5. Un mal día.

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Después del partido de basketball que por si ganamos, volví a casa y me encontré a papá y a Rose hablando en la sala.

—¡Charlie! —exclamó papá.

—Hola —dije normal ¿Qué sucedió? ¿Por qué estaban tan felices?.

—Rose me dijo que hoy estuvieron juntas, y que le dijiste que querías salir la próxima semana con ella —mencionó mientras Rose sonreía como tonta.

—¡¿QUE?! —preguntó gritando—. Yo nunca...— no acabé la frase porque recordé cuando no la escuché y sólo asentí sin saber lo que dijo, MI. ER. DA.

Luego de eso subí las escaleras hasta mi habitación y me encontré con Nath en el pasillo.

—¿Qué tal tu día Charlotte? —preguntó apoyándose en la pared.

—CHARLIE, dilo conmigo CHAAAAAARLIE —dije alargando las letras.

—Me gusta Charlotte —dijo Nath con una sonrisa divertida

—Cállate —dije al final entrando a mi habitación.

Tiré mi mochila a no sé donde y me tiré a mi cama pensando en el porque Rafa me odiaba, yo nunca le hice nada, bueno en realidad ni siquiera nos conocíamos y no puedo creer que...

Oh mierda me quede dormida de nuevo, Claudia me despertó como el día de ayer.

—Despierte, se le va a hacer tarde otra vez —dijo sacudiéndome con sus manos sobre mis hombros.

—Dios Claudia ¿Qué sucede? —pregunté media dormida

—Vamos Charlotte es hora de que te levantes —pidió.

—Sólo soy Charlie y me levantaré si usted hace el almuerzo esta tarde —propuse sonriendo.

—Pero si Rose hará la comida —dijo riendo.

—Pero ella no sabe hacerlo —dije sentándome—. Es más es la peor en este mundo cocinando, mi hermano que en su vida a puesto un pie en la cocina sabe cocinar mejor que ella —Claudia rió y asintió.

—Lo haré pero ya levantate —pidió riendo.

—Bien, lo haré —acepté sin levantarme aún.

—Ahora —dijo y salió de mi habitación.

Me levanté y me di un baño, me puse lo que usualmente se ponerme y terminé.

Bajé las escaleras y esta vez cogí dos panes de la dichosa panadería "El Pan Mágico, nuestro pan te llevará a las nubes" —y es cierto—.

Corrí hacia el auto y di un salto me subí y empezamos nuestro camino hacia la preparatoria.

Empecé a comer como siempre pero dejé de hacerlo porque Amanda me interrumpió.

—¿Qué nunca dejas de comer? —preguntó mirándome con cara de asco.

—Ese no es tu problema —le respondí molesta, nadie podía hacer que deje de comer eso era un pecado.

—Oh dios aquí van de nuevo —dijo Nath mirando hacia arriba.

—Deberías dejar de meterte en mi vida —dije molesta.

—Yo hago lo que se me pegué en gana —respondió aún más molesta.

—¡¿Qué problema tienes conmigo!? —grité.

—¡Mi problema es que llegaste! —gritó pero se quedó callada, luego respiró y dijo—: mi problema es que tú debes vivir en mi casa y debo fingir que te quiero como hermana cuando no es así —Nath nos llevaba ese día y no papá gracias a dios.

I'm not a princess.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora