Capitulo 12

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Nos encontrabamos desayunando y ya había cruzado varias miradas con Marcos, lo de la noche anterior me había dejado completamente desconcertada. Después del desayuno Estefanie y yo estábamos viendo la tele cuando se abrió la puerta dejando entrar a la mamá de Estefanie.

-Estefanie necesito que me acompañes a llevar algunas cosas a tu tía Elena- dijo la señora en el umbral de la puerta.

-Mamaaa estoy con Mariana- contestó-Estefanie con molestia.

-Mariana puede esperar un momento aquí, será rápido- dijo mientras me sonreía y a la vez me veía con ojos suplicantes. Asenti.

-Esta bien, vamos- respondió Estefanie resignada.

Luego solo vi como Estefanie y su mamá desaparecían por la puerta, me había quedado completamente sola. Estaba concentrada viendo la televisión cuando escuche a alguien en la sala.

-¿Mama estás en casa?- pregunto una voz que reconocí al instante- Hoy no tuve que trabajar.

Oh Dios mio, tengo que esconderme- pensé.

Cuando estaba a punto de buscar un escondite la puerta se abrió, dejando ver a un sonriente Marcos.

-Hey, no sabes a donde fue mi mamá- pregunto mirándome fijamente.

-Fue a llevarle unas cosas a ti tía- conteste evitando su mirada.

-¿Estefanie fue con ella?

-Si, pero ya deben estar por llegar- respondí cortante esperando a que se fuera.

-Bueno, así podemos hablar así sea un poco- agrego mientras se sentaba en la cama.

Maldición.

-¿Sobre que?- pregunté frunciendo elceño.

-Pues no lo sé... Tenemos tiempo sin hablar- comenzó a decir- El chico del otro día.. ¿Es tu novio?- terminó por preguntar.

-No, no es mi novio- conteste cortante. Me había tocado la herida justo cuando estaba cicatrizando.

-Pues parece que lo fuera, ese día ya sabes... Nos interrumpió- dijo mientras se rascaba la nuca.

-Mas bien me salvo de ti- escupi mientras comenzaba a enojarme.

-Vamos Mariana, sabes que tu también estabas a gusto.

-Estaba ebria Marcos- dije fulminandolo con la mirada.

-Pero aún así, se que tu te sentías igual que yo- agrego mirándome serio.

-Marcos no sentí ni sentiré nada jamás- escupi furiosa.

-¿No podemos tener una conversación normal sin discutir?- pregunto con el ceño fruncido.

-Marcos, sinceramente no quiero seguir hablando contigo- conteste mientras me levantaba de la cama.

-Mariana, por favor. Solo te quiero pedir algo- comenzó a decir- ¿Podemos comenzar de nuevo? Sé que lo he hecho mal al principio pero te puedo demostrar que no soy tan patán- terminó de decir.

-No lo sé Marcos, y la verdad no entiendo porque si tienes a media ciudad babeando por ti. Te empeñas en estar conmigo, de seguro es para salvar tu orgullo de no poder aceptar que existe una que no muere por ti- escupi todo lo que pensaba sobre el.

-No es así, al principio intenté convencerme a mi mismo de que era por eso. Pero luego me di cuenta de que es algo más que no logro entender.

-No quiero seguir con esta absurda conversación- dije dirigiendome hacia la puerta.

-Por favor- comenzó a decir tomándome del brazo- Solo una oportunidad, empecemos de cero.

Estaba dispuesta a mandarlo al infierno, pero luego todos los momentos en los que vi a Santiago agarrándose con otras pasaron por mi mente.

-Esta bien, pero no me presiones- acepte bajando la mirada.

-Soy Marcos- dijo alzando su brazo hacia mi con una sonrisa.

-Mariana- dije estrechando su mano.

************

Estaba sentada en mi puesto viendo por la ventana, cuando senti que alguien me pasaba un pequeño trozo de papel.

-¿Hoy en mi casa para lo del proyecto?

Tome mi bolígrafo y escribí un seco: Si.
Para luego devolverle el trozo de papel.

Las clases culminaron bastante rápido, ya habíamos llegado a la casa de Santiago y no habíamos hablado más de lo necesario. El había intentado sacar tema de conversación pero yo solo le había contestado lo más cortante posible. Estábamos haciendo el proyecto sin cruzar ni una palabra cuando mi celular rompió el silencio. Vi que era de un número desconocido.

-¿Si?- dije luego de atender.

-Hola lindura- hablo la otra persona.

-¿Quien es?

-Soy Marcos- contesto.

-Ah, hola- fue lo único que dije.

-Te llamaba para invitarte a cenar- propuso Marcos.

-Claro- dije mientras veía como Santiago me miraba con el ceño fruncido- Ahora estoy haciendo algo, pero cuando me des ocupe te envío un texto.

-Esta bien lindura, envíame la dirección por un texto. Adiós- dijo despidiéndose.

-Bueno, hasta ahora- comencé a decir con una sonrisa- Espera- agregue antes de que colgara.

-¿Si?

-Como conseguiste mi número- pregunte curiosa.

-Tengo mis contactos- dijo para luego despedirse y colgar.

Estábamos terminando la parte del proyecto que nos correspondía y Santiago estuvo todo el rato bastante serio, al terminar le envié un texto a Marcos con la dirección y diciendo que ya estaba lista. Luego de un rato recibí un texto de que estaba afuera.

-Bien, ya me voy- dije tomando mi bolso.

-¿Quien es el imbecil que te vino a buscar?- pregunto con el ceño fruncido.

-No es tu maldito problema- conteste hecha una furia.

-Claro que lo es, dímelo- exigió apretando la mandíbula.

-No, no lo es. ¿Y sabes por que?- comencé a decir furiosa- Porque entre tu y yo nada paso- termine de decir saliendo del departamento y dejándolo con la palabra en la boca.

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Hola:D

¿Creen que entre Mariana y Marcos surja algo?

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Adiós:3

No te soltare jamás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora