Capítulo O2 [2/2]

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Su lengua hace círculos que me hacen llenar de placer. Escuchamos la puerta ser forzada y rápidamente nos separamos, bajo del lavamanos y me subo la braga, seguida de la falda.

    — Tienen suerte que yo los haya descubierto, por qué si hubiese sido otro, no duda en decirle al director.

La voz de Bella hace que mi sistema se tranquilice.

    — Tienen pinta de que acaban de follar.

La miro con reproche.

    — Él es el culpable.

    — Lo disfrutaste —dice, besando mi mejilla.

Ruedo los ojos.

    — Tienes que venir conmigo, Jeller. La profesora de geografía cree que estas en la enfermería y yo estoy yendo por ti.

Asiento y beso de manera casta a Kyle antes de salir del baño.

    — Tienen que ser mas cuidadosos —me reprende—, si los descubren sería tu fin. Y el de tu padre —dice, y algo me agarrota el estómago. Me estoy hartando de la situación. Me estoy hartando de tantas mentiras. Siento que no puedo más. Pero debo intentarlo. Por mi padre y todo lo que ha perdido en la vida.

    — Lo sé, no sucederá otra vez —digo, consciente de las consecuencias que habría. Cuando estamos frente al salón yo entro primero, pero no todo es tan sencillo.

    — Señorita Bishop, ¿puedo saber por qué viene a esta hora?

    — Me sentí mal y fui a que la enfermera me diera algo.

Ella me estudia y mueve si cabeza antes de asentir. Ocupo un puesto junto a mi amiga antes de que la profesora pase recogiendo los trabajos.

Me salve por los pelos.

[ * * * ]

Kyle: ¿Tienes planes?

No, ¿por qué?

Kyle: Pensé que podríamos correr.

Está bien. Pediré permiso.

Kyle: Te quiero *corazón*.

También te quiero. *Corazón*.

Dejo mi celular a un lado, antes de bajar de mi cama y salir por la puerta de mi habitación. Bajo las escaleras y camino a la sala de estar. Me siento junto a mi padre que mira un partido de béisbol.

    — Papá —le llamo.

Fija su atención en mi.

    — Un amigo me invito al cine, ¿Puedo ir?

    — ¿Qué chico?

    — Oh, es del instituto. Le ayude con tutorías —miento, pero eso él no lo sabe—. Es como una especie de agradecimiento.

    — ¿Es tu novio?

    — Si fuera mi novio ya te hubiera venido a pedir permiso.

Ríe. Me encanta su risa. Es melódica y un poco rasgada.

    — En tus tiempos eso es imposible.

    — No tanto —le guiño un ojo y beso su mejilla antes de salir corriendo a las escaleras.

Not A Good GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora