CAPÍTULO 29: PROFECÍA FINAL

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Lunes en la mañana, el cielo estaba oscuro y mis armas estaban acomodadas en su lugar. Todos y cada uno de los pocos sentimientos que habían surgido en mi desde el nacimiento de mi pequeño desaparecieron de la faz de la tierra. Mi juramento de no cazar humanos se acabó desde del día en que decidí beber la sangre de una familia por venganza.

Cada día que pasaba, el tiempo se acababa más y más y el miedo en los ojos de Anthony se reflejaba con mayor notoriedad. Los lobos declararon la guerra a mi querida progenitora mientras mi familia trataba de convencerme de no hacer alguna estupidez que arriesgara mi propia existencia.

Solo quería encontrar a la bruja, a aquella mujer que siempre ha sido mi vidente durante toda mi existencia y aquella que me ha servido para cometer alguno que otro crimen. Gordon, con su exhaustivo entrenamiento había decidido acompañarme a Singapur para buscarla y exigir respuestas.

Tomé nuevamente mi collar y este brillaba más y más cuando lo hacía. El pasaporte y las tarjetas débito estaban en su lugar, mis ojos rojos fueron cubiertos por lentes de contacto de color negro y las llaves de mi auto estaban en su lugar. Sin previo aviso salí de mi habitación y salí de mi hogar sin que nadie se diera cuenta. Envíe un mensaje a Gordon para esperarlo en el aeropuerto privado con armas y algunas municiones por si las necesitamos. El camino se hizo corto gracias a la velocidad con la que conduje por las mojadas calles de Londres.

Sin imaginarlo llegué al aeropuerto, encontrándome con Gordon y con ¿Anthony?

-¿Qué haces aquí?-, pregunté molesta-, se supone que te debías quedar aquí... con tu manada.

-Pensé que me ibas a saludar, pero no... te veo después de dos meses con esa actitud...

-Ya cállense-, dijo fastidiado Gordon-, no quiero que los dos follen o que peleen en todo el camino. No tengo paciencia suficiente como para escucharlos-, decidimos callar y subirnos al avión antes de que el uno acabara con el otro. Los funcionarios de inmigración hicieron los procedimientos adecuados para nuestra salida y la hora de partida fue a las diez de la mañana.

He de admitir que las primeras horas fueron aburridas; ninguno se dirigía la palabra y nos limitábamos a leer un libro o a mirar a la nada. Como siempre, Gordon con un libro en sus manos y una taza de sangre en la mesa inició la conversación diciendo:

-Encontré a la bruja hace un mes...

-¿Y por qué no me dijiste?-, pregunté con el ceño fruncido.

-Porque quería que terminaras de ahogar tu pena Black, ahora que estás dispuesta a salir de las cuatro paredes de la habitación de tu hijo vamos a volver a la realidad-, y me pasó el libro en la página que estaba leyendo-, lo que ves es el hechizo para usar la piedra maldita del mar.

-¿Entonces para que vamos a donde la bruja si ya tenemos la solución?

-Necesitamos saber qué pasará si activamos la perla maldita del mar.

-Pedimos el deseo y si es regresar en el tiempo solo nuestra vida se afectará, la del mundo no.

-Eso lo sé... pero recuerda que tu don está ligado a la perla...

-Tú muy bien sabes que hasta que pase el Cometa Negro no puedo separar mi collar de la perla.

-¿Qué deseo pedirás Annie?-, preguntó de repente Anthony-, ¿Ya lo pensaste?

-No... no lo he pensado-, mentí-, sólo quiero ir a visitar a la bruja y pedir algo-, como derrotar a la bruja de mi madre es una opción muy fuerte. El resto del camino la pasamos mirando a la ventana.

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