CAPITULO 24: ESTAS MUERTO SMITH

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Una guerra se desatará entre seres de la misma especie y es lo más gratificante que veré durante mis quinientos quince años de vida. Ver como se destruyen a otros sin que yo tenga algo que ver con aquel conflicto, provoca en mi diversión y alegría al ver como se traicionan unos a otros sin haberlo planeado.

Pero, ¿Qué pasaría si entre hermanos hay traición? ¿Qué pasaría si en esa gratificante guerra se llevan lo más preciado para mí? Eso lo veremos muy pronto...

Mientras estuvimos sentados en el famoso parlamento, aquellas bestias decidían sobre los asuntos tanto internos como externos de su organización. De vez en cuando Anthony me miraba con una sonrisa picara o algún giño en el ojo incitándome a ir a él y darle un pequeño beso en frente se su reino.

Mi hijo se levanto de su lugar y acercándose a mi me pregunto:

-¿Hay escuela para vampiros?-, su pregunta me hizo dudar, pero con una sonrisa en mi rostro le respondí:

-Por supuesto, todos los vampiros de las clases más altas e influyentes de este mundo y de otros asisten, hacen un examen y dependiendo de lo que la bola de cristal diga, se les asignara su profesión o su destino-.

-¿Por qué nunca me enteré de que había una escuela para vampiros?-.

-No quería que te ilusionaras ni que mucho menos me estuvieras acosando de que te convirtiera para que te enseñen o te entrenen allí-.

-¿Qué pasará contigo después del eclipse?-.

-No lo sé Steven, lo único que puedo asegurarte es que en esa batalla no creo que pueda sobrevivir-.

-¿Por qué lo dices má? ¿Acaso quieres morir? ¿Me vas a dejar solo?-, dijo asustado, en sus ojos se le veía miedo al perderme, pero, tenía que decirle la verdad antes de que aquel se enterara por otra boca que no fuese la mía.

-Tengo que morir Steven y respondiendo a tu pregunta de que si te quedarás solo, eso nunca va a suceder ya que tienes un reino, súbditos y tendrá a tu padre del cual estoy segura que nunca te dejará solo-, el iba a decir algo pero el Jefe de Gobierno nos interrumpió diciendo:

-Es hora de que nuestro príncipe se presente ante nosotros-, mi hijo me miro con miedo, pero dándole una palmada en su espalda y una sonrisa alentadora de mi parte, aquel se levanto de su sitio y ubicándose en medio del tribunal aquel dijo:

-Buenas tardes señores parlamentarios, soy Steven Rosweld y...-, se quedo callado por algunos segundos por los nervios que aquel tenía, así que Anthony levantándose de su lugar continuo por el diciendo:

-Es mi hijo y su futuro rey-, aquellos se levantaron al mismo tiempo y comenzaron a aplaudir frenéticamente con alegría y orgullo. Uno de ellos con euforia dijo:

-Es cierto, aquel muchacho tiene la sangre real y su olor y aura representa poder y control, es netamente licano y no hay necesidad de excluir a nuestro futuro rey-, todos continuaron con sus aplausos por un par de minutos y al sentarse nuevamente en sus lugares el Jefe de Gobierno dijo:

-Que muestre su forma lobuna y comprobaremos cuan alto es su poder-, mi hijo miró con miedo a su padre, pero este, con una gran sonrisa asintió y dio su aprobación para que lo hiciese. Steven, a medida que pasaban los segundos, se iba transformando en un gran lobo de tres y medio metros de altura con un pelaje tan rojo y vivo como el fuego.

Los presentes viendo a su príncipe de semejante proporción, aplaudieron nuevamente eufóricos al notar que el heredero al trono de su mundo, era una combinación de poder y obediencia en una sola. Un sirviente, entro a la sala asustado y dirigiéndose a su rey dijo:

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