CAPITULO 21: TRATO HECHO

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Pronto cosecharás todo lo que cultivaste

No sabía en donde me encontraba realmente ni mucho menos sabía que había ocurrido después de que me mordiese Anthony, todo estaba oscuro y no había señal de vida alguna, ni un ruido o sombra se aparecía por delante de mí y la valentía que había tenido hace un momento se fue por el caño en ese mismo momento.

Trate de hablar pero algo o alguien me lo impedía, camine y camine y todo estaba negro y desolado como si hubiese desaparecido el mundo que alguna vez conocí, pero, a mi alrededor se formo mi antigua casa (Londres 1529) y mis padres sentados en el comedor donde cenábamos todas las noches.

Me trate de acercar un poco y oh sorpresa que ellos ni se inmutaron de mi presencia, me senté al lado izquierdo de papá (donde yo acostumbraba a sentarme y hablar con él de cosas triviales) y este con sus ojos dorados me miro a mi y después de mi madre y dijo:

-Es hora de que le digamos la verdad a nuestra princesa ¿No lo crees Elisabeth?-, mi madre tomo su copa dorada y bebiendo de esta dijo:

-Es mejor mantener el secreto, ella no puede saber que somos y porque nos pasó eso-, mi padre la tomo de su delicada mano izquierda, le dio un casto beso en ella y dijo:

-Elisabeth se que quieres proteger a nuestra Annie, pero nunca te has preguntado ¿Por qué nos atacaron a nosotros y a ella no?-, mi madre lo miro nerviosa y le respondió:

-Porque de pronto tuvieron compasión ¿No?-, mi padre negó y le dijo:

-Yo creo que ella no es nuestra hija-, mi madre retiro su mano del toque de mi padre y con el ceño fruncido le respondió:

-¿Cómo puedes decir eso? ¿Por qué dudas de la existencia de nuestra hija?-.

-Por el simple hecho de que nuestra hija es tan bella que...da miedo mirarla-, ¿Mi padre me temía aún siendo humana? No sé como responder esa pregunta, si hasta más no recuerdo yo tenía un parecido a mi madre o eso me dijo la persona que me dio a luz.

-¿Da miedo mirarla? Estas diciendo estupideces Mathew, ella es una niña muy especial ya que sobrevivió a un ataque vampiro y ha estado con nosotros sin sospechar o juzgar nuestro comportamiento-.

-¿Acaso no te has dado cuenta cuando se mira al espejo Eli?-, ¿Cuándo me miraba al espejo? ¿Mi padre sabía algo más de mi que yo no supiese?.

-¿Y según tu ella como esta frente a un espejo?-.

-Su piel es más blanca que la de nosotros dos juntos, sus ojos cambian de azul a grises en un abrir y cerrar de ojos, su mirada es mucho más tenebrosa que la de los cazadores y ni hablar de su aura morada que la rodea-, mi madre lo miro sorprendida e igualmente yo repetí ese gesto, pero, antes de que ella refutase lo acusado por mi padre la misma mujer de hace unos meses cuando me mordió Drake apareció y me dijo:

-¿Ves que no era tan difícil perdonar a tu alma gemela?-, me levante de mi silla y el lugar de la conversación junto con mis padres había desaparecido y con ello apareció la misma carpa en donde a mi me leyó la mano la madre de Mickeyla, la rubia me hizo sentar en un cojín que estaba por ahí tirado y al estar acomodadas ella me dijo:

-¿Se te comieron los ratones Annie?-.

-No-, rápidamente conteste, -pero me sorprende que alguna vez mis padres tuvieron esas conversaciones a espaldas mías y que dudasen de que yo era su verdadera hija-, aquella me dedico una sonrisa maternal y me dijo:

-Aunque ellos sospechasen, Mathew y Elisabeth siempre te amaron como si fueses su hermosa y única princesa-.

-Pero aún así es duro enterarte de que tus verdaderos padres te regalaron a la primera familia que encontraron por el simple hecho de que naciste diferente a ellos-, le respondí con algo de melancolía en mi voz.

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