Vi como Jesús se separaba rápidamente de Miriam.
Jesus; Alba esto no es lo que....pero que estoy diciendo? Yo a ti no te tengo que dar explicaciones de nada ya
Alba; Que...que? -dije extrañada y con las lágrimas recorriendo mis megillas-
Jesus: Lo que oyes, no tengo que darte explicaciones de nada, lo tenias todo planeado, corre, ve con el, no se ni como e podido estar enamorado de ti, no se como e podido besar tus labios, no sabes lo que me arrepiento de haberlo hecho
Alba: Jesus...que estas diciendo? -dije con el único hilo de voz que me quedaba-
Jesus; No te a quedado claro ya? Que no quiero seguir contigo, que cortamos, que se acabó, que no te amo y que no me duele lo que hagas o dejes de hacer, como si te vuelves a liar con mi hermano, me da igual, te creías que sólo tu sabias jugar a ese juego, al juego de utilizarme, al juego de tratarme como a un muñeco de trapo, pero no, me e adelantado, e sido mas listo y el que te a utilizado e sido yo, adiós Alba.
No podía creerme esas palabras de Jesus.
De el no.
Lloraba.
Lloraba mas que nunca.
Hasta el punto de que poco a poco el aire entraba con mas dificultad por mis pulmones.
Note como unos brazos me abrazaban desde atrás rodeando mi cintura.
Eran de Dani.
Dani: Tranquilizate pequeña, yo estoy aquí -susurro-
Alba: -mire a Miriam- Tu ! No vuelvas a dirijirme la puta palabra! Habrás ganado a un tío pero has perdido a una amiga, has pedrido a tu mejor amiga.
Me solté de los brazos de Dani con delicadeza y fui hacia mi casa llorando.
*Narra Jesus*
Todas esas palabras que había dicho anteriormente eran mentira.
Jamas la he utilizado.
Jamas me arrepentiré de haberla amado, de haberla besado.
Pero tenia que hacerla creer que no la amaba.
Que no me dolía lo mas mínimo lo que había hecho.
Y aun que por fuera pareciera el mas fuerte, mis ganas de llorar no eran normales.
La amaba.
Mas que a mi vida.
Pero no voy a permitir que me hagan daño.
No voy a dejar que me hagan daño.
Observe como se iba.
Mis lágrimas empezaron a recorrer mis mejillas por fin.
No aguantaba mas.
*Narra Dani*
Mire a Miriam y nos giñamos el ojo.
Dani: Jesus, no se como has podido hacerla eso
Jesus; Tu mejor callate...no me vuelvas a dirijir la palabra nunca, me has entendido?
Dani: Tranquilo, no hay problema.
Y fui detrás de ella.