-¿Asesinado?- repetí como en trance.
La carta, era verdadera. Alguien deseaba su muerte, alguien que ha podido asesinar más gente, alguien hecho de sangre fría. Alguien sin vida.La ambulancia vino a por la madre de Hugo que lamentablemente le dio un ataque de ansiedad y se desvaneció en el sofá donde estábamos sentado.
Esa pobre mujer sufría mucho.Ahora seguro que necesita atención psicológica después de esto. Perder un hijo en un accidente, es muy duro. Pero que le arrebaten la vida, eso mata.
Admito que pase un mal rato. Hugo tenía razón, los frenos no funcionaban.
Él estuvo en todo momento callado. Sentía una profunda lastima. Se que mis palabras no arreglarían nada, así que preferí no hacer nada por el momento. Se mantuvo apartado de mi en todo momento, sin ni siguiera dirigirme una mirada. Algo me decía que estaba en su limite...como que le faltaba poco para estallar. Espero que sea solo un pensamiento tonto.Cuando todo se pudo normalizar por el susto. Los policías procedieron a hacerme unas preguntas.
Yo no sabia que hacer, me sentía como si fuese culpable de todo lo que me dirían, como en las películas.
Estaba nerviosa.-Y bien, señorita...-alargó la palabra dando a entender que colaborase con él.
-Ana, por favor- dije tragando saliva.
-Bien, Ana...- anotó algo el agente en una hoja. Intenté descifrar que escribía pero no era muy buena leyendo al revés y a demás, Hugo no se atrevía a colaborar por su parte.
-Solo será unas simples preguntas, no tiene de que preocuparse- quito peso el agente gordinflón. Asentí.
-¿De que conocías a la víctima?-preguntó.
-Se llama Hugo- corregí. Víctima, no es una palabra adecuada para dirigirse a una persona que quiere a su familiar- pues yo soy su novia...- y apuntó una frase.
-¿Cuando fue la ultima vez que le viste?- miré inconscientemente al rellano de la escalera donde permanecía sentado aquel moreno que quería. "Le estoy viendo" quería decir, pero por suerte no salió como un inpulso.
-La ultima vez que le vi fue cuando fue a por mi regalo de cumpleaños, estaba anocheciendo-
-¿Podrías decirnos a que hora fue? Intente recordar-
-Creo que fue sobre las 8 de la noche-
-¿Y que fue a buscar?- ahí tampoco supe como respóndeles. No sabría como explicarles que apareció en mi cama sin más.
-¿Habéis tenido problemas últimamente?-cambio de pregunta y me miró fijamente.
-¡¿Que?! No, claro que no- dije nerviosa, ya me empezaba a incomodar la situación.
-¿Estas segura? Varios vecinos tuyos os vieron discutir momentos antes de que él se fuese-
-!Que estas diciendo! me molesté porque no quería que se fuese- con eso les bastó para apuntar algo.
-Tranquilícese- normalizó uno.
-¡Estoy tranquila!- dije alterada. Ana, relájate, no estés tensa. Me pase las manos por mi rostro en un momento de frustración.
-Lo siento, pero no puedo seguir con esto- dije levantándome de la silla.
-Señorita, no hemos acabado...- dijo un policía, pero se vio cortado por otro.
-No, déjala. Puede marcharse- e hizo un gesto con la mano invitándome a irme.
Cuando ya iba por la puerta, miro de reojo para ver por ultima vez la cara del agente que me dijo que me fuese y pude leer en sus labios la palabra "sospechosa".
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¿Eres tú?
ParanormalCuatro palabras. Le echaba de menos. Ese odioso accidente me lo rebato todo lo que quería en mi vida. Mi novio. A veces siento como si todavía pudiese estar conmigo, a mi lado, durmiendo con su respiración en mi nuca. Pero solo son simples deseos de...