Capitulo 23 "Jodida Ropa"
Ahora es cuando necesitaba una silla de ruedas. Había comido como si fuera el ultimo día de la humanidad. Si hubiera tenido bolsillos, estos estarían llenos de comida. Literalmente, aunque suene asqueroso.
Frotando mi hinchada barriga cerré lentamente los ojos. Suspire cansada. El silencio me envolvía y me daba la tranquilidad que en los últimos años me había echo tanta falta.
-Hey, Chelsey, debo decirte algo.-Interrumpio mis pensamientos el colorado.
-¿Que sucede? -Arquee una de mis cejas sin dejar de avanzar pero si disminuyendo la velocidad para quedar a su altura.
-Eh olvidado los bolsos con ropa dentro de la camioneta.-Susurra bajando su cabeza.
-¿Cual es el problema?
-Que la camioneta.. esta destruida. No te acuerdas que..
-La prendiste fuego.-Suspire sin creerlo. Había quedado en blanco. Eso significaba que me encontraba en el hospital sin mas que una bata, y queriendo saber donde diablos se encontraba Zayn y Faydee.
-Si. ¿Que haremos?
-¿No es obvio? Ve a comprar ¡Por lo menos, unas malditas bragas limpias!-Exhale con fuerza y eleve mis hombros.
Sus ojos se volvieron blancos e hizo un gesto de burla hacia mi. Le mostré mi dedo de en medio y camine con rapidez haciendo que Matty me mirara confundido y siguiera el paso apurado que encaminaba hacia quien sabe donde.
-Sabes.. Tengo una hermana adolescente, si quieres, puedo pedirle prestado algo de ropa.- Comenta Matty y me muestra una bonita sonrisa de costado, como aquellas sonrisas que pasan en las propagandas de dentífricos.
-¿A que viene esto? ¿te quieres volver una darg queen?.-me burle sin gracia.
-Si, y quería pedir tu opinión, ¿que me quedaría mejor?, ¿Rubio? ¿Moreno? ¿Azul? ¿Corto? ¿Carre? -toca su cabello con gracia.
-Supongo.. Que el verde te quedaría estupendo. -Guiñe uno de mis ojos.
-Entonces, eso seria un si. Cuando lleguemos a la habitación la llamare.
Me limite a asentir y encorvar mis hombros, mostrándole una sonrisa con aquel mensaje de 'has como quieras', seguido de una pequeña risilla.
Caminamos por unos minutos mas, la comida seguía saturando mi estomago, y suponía que él caminar haría bien. Las paredes blancas cambiaban de colores, volviéndose azules, amarillas o distintos tipos de verdes, pero siempre manteniendo la gama de lo clarito. El olor a medicamento variaba, se sentía él suero, u olor a lavanda, de los pisos limpios. Se oían las maquinas con sus pitidos, algunos murmullos de las personas o simplemente las enfermeras hablando entre ellas, o queriendo explicarle algo a algún anciano.
-Veo que todavía no reconoces tu sala; ven. -Matty toma mi brazo con suavidad, empuja una puerta de vidrio, con dos barras de hierro adheridas a ellas. Introduciéndonos en aquella gran habitación, todo se tornaba un poco mas alegre. Las paredes color naranja transmitían tranquilidad junto con el reflejo del sol, haciéndolas mas brillantes. Unos sillones color crema estaban acomodados junto a una bella planta verde oscuro. Caminamos por un largo pasillo hasta encontrarnos con una puerta blanca y unos cuantos números color bronce en su frente.
Nos introducimos en la sala, Matty saco de su bolcillo un gran aparato negro, parecido a una tablet, él cual con solo unos toques, se ilumino mostrando un fondo de él con una muchacha. Comenzó a marcar numeros como si fuera al azar, sin estar muy seguro de lo que hacia, llamo. Uno, dos, tres pitidos y él dijo 'Aló?' solo se escuchaba una voz a lo lejos, no podía reconocer lo que aquella persona detrás del teléfono decía, pero suponía que estaba un poco exaltada ya que su voz variaba de un gran chillido a no escucharse nada o casi susurros.
-Bueno, calmate, perdoname por interrumpir tu cosa rara..-bufa y aleja él gran aparato de su oreja, dándome a entender que aquella persona era hirritante al menos en ese momento. Chillidos se escuchaban provenientes del móvil alejado del rostro de Matty, luego de unos segundos la pantalla prendió y mostró que la llamada había finalizado.
-Escogi un mal momento..-carcajea sin gracia.- pero bueno, aceptó. En unos ¿15 minutos? Vendrá. -Vuelve a sonreír.
Pasamos mas de 15 minutos esperando. No solo a su hermana si no que también al idiota de Jeremy. Estaba angustiada por no saber donde diablos estaba Faydee con Zayn; pero por suerte, Matty me ayudaba a olvidar los problemas. Me contaba cosas de su vida, aunque mucho no me interesaran trataba de que si.
Ya pasada hora y media, se escucharon unos pequeños golpes en la puerta. La perilla giro y la puerta se abrió, una muchacha de cabello largo y color dorado entro a la habitacion, su piel era blanca y lucia como una princesa con sus ojos verdes azulados, un vestido blanco con pequeñas partes de encaje cubría su cuerpo, sandalias de corcho y algunos accesorios a demás de una gran bolsa negra con algunas letras en su tapa.
-Aquí tienes la.. ¿es para ella? -Detiene su entrada con cara de asco.