CAPÍTULO 3: EL PEOR

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Desperté con el ánimo al 100% estaba seguro que hoy sería el día en que después de tantos años le hablaría y le declararía todo el amor que sentía hacia Roxy sin importarme que tuviera novio o que tuviera dos hermanos tenebrosos o que fuera un imán de problemas o que tuviera 17 años y estuviera a unos cuantos días de cumplir los 18 años o cualquier otra razón que fuera.

Había salido sin desayunar de mi casa del impulso y las ganas que tenía de ver a mi amada. Mamá no dijo nada porque conocía mi responsabilidad.

Al llegar al instituto más temprano de lo usual, me encontré con Zayn, ya que yo le había enviado un mensaje por correo electrónico que tenía algo muy urgente que contarle.

Observé a Zayn corriendo desde un poco lejos y de prisa hacia mi, y cuando llegó colocó su mano derecha en mi hombro izquierdo e inclinó su cabeza y su cuerpo un poco mientras recuperaba su aliento y cuando la recuperó me preguntó exaltado:

-¿Qué sucede o sucedió, estas bien?

Me revisó y al ver que estaba de lo más de bien y felíz me observó con una mirada intensa que me gritaba: "Explícame que sucede o te mato" así que le respondí con una sonrisa de oreja a oreja y con todo el coraje del mundo:

-¡Cálmate, cálmate! yo estoy perfectamente bien, nada malo está sucediendo o sucedió, todo lo contrario; hoy he decidido contarle todo a Roxy, estoy decidido a hacerlo.

En ese momento sentí como la mirada de Zayn penetraba en mis ojos y los presionaba contra mi cerebro, sabía que me estaba odiando por haberlo hecho levantarse más temprano y haberlo dejado sin desayunar, pero se tenía que aguantar porque él era mi mejor amigo y tenía que asumir el rol y todas las consecuencias por venir, así mismo me tocaba a mí por él.

-¡ACASO ME VES LA CARA DE IDIOTA!

Me dijo Zayn exaltado mientras me daba un golpe por la cabeza.

-¡ME HICISTE LEVANTARME MÁS TEMPRANO DE LO NORMAL Y NO ME DEJÁSTE DESAYUNAR SOLO POR ESO!
-Quizá suene tontoy sin urgencia, pero sentía que se lo tenía que decir a alguien, y quién mejor que mi mejor amigo.

Le dije dándole un palmadazo en la espalda y una sonrisa disimulada para ver si paraba con su sermón de abuela.

-Excusas y excusas... te creere por esta vez.

Tomó un suspiro y se tranquilizó.

-Y bueno, ¿cuando le contarás todo? ¡Espera! ¿sí se lo dirás cierto?

Le dí un calbazo y le dije:

-Pues claro que se lo diré. ¿Porqué piensas lo contrario?
-Porque siempre dices lo mismo y siempre encuentras la excusa perfecta para no hacerlo.

Respondió Zayn mientras se sobaba la cabeza.

-Bueno, pues hoy será distinto.
-Pues eso espero.

Sonó el timbre y abrieron la entrada al instituto, para mi eso era como si estuvieran abriendo las puertas del mismisimo infierno y nosotros los estudiantes seríamos las almas que quedaríamos atrapadas en el por una eternidad. Estaba exagerando porque sabía que no iba a ser por una eternidad. Yo debía ver lo bueno de venir al instituto, era que podía ver a Roxy un poco más, ya sea en los pasillos o a la hora del recreo.

A la primera hora me tocaba gimnasia y a la segunda deportes.

Había recibido la mejor noticia de mi vida; a doceavo grado le tocaba la misma clase que a nosotros, a la misma hora y en el mismo día. Era perfecto porque vería a Roxy en su práctica de porras, jugando volleibol y más.

LICENCIA PARA AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora