Salí a pasear a Tobby, necesitaba algo de aire fresco. La cena con Marcos había sido bastante buena, habíamos tenido una excelente conversación y me di cuenta de que puede entablar una conversación sin hablar de sus chicas. Después de la cena me trajo a casa. Lo que me sorprendió fue que en ningún momento intento sobrepasarse conmigo. El sonido de mi celular me saco de mis pensamientos. Era un texto.
De: Marcos
Me ha encantado la cena o mejor dicho: Me has encantado tu.
Vaya- pensé. La verdad no sabía que responder, yo sinceramente no era buena para este tipo de mensajes.
Para: Marcos
A mi también me ha gustado mucho la cena.;)
De: Marcos
Prometo que las próximas serán mejores.
-¿Proximas?- pensé mientras sonreía.
Para: Marcos
Pues ojalá y así sea. Hoy me has demostrado que en realidad no eres tan frívolo.
De: Marcos
Jajaja pues para que veas. Hoy me sentí muy a gusto contigo, la verdad creo que estas comenzando a gustarme mucho.
Para: Marcos
Deja de ser tan maricon Marcos jajaja.
De: Marcos
Mañana prometo demostrarte que no soy maricon jajaj, paso por ti a las 3.
Para: Marcos
¿Mañana? ¿A las tres?
De: Marcos
Si, ya me voy a dormir lindura. Nos vemos mañana, que tengas buena noche.
Que loco esta- pensé soltando una pequeña carcajada.
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Estaba en plena clase pensado en como le diría a las chicas todo lo que estaba sucediendo con Marcos, en especial a Estefanie. De repente una voz asustó de golpe.
-¿Por que tan pensativa?- pregunto Estefanie levantando una ceja
-Po-por nada- conteste nerviosa.
-Habla ahora mismo- exigió con el ceño fruncido.
Decidí que ya era el momento de informar a Estefanie sobre lo que ocurría entre su hermano y yo. Después de contarle esta solo respondió un: "Vaya... No me lo esperaba". Me encontraba caminando hacia el baño cuando me encontré con alguien que no era para nada de mi agrado.
-¿Hoy después de clases?- pregunto Santiago rascándose la nuca.
-No, hoy tengo una cita- conteste dirigiendome al baño.
-¿Es con el idiota que te fue a buscar ayer verdad?
-Si es con el o con otro, no es de tu incumbencia- dije entrando al baño dejándolo con la palabra en la boca.
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Después del instituto vine a mi casa a arreglarme para ver a Marcos. Luego de vestirme y aplicar una fina capa de maquillaje me sente en el sofá a esperar a que llegara. Cuando por fin llegó baje rápidamente las escaleras y me subí a la moto. Recorrimos mucho y Marcos por más que le preguntaba no me decía a donde íbamos. Luego de un rato por fin se detuvo la moto.
-Sigueme- dijo Marcos tomándome de la mano mientras me guiaba.
Era un pequeño restaurante, el sitio era pequeño y estaba prácticamente oculto pero se veía un poco exclusivo. Cuando entramos me sorprendió el ver que todo por dentro era hawaiano, desde las lámparas hasta las sillas del lugar. Marcos pidió una mesa y nos dieron un collar de flores hawaianas a cada uno. Tomamos asiento y luego de un rato nos trajeron el menú.
-¿Te gusta el lugar?- me pregunto Marcos con un sonrisa de lado.
-Es asombroso- conteste sonriendo.
-Me alegra que te haya gustado- agrego mientras me miraba fijamente.
Luego de pedir, conversamos de muchas cosas que no pensé que Marcos entendería. Un rato después nos trajeron la comida y comimos soltando algunas risas. Después me trajo a mi casa y se despidio robándome un beso en la mitad de mis labios y solo fue en la mitad porque yo me gire casi a tiempo. Entre al departamento y me di una ducha caliente, me puse la pijama y cuando estaba a punto de acostarme a dormir. Recibí un texto, al principio pensé que era de Marcos, pero al ver que era de un número desconocido deduje que no era de el. Abrí el mensaje.
De: Número desconocido.
Sal.
¿Que demonios?- pensé.
Para: Número desconocido.
¿Quien eres?
De: Número desconocido.
Ve por tu ventana.
Cuando vi me quedé completamente en shock, era Santiago haciéndome señas de que bajara. Yo aún seguia con la mandíbula en el suelo hasta que reaccione y baje rápidamente las escaleras. Cuando me encontré con el estaba hecho un desastre y olía extremadamente a alcohol.
-¿Que haces aquí?- pregunte aún sorprendida por su apariencia.
-Solo quiero hablar- alcanzó a decir arrastrando las palabras.
-¿No podíamos hablar mañana en el instituto?- solté con ironía.
-No pude esperar a mañana- dijo mirándome con esos ojos oscuros que tanto me gustaban. Pude notar como habían perdido su brillo.
-¿De que quieres hablar?
-Quiero decirte que lo siento por lo imbecil que he sido contigo- comenzó a decir- La verdad siempre me comporte así porque no quería aceptar lo que sentia por ti, pero ahora me he dado cuenta de que eres con la que quiero estar. Solo dame una oportunidad y verás que cumpliré tus expectativas. Prometo no más chicas ni...
-Santiago estas ebrio- dije interrumpiendo sus palabras.
-Pero... Aún así te estoy diciendo lo que siento, estoy siendo sincero- agrego mirándome con ojos suplicantes.
-Yo... Ahora estoy saliendo con otra persona. No podía esperar hasta que te dieras cuenta de lo que en realidad sentias.
-¿Es con el imbecil del hermano de Estefanie verdad?- pregunto apretando la mandíbula.
-Si es con el o con otro eso no es lo que importa Santiago- respondí mirándolo con tristeza.
-A mi si me importa, porque estas con la mierda- comenzó a decir- Si estuvieras con alguien que se que te quiere te juro que me quitaría de su camino. Pero ese tipo es un desgraciado- escupió con furia en su voz.
- Estas muy ebrio, llamaré a Sebastián para que venga por ti- dije encendiendo mi movil.
-No- dijo mientras me arrebataba el celular de las manos- Yo sé que tú también mueres por estar conmigo Mariana- terminó de decir mientras se acercaba.
-Por favor, no hagas esto- suplique ante su cercanía.
-Si no quieres que lo haga, entonces alejame- susurro acercándose a mis labios. Sentí como el olor a licor me embriagaba.
Oh dios
¿Ahora que hago?
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Espero que les haya gustado el nuevo capítulo.
¿Ustedes con quien preferirían que quedará Mariana?
¿Santiago o Marcos?
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Adiós:)
