EAH-Mi Mundo Maravilloso

Capítulo I: ¿Imposible? Nada es imposible

Narra Madeline

Íbamos de camino a casa en lo que vimos a papá y a Alistair. Una emoción invadió mi cuerpo, corrí hacia ellos y abrace a papá, Ali hizo lo mismo pero este vez con mamá.

–¡Papi!– Exclame al verlo.
–¿Cómo estas mi mini Alicia?– Al escucharlo decir "mini Alicia" bufé.
–La manzana no corre pero si se come...– respire hondo. – Sabes que no me gusta que me digas así –
–El aullido de un lobo se puede escuchar, pero nunca lo podrás imitar– Me dio un beso en la frente. –¿Vamos?– Tomó una de mis manos mientras nos dirigíamos de camino a casa.

En lo que llegamos, me dirigía a mi habitación o eso hacía hasta que no queridísima madre me detuvo, nada sombretástico.

–¿A donde crees que vas?– Me preguntó.
–A mi habitación... – Respondí extrañada.
–Tenemos que hablar – Me dijo.
–Mami, siento que vas a terminar conmigo.– La tome de la mano. –Yo se que lo que hay entre nosotras puede seguir. ¡Dame un oportunidad!– Dije exagerando.

Su cara de "no juegues, esto es enserio" es taaaaan hechizante.

Fuimos a la sala, una habitación grande y redonda. Tenia dos ventanas muy largas que cubría la mitad de la habitación; Había una chimenea puesta en la separación de las ventanas, al rededor de esta se encontraban los muebles de color rojo. Nos sentamos en esos muebles, a mi mamá no se le suele escapar nada... A menos que sea un conejo blanco pero ese no es el punto.

–Estuve hablando con su papá. Como ya ustedes saben nosotros no podemos estar juntos, las reglas, lo mismo de siempre...–

–Blah blah blah discurso Blah blah blah.– Dijo Dinah, la gata de mamá. Una gata con pelaje anaranjado, manchas blancas en sus patas, cola, orejas y ocico, y unos grandes ojos verdes. Ella salto hasta las piernas de mamá.

–Hemos tomado la decisión de que viviremos en distintos sitios. ¿Qué dicen? Creo que sería lo mas seguro para ustedes y su destino.–
–Mientras no comparta habitación con Maddie esta bien.–Dijo Alistar
–¡Hey!– Exclame. Todos reímos

Así fue, empaque todas mis cosas. Ahora viviría en el Reino Blanco, un poco mas allá del tablero de ajedrez. Mamá y la Reina Blanca se llevaban muy bien, así que recibirnos en su reino, no sería problema. Por parte de Alistair y papá, ellos seguirían viviendo en esta casa, en el reino de corazones.

Una semana después llegó el día para irnos. 23 de Julio. Nos despedimos de papá y de Ali, los extrañaría mucho.

Luego de horas de viaje, llegamos al Reino Blanco. Absolutamente todo era color blanco, me pegaba mucho en la vista. La Reina nos guió hasta lo que sería nuestro nuevo hogar, una casa muy cerca del castillo.
La casa era bonita, de dos plantas, como era de esperarse era blanca por fuera y blanca por dentro. En el primer piso tenía la sala, la cocina, un baño y el lavadero; En el segundo piso tenía tres habitaciones, cada una con balcón y dos tenían baño. Además un patio.
Mamá me llevó hasta lo que sería mi nueva habitación. Gracias al escritor, esta tenia las paredes de color azul, el piso era de un color beige claro. Tenía una cama matrimonial, las sábanas combinaban el blanco, el azul y el morado. Tenía dos mesitas de noche color moradas, y una peinadora que combinaba con el color blanco. Mas allá habían unas puertas blancas, las abrí y me tope con un closet gigantesco. Caminé a través de el, al final en una pared se encontraba un espejo de cuerpo completo, me detuve a verme en el; Una niña de baja estatura, tez clara, cabello castaño, ojos azul verdoso, tenía puesto un vestido azul oscuro, con mangas blancas y un cinturón negro; medias blancas y zapatos negros. Por alguna razón no me sentía yo, no me sentía cómoda en este lugar.

Salí del closet y me senté en la cama. Al entrar no había observado que el cuarto tenia ventanas, desde donde estaba sentada podía ver al exterior, una tormenta había empezado.Las personas que estaban en las calles desaparecieron en un instante, los arboles empezaron a moverse de un lado a otro, las hojas, color rosa, caían al suelo por el agua tan fuerte.