(8) Primera vez

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"Despacio voy por tu corazón, despacio y me detiene un botón.  Y mientras dices basta, me ayudas; esa guerra en tu viente, entre el sigue y el detente, que hacen decisivo el presente..."

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Los días pasaron, Sam y Omar disfrutando de la compañía del otro.  Ya ella se sentía totalmente recuperada de su accidente, y sobre todo, se sentía feliz en aquel espacio.

“Qué piensas si nos vamos a vivir a otra ciudad, o mejor, a otro país?” le preguntó Sam a Omar mientras ambos veían una película, sentados en el sofá de la sala.

“A otra ciudad, sería muy probable.  Pero a otro país, va a ser imposible.”

“Porqué?” dijo Sam algo extrañada.

“Mi amor, tú y yo somos menores de edad, es lo primero.  Segundo, recuerda que estás reportada como desaparecida.  La policía te agarraría al instante.”

“Tienes razón.  Es que simplemente quiero poder salir contigo a divertirnos como jóvenes que somos.  No quiero que vivas preso por mi culpa” le respondió ella, sorprendiéndolo con un beso.

“No me siento preso, además, estoy en excelente compañía.  Te amo Sam, y nunca me cansaré de repetirlo.”

“Yo también te amo, Omar.  No sabes lo feliz que me haces.  Cómo me has ayudado a olvidar todo lo horrible de mi vida…”

Sam volvió a sorprenderlo con otro beso; esta vez con uno que fue haciéndose más intenso con cada segundo que pasaba.  Sus manos, inconscientemente, uniéndose detrás del cuello de Omar, mientras que este la tomaba de la cintura y la acercaba imposiblemente a su cuerpo. 

Entre besos y caricias, Omar fue acostándola en el sofá, deteniéndose un momento al mirarla a los ojos. 

“Te amo Omar, y quiero ser tuya por completo” fueron las palabras de Sam al notar la manera en que este la miraba, como si estuviese pidiendo permiso para seguir; tomando en consideración el daño que Esteban le había hecho.

“Estás segura?” preguntó él.

“Jamás lo había estado…No tengo ninguna duda de que tú eres el indicado y a quien amaré siempre…” terminó de decir ella mientras retomaba el beso que habían detenido.

Entre besos y caricias, ambos se entregaron por completo.  Samantha se sintió amada y mujer por primera vez.  Echó a un lado las traumáticas imágenes de lo que Esteban le hacía, y disfrutó cada segundo su primera vez. 

Era algo que ella no podía explicar, había llegado al cielo en los brazos de Omar. 

“Eso fue increíble!” comentó este acomodándola entre sus brazos una vez ambos llegaron a su clímax.

“Jamás me imaginé que pudiese vivir tantas sensaciones a la misma vez” dijo Sam acomodando la cabeza en el pecho de su novio.

“Gracias por hacerme sentir tan especial, gracias por hacer de esta experiencia inolvidable… “ una vez terminó de hablar, no pudo evitar que lágrimas salieran de sus ojos.

“Por qué lloras?” cuestionó Omar mientras le limpiaba las lágrimas.

“Porque jamás pensé que llegaría a sentirme tan feliz.  Aun me duele que tengamos que permanecer encerrados aquí, haberte quitado tu libertad…”

“No me has quitado nada, mi vida.  Yo decidí quedarme aquí contigo.  Solo usé a Esteban como excusa.  A caso crees que le tengo miedo?”

“No sé, mi amor.  Tengo miedo a sus malas intenciones, a lo que puede llegar a hacer.”

Contra Viento y MareaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora