Capítulo 07.

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Releo la línea pero nuevamente no retengo nada, no puedo detenerme de culpar a Kyle por eso. El dolor ha disminuido, claro que lo ha hecho, pero a veces de la nada me encuentro pensando en él. Y cuando no estoy pensando en él, pienso en Ashton, el estúpido de Ashton que me vio, vio a mi otra yo.

Instantáneamente me encuentro con mi rostro pegado a la ventana, pero por el frío de fuera el vaho la tiene empañada. Camino hasta el balcón y abro las puertas, camino al borde y me asomo, pero solo logro ver una luz encendida y las cortinas a medio cerrar. Cuando decido inclinarme para ver mejor escucho la puerta de mi habitación abrirse.

    — ¿Jeller?

Rápidamente salgo del balcón y entro a la habitación.

    — Hola papá.

    — ¿Qué hacías?

    — Tomando aire —señalo los libros que están sobre mi cama.

Asiente y sonríe.

    — Te vengo a preguntar si mañana quieres salir.

    — ¿Con quién? —pregunto, recordando la ultima vez que lo dijo. Ahora, de vez en cuando, cuando vengo del colegio, lo encuentro en la sala viendo televisión con Alessandra, o incluso no lo veo porque está en casa de ésta.

Me gusta ver a papá feliz, sus ojos siempre están brillantes, de vez en cuando lo encuentro tatareando una canción mientras dibuja sus planos. También la vena celosa que me caracteriza palpita mucho, estoy tratando de aceptar que papá tiene una pareja y es feliz.

    — Con Alessandra y Ashton.

    — El niño molesto —no puedo detenerme de decir, cubro mi boca por mi impertinencia, estoy frente a papá y lo he dejado salir. Contra todo pronostico escucho la risa de papá, y sonrío inconscientemente.

    — Sí, él. Iremos a una feria de autos.

Eso inmediatamente hace que quiera saltar de mucha emoción, e ignorando momentáneamente el hecho de que Ashton y su mamá también irán asiento.

    — Bien, cariño, nos vamos mañana a las nueve. Buenas noches, descansa —besa mi cien y sale de mi habitación cerrando la puerta tras de él.

Miro el reloj de mi mesa de noche y veo que son las once ya. Junto al reloj veo las llaves de mi moto y siento un escalofrío recorrerme, hace dos semanas no voy a las carreras, desde el momento en el que Ashton me vio.

Todo ese estrés está acumulado en mi sistema, necesito liberarlo pronto.

* * *

Me aplico el corrector de ojeras, lo difumino para luego aplicarme la base líquida, rizo mis pestañas hasta hacer que resalten mis ojos, me pongo polvo compacto y pinto mis labios de un suave rosa, consiguiendo que el maquillaje se vea natural.

Me levanto de mi cómoda y camino hasta mi gran armario, lleno de prendas de colores vivos cuando yo por mi parte prefiero colores oscuros y neutros. Busco entre mis camisetas hasta que doy con una negra, frunzo el ceño, estoy segura que no es mía. Es muy grande. Entonces, mis neuronas trabajan y lo sé, sé de quién es. Solo por perder tiempo me la pongo y compruebo que me queda a medio muslo, como un vestido. Decido que no se ve mal. Así que me coloco un pequeño short debajo y me calzo unas deportivas celestes.

Tomo un bolso color crema de marca e introduzco mi cartera, lentes de sol, cepillo de dientes, fragancia y un abrigo de mezclilla.

Justo cuando estoy terminando de alistarme escucho el grito de papá llamándome. Rebusco entre las joyas que tengo hasta dar con un collar que hace mucho no uso, es un relicario de oro, mamá me lo obsequió, como no quiero ponerme sentimental no lo abro, solo me lo coloco y dejo que caiga bajo mis pechos.

Not A Good GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora