(18) A partir de hoy

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El día siguiente, Consuelo y Sam se despertaron muy temprano. Decidieron recoger la casa para luego ir a visitar a Bárbara. Una vez salieran del hospital, irían a visitar a Omar. Definitivamente este se llevaría una gran sorpresa al verlas.

"Qué crees que dirá Omar cuando se entere que estoy embarazada y que es una niña?" le preguntaba Sam a Consuelo mientras pasaba su mano por el lugar en que su pequeña princesa iba creciendo.

"Estará emocionadísimo, mi niña. El fruto de su amor está creciendo dentro de ti. Eso es lo mejor que le puede ocurrir a una mujer."

"Muy cierto Consuelo. Jamás pensé que me sentiría así de dichosa. Porque es un honor llevar algo tan hermoso dentro. Vamos a apurarnos, estoy deseosa de ver a Omar" Sam no podía contener la enorme sonrisa en su rostro.

Una vez terminaron de limpiar, ambas se dirigieron al hospital. Dependían de taxis para poder moverse; Consuelo nunca había manejado en su vida, y Sam no tenía ningún coche accesible. Aun tenían que buscar en la casa para descubrir donde estaban las llaves escondidas.

Llegaron a visitar a Bárbara, quien no estaba en su habitación. Inmediatamente fueron a preguntarles a las enfermeras.

"Ella está recibiendo su tratamiento. Regresa en unos veinte minutos. Si desean, pueden esperarla en su habitación."

"Muchas gracias" respondieron ambas mujeres al unísono y regresaron a la habitación.

Tal y como les indicó la enfermera, minutos luego, Bárbara estaba entrando a la habitación.

"Qué tal mi vida?" preguntó ella alegre al ver a Sam allí.

"Estoy bien. Y tú?"

"Una vez pude superar esto, ahora no será la excepción. Mucho menos cuando tengo una nieta que viene de camino, a la que consentiré a más no poder. Así que lo mejor será que tú y Omar se vayan acostumbrando...Hablando de Omar, ya fuiste a verlo?" cuestionó esta mientras se acomodaba en la cama.

"Luego de que terminemos aquí, iremos a su casa. No puedo esperar verlo. Han pasado tantos días!" la emoción y alegría era evidente en el rostro de Sam.

"Te ves hermosa, mi vida. No puedo esperar a ver esa niña crecer dentro de ti..."

Continuaron platicando sobre la bebé. Cómo prepararían la habitación de esta, la manera en que reorganizarían la casa, posibles nombres para la princesa, y cuándo procederían a darle sepultura a Esteban.

"Aun cuando fue tan malo conmigo, es lo menos que podemos hacer..." comentó Sam, mirando a su madre y a Consuelo.

"De veras que tienes un corazón enorme, mi vida. Recuerda que tenemos que hablar con el abogado también. Esteban nunca le dio la oportunidad para que leyera el testamento."

"Eso lo haremos mañana, verdad Consuelo?"

"Sí, está en nuestra agenda, no te preocupes por eso, Bárbara."

"Bueno, no es que las esté echando de aquí, pero creo que debes ir a buscar a Omar, cierto?" comentó Bárbara sonriéndole a su hija.

"De acuerdo, te amo mamá. Nos vemos mañana..." Sam se inclinó a darle un beso a su madre.

"Nos vemos mi vida, y suerte" Bárbara no podía esconder la felicidad que sentía de solo pensar que su hija iría a darle la noticia a Omar.

Al llegar a la casa de Omar, notaron que todo estaba cerrado. No había nadie, no había auto, se veía abandonado aquel lugar.

"Qué extraño. Siempre hay alguien en la casa" comentó Sam observando la casa.

"Que mal que no tenemos un teléfono para que lo llames" comentó Consuelo, moviéndose de un lado a otro.

Contra Viento y MareaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora