Capitulo 51:

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Cerramos la puerta y nos miramos a los ojos al tiempo que Jesús se acercaba lentamente a mi.

Este me beso, lenta pero intensamente.

Me cogió como un koala y se sentó en la cama conmigo encima.

Seguimos besándonos y este paso a besarme el cuello con delicadeza.

Yo cerre los ojos.

Las manos de Jesús empezaron a meterse por debajo de mi camisa.

Sus manos acariciaban lenta y delicadamente la espalda mientras un rastro de besos recorría mi cuello.

Tras unos minutos así, Jesús sacó sus manos de mi camisa, y se quito la suya, sin dejar de besarme.

Volvió a meter sus manos por mi camisa y me la quito poco a poco.

Sus manos acabaron en el botón que abrochaba mi pantalón.

Lo desabrochó, a lo que yo desabroche el suyo.

La ropa caía poco a poco.

Nos tumbamos, quedando yo debajo de el.

Me cogió las manos y entrelazamos los dedos.

Y así, de un momento a otro, el entro en mi lentamente.

A lo que yo, cerré los ojos de golpe y le apreté las manos con fuerza.

{A la mañana siguiente}

Mis ojos se abrían con dificultad por la luz del sol que entraba por la ventana.

Mire a Jesús, ya que mi cabeza estaba apoyada en su pecho, y sonreí.

Levante la manta, vi nuestros cuerpos desnudos, y suspire.

" Bueno...por lo menos lo has hecho con la persona a la que amas" ; Pensé.

Jesús empezó a moverse, y poco a poco sus ojos se iban abriendo.

Jesús: Buenos días princesa -dijo con voz de dormido-

Alba; Buenos días mi niño -sonreí-

Jesús: Que tal has dormido?

Alba; Genial peque y tu?

Jesus: Perfecto mi niña

Me limite a sonreír y acurrucar mi cabeza entre su pecho

Jesús: Alba...

Alba; Dime bebe

Jesús: Anoche...te dolió?

Alba: No cielo, tranquilo

Se podía notar como Jesús sonreía.

Jesús: Eres consciente de que ya eres mía, oficialmente, verdad?

Alba: Soy consciente mi niño, soy consciente

Ambos sonreímos y nos miramos.

Este me beso a lo que yo le seguí el beso.

Jesús: Venga peque, vamos a vestirnos

Nos levantamos de la cama y nos pusimos la ropa.

Bajamos al salón, nos preparamos el desayuno y comenzamos a comer.

{ 1 mes después }

Todo estaba mejor que nunca.

Dani y Miriam parecían estar muy felices.

Yo y Jesus y yo éramos inseparables por fin.

Todo era perfecto, por ahora.






Mi casualidad mas bonita (Gemeliers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora