Capitulo 10

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-Bueno- dije- Creo que iré hablar con ella. No se vallan- salí detras.

Entre a la habitación donde ella se encontraba- Estoy bien ¿si?- dijo con una voz de irritación.

-Vale... No busco pelea-dije mientras levantaba las manos.

-Lo siento- agacho la cabeza.

-Esta bien- dije- ¿Que ocurre?

- Es solo que, aun no me siento cómoda saliendo- respondió.

-No te pasara nada- dije.

-No es por mí- dice levantando se - es por ustedes.

-Estaremos bien- dije mientras jalaba de su brazo.

Lleve a Isabel al camión e hice que se sentara a mi lado, mientras que Nelson cerraba la puerta de manera y Silvia abría la de metal.
Alicia arrancó unos 8 metros y Nelson dejó entre abierta la puerta de metal.
En ese mismo instante Silvia y Nelson se subieron.
Fuimos al mismo supermercado de la ultima vez.
Cuando entramos, el supermercado se veía 'diferente'. Era un ambiente pesado.

-No me gusta esto- dijo Daniel, preparando su arma- muévanse rápido.

-Sabia que era una mala idea- dijo Isabel.

-Tranquila- dije- no pasara nada si estamos juntos.

Agarramos de nuevo un cochecito y comenzamos a revisar que nos podía servir. Daniel no dejaba de apuntar su arma a todos lados.
Recogimos lo mismo que la ultima vez, con la diferencia de que ya no era mucho.

-Vamos por la balas- dijo Nelson.

-Primero hay que buscar más comida- dijo Silvia.

-Primero balas- insistió Nelson- hay separarnos.

-¡No!- dijo Isabel- Hay que estar juntos.

-Buscare las balas con Daniel- dijo ignorándola.

-Vamos- jale de su brazo- tal vez hay algo atrás- y en efecto, en la bodega había cajas con comida.
No me moleste en abrirlas, así que solo las monte en el cochecito.

-¡Chicas!- grito Nelson. Corrimos hacia él- Tenemos un problema.

No espere que me dijera lo que pasaba, pues solo dirigí mi mirada hacia la puerta y vi que varias de esas cosas intentaban entrar. No eran muchas pero sabia que si nos quedábamos ahí llegarían más.

-¿Y ahora que?- pregunto Isabel.

-Nos abrimos paso- dijo Alicia mientras preparaba su arma.

Enseguida abrimos la puerta y comenzamos a dispararlas en la cabeza. No tardamos en matarlos a todos, así que subimos la cosas al camión y nos fuimos, pero habíamos llamado mucho la atención, comenzaron a perseguir el camión y cada vez aparecían más.
Cuando estábamos cerca pude escuchar hablar a Daniel a través del metal-¡Demonios! Son demasiados.
La velocidad aumento y nos desviamos de la bodega donde nos refugiábamos.
¡Diablos! Estamos rodeados.
De repente comienzan a disminuir la velocidad.

-¿Que pasa? ¡Aceleren!- grite- nos van alcanzar.

-¡No hay gasolina!- grito Alicia mientras se baja del camión junto a Daniel- hay que correr.

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