Capitulo 14

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El cada vez se acercaba más y yo seguia en un debate conmigo misma sobre si dejar que me besara o no. La verdad había superado un poco a Santiago, pero aunque yo moría por superarlo por completo no lo había logrado. Aún había una chispa cada vez que me veía con esos ojos o cada vez que lo encontraba con una de sus zorras. Cuando volví en sí en el momento en el que me encontraba, al ver los ojos de Santiago tan cerca vi que había algo distinto en ellos, ya no tenían ese brillo tan cautivador que solían tener.

-Alejate- dije empujandolo.

-Esta bien, ya confirme tu elección- dijo mientras se comenzaba a ir.

Eso me hizo sentir mal.

-Tu tuviste tu maldita oportunidad- alcance a gritar antes de que se fuera.

El me ignoró y se fue.

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Había pasado una semana desde mi encuentro con Santiago y habían pasado varios sucesos. Marcos me pidió que fuera su novia, me llevo al pequeño restaurante hawaiano y lo reservo solo para los dos, luego uno de los meseros trajo la comida y debajo de mi plato se encontraba una pequeña carta que decía todo lo que el había sentido por mi desde que nos conocimos y al final de esta se encontraba la propuesta. Al principio dude pero al darme cuenta de todo lo había hecho termine aceptando. A Santiago no lo veía desde el día de la discusión y había estado haciendo el proyecto yo sola.

-Hey- dijo Estefanie chasqueando los dedos en frente de mi- Despierta.

-Estoy despierta estúpida- agregue alejando su mano de mi.

-¿Hoy irás a lo del lago?- pregunto mientras se agarraba el cabello.

-No creo, recuerda que he estado haciendo el proyecto sola por la escoria de Santiago.

-¿Por que no vas a su casa a patearle el culo?- pregunto haciendo un puño con su mano.

-En eso estaba pensando, pero no será hoy- respondí viendo a la puerta con la esperanza de que entrara.

-¿Que harás hoy? ¿Estas ocupada?

-Hoy iré a ver a Marcos al fútbol- conteste nerviosa por su reacción.

-Oh, es verdad. Había olvidado que te enrollaste con mi hermano- dijo haciendo seña de dolida.

-Vamos ¿No te alegra que por fin haya encontrado algo de amor?- agregue con puchero.

-Esta bien, pero sólo no quiero que afecte nuestra amistad si llegan a romper- dijo seria.

-No afectará nada, lo prometo- termine de decir viendo como Doris y Anna entraban al salón.

Luego del instituto me fui a mi casa, aún seguia pensando en que diablos le sucedía a Santiago. De tanto pensar decidí preguntarle a Sebastián, le envié un texto preguntándole si su hermano estaba bien y me contesto que vivía pero dentro de un bar.

Maldito cínico- pensé apretando la mandíbula.

Había decidido que mañana iría a su casa a patearle el culo. Sin darme cuenta ya eran las cinco y Marcos vendría por mi a las seis. Me di un baño y me vestí, aplique un poco de maquillaje y me eche un poco de perfume. Al cabo de un rato ya tenía un texto de Marcos diciéndome que saliera. Cuando salí ahí estaba, recostado en su moto.

-Hola encanto- saludo atrayendome hacia el por la cintura.

-Hola- dije mientras le sonreía.

-Te extrañe- dijo para luego dejar un beso corto en mis labios.

No te soltare jamás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora