Narra Alonso
Estamos Ariana,Carssie y yo llegando a mi casa para poder enseñarles donde van a pasar una gran parte de su tiempo.Entramos a la casa y cojo las llaves,bajamos la escalera de madera cubierta de suciedad por no haberse utilizado en años y abro la puerta.
Aún recuerdo todo lo que hay ahí dentro;una gran mesa con siete sillas donde se sentaban los alumnos de mi padre,Sophie,Joe,Allyson y Robb siempre dejando libres tres sillas.Una mesa un poco más pequeña que utilizaba mi padre.Una estantería que ocupa una pared entera donde aún siguen perfectamente apilados los libros que se empleaban para dar clase.Una pizarra que casi núnca se usaba.Las ventanas que dan al patio trasero de la casa.Y las libretas de los alumnos esparcidas por el suelo con algunas hojas sueltas como si la última vez que estubieron aquí,tuviesen que haber salido corriendo.
-¿Aquí es donde tu padre daba clase?-me pregunta Carssie asombrada.
-Si...pero esto está muy cambiado.Hay que renovar algunas cosas y...-pero no me dejó terminar.
-¡Ésto es la ostia!-dice tocando con delicadeza el sitio donde se sentaba Allyson.
-Es impresionante.Tranquilo, nosotras te ayudaremos a darle una mano de pintura a las paredes,a cambiar los muebles y a limpiar.-dice Ariana sentándose en la silla que antes era de Robb.
-No.-dice Carssie inmediatamente.-Es mejor no cambiar los muebles.Ellos llevan aquí muchísimo tiempo siendo testigos de lo que aquí pasaba y va a seguir pasando.Yo creo que si los limpiamos un poco y los varnizamos, pueden aguantar perfectamente.
-Tienes razón,hagamos eso.-le contesta Ariana.
-Pues manos a la obra.Tenemos que comprar muchas cosas.-les digo mientras hago una señal para que salgan de la habitación para poder cerrar la puerta.
Entramos en el supermercado y ellas se van corriendo a la sección donde están las televisiones y las cosas electrónicas.
Yo,mientras tanto,compro tres botes grandes de pintura azul oscura,roja y verde clara.
Espero a las chicas en la salida y cuando las veo,llevan cada una tres bolsas.
-¿Que llevais ahí?-les pregunto asustado.
-Cosas necesarias.-me contesta Ariana.
Llegamos a mi casa después de quince mitutos.Volvemos a la habitación y ellas me enseñan lo que compraron.
Ariana compró un ordenador portátil, cuatro relojes bastante raros y dos tablets.Carssie compró una pantalla tactil (encerado electrónico),dos tablets y cuatro pinganillos.
Colocamos el encerado táctil.Nos repartimos las tablets,instalamos el portátil y nos probamos los relojes y los pinganillos.
-Hay una tablet y un pinganillo desobra.-les digo.
-No es exáctamente de sobra...Es que pensamos que podría haber un miembro más...-me contesta Carssie mirando el suelo.
-No me lo puedo creer.Ya os he dicho mil y una veces que no va a ceder.Es muy malo de convencer.No os hagais ilusiones.-les digo seguro de lo que digo.
-Yo creo que alguien lo puede convencer.Pero eso si,con paciencia.-dice Ariana.
-No creo que haya ser vivo capáz de hacer cambiar de opinión al simio.-dice Carssie con bastante razón.
-O tal vez sí.-dice Ariana mirándola.
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Siguiendo sus reglas
Ciencia FicciónQuisiera poner un final a la historia de mi vida.Quisiera poder parar lo que me está ocurriendo.Pero no,yo no soy normal.Simplemente soy una extraña. Quieres saber un secreto? No soy como tú.