no te creo si me dices que no me quieres aunque sea un poco, porque yo si lo hago, te adoro y no como una amiga precisamente- suspiró.
-¿A que quieres llegar con esto?- le pregunté.
-Vine a decir que quiero que seamos amigos. Yo te quiero, y por eso me despido, te estoy diciendo adiós para siempre, ya no quiero una Sofía Jones en mi corazón- me dijo.
-En parte agradezco que me digas esto- suspiré- no quería terminar mal y... me hiciste mal, no quería volver a lo de antes- le dije con la mayor sinceridad que podía haber en mi cuerpo.
-No miremos hacia atrás, enfrentemos lo que viene. Soff, ya no existe el tú y yo, somos amigos- me dijo.
-Ya lo sé, estoy bien con eso- le expliqué.
-Sabes que voy a extrañarte, pero yo preferí pelear contigo aunque a veces sin motivo- me explicó, asentí.
-Adiós- le sonreí.
-Adiós, Soff- me abrazó para luego verlo alejarse por el pasillo mientras se arreglaba la bandana amarilla que estaba sobre su cabeza.
Me alegra haber arreglado las cosas con él, y si, quizá no lo vea como veo a los Jacks, o a Nash, como un amigo, casi hermano, pero al menos nos llevaremos bien.
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ACTUALICÉ
Tardé, pero aquí tienen bebés.
Díganme que les pareció.
Me inspiré en una canción de Rombai, una banda uruguaya, la canción se llama adiós por si quieres escucharla.
Las quiero :)
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She (TERMINADA)
Fanfiction"Nada se compara a ella". "Ya nada es igual, no quiero acostumbrarme a la idea de verlo con otra chica" Una vez que encuentras tu mitad, ambos corazones parecen soldarse para no romperse jamás y desafiar todas las reglas del destino. ¿Se extinguirá...