I'm not a princess.

38.Estaré para ti

NARRA CHARLIE

Estábamos en el aeropuerto de la ciudad, abracé a James por última vez y luego de que Lu y Blake se separaran la abracé a ella.

Solo Blake y yo habíamos venido por qué era día de clases y los demás no podían venir porque tenían exámenes.

Blake logró sacar permiso y yo bueno, yo obviamente tenía que venir.

Lu y James se alejaron, me acerqué a Blake quien tenía la vista fija en ellos, me apoyé en el hombro de Blake y se me escapó una lágrima y la limpié rápidamente.

—Volverán— dije más para mí que para Blake.

—Eso espero— dijo.

Blake se ofreció a llevarme y yo acepté cuando llegué a mi casa nos despedimos, al fin y al cabo por la noche iríamos a casa de Ally.

(...)

NARRA ALLY

—¡Maldita sea! No te robes mi dinero Rafael Marío— grité desesperada.

—En primer lugar es Mario no Marío— me corrigió Rafa y eso es lo que odio. —y en segunda, no te estoy robando, tú tienes que pagarme— enfatizó el "tú"

—Espera, primero salgo de la cárcel y te pago— le sonreí, sabía que se iba a olvidar luego.

—¡No le creas! Ella me dijo lo mismo— dijo Dan, maldito, lo odio.

—Págame ahora Allyson— dijo Rafa enojado.

—Jódanse ya no quiero jugar— dije y tiré el tablero de monopolio al suelo, malditos.

En ese instante Blake llegó, se escuchó un portazo y abrió de golpe la puerta que por cierto estaba sin seguro.

Ya veo porqué los ladrones entran.

El caminó hacia nosotros y se tambaleó un poco, ni siquiera nos saludó.

—Hola— dije moviendo la mano frente a su cara.

—¿qué quieres Allyson?— respondió el de mal humor.

—y ahora que mosco te picó— dijo Rafa con una media sonrisa, el no nos respondió, sabía que él iba a estar triste ya que Lu volvió a Florida, pero Blake no estaba triste, estaba hecho mierda.

—¿Qué pasa Blake?— dijo Dan poniendo una mano enel hombro de Blake.

—No me toques, mierda— dijo Blake quitando la mano de Dan, bruscamente, de su hombro.

—¡BLAKE!— dije ya molesta.

—Sé lo que pasó, okey, pero no te pegues con nosotros.— dijo Rafa.

—¿Qué no me pegue con ustedes?— dijo alzando la voz para luego soltar una risa sarcástica.— Lu se fue al otro puto extremo del océano, se fue si, y ustedes tienen al maldito amor de su vida frente a sus narices y no hacen nada al respecto.

Ninguno de nosotros le dijimos a Blake que se tranquilice ni que se calle, porque sabíamos que el idiota tenía razón.

—¡Ya déjense de mierdas y sean sinceros por una puta vez en la vida! Ya estoy harto de sus pendejas, dense cuanta que las personas no son para siempre y que se van a largar y se quedarán solos por pendejos!— gritó otra vez