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El agua le cubre ahora hasta mitad de los muslos, y a cada paso que el muchacho tras ella avanza, el mar moja un centímetro más de sus pantalones. El cuerpo de Tamara tiembla, Howon entonces se detiene.

- Tranquila, eh... Mira, ya está. No voy a caminar más. -Dice mientras recoge un poco de aquel líquido con una mano-. ¿Ves? Estás dentro y no pasa nada...

La mujer, a pesar de sus palabras, gimotea dando pasos atrás, tratando de empujar el cuerpo de Hoya hacia la arena. Este sonríe y aparta el cabello de Tamara de un lado de su cuello para comenzar a besarlo con suavidad y delicadeza.

- Que estoy contigo, de verdad... -Susurra sobre su piel antes de morderla.

Sin embargo todo aquello no hace más que aumentar el nerviosismo y el agobio de ella.

Las lágrimas empiezan a caerle. En el momento en el que él se da cuenta, tira de su muñeca para salir del mar.

- Ya está, ya está. ¿Por qué le tienes tanto miedo? -El chico frunce el ceño cuando la mujer aparta el rostro de la caricia que su mano disponía a hacer.

Tamara no contesta ni a la pregunta ni a la expresión extrañada ante aquella pequeña huida del contacto. Toma asiento en la arena y se seca las mejillas.

- No quería molestarte. -Dice él mientras juega con un mechón del pelo de la muchacha entre sus dedos segundos después de agacharse-. ¿Sabes una cosa?

La pelirroja se sorbe la nariz sin decir palabra, aún con los ojos llorosos mientras evita mirar el mar. El coreano decide entonces no mencionar nada.

Howon se sienta detrás de la chica y la rodea con los brazos antes de sentir otra vez como comienza a sollozar. Quizás no debió haberla forzado a entrar en el agua, sin embargo no era consciente de aquella fobia.

- Lo siento... -Murmura él antes de besar la nuca de ella.

Tamara hace gestos con las manos para restar importancia al asunto una vez vuelve a calmarse y traga saliva antes de sonreír.

- Está bien, no importa. Mi padre... falleció en el mar hace un par de años, por eso me da miedo... -Confiesa al mismo tiempo que trata de secarse los pantalones.

El chico no dice nada por unos segundos. Su boca se abre, pero prefiere no hablar de ese tema y hacer que se olvide de ello.

- Podemos hacer otras cosas, quitemos el mar. -Muestra entonces una sonrisa amable y apoya el mentón en el hombro de ella-. No me queda mucho tiempo aquí.

Tamara gira un poco el rostro para mirarle de reojo, con expresión interrogante. Howon suelta un gimoteo, riendo cuando esconde el rostro en el cuello de ella.

- ¿De verdad tengo que ser explícito contigo? -Pregunta mientras deja besos por su piel y los sube hacia su mandíbula.

- Howon...

El joven alza la mirada a sus ojos, y la chica aprovecha para dejar sus labios a pocos centímetros de él, provocando que muestre una sonrisa algo triunfal.

- Howon... Verás, no se cómo... decirte esto... Pero una gaviota te ha cagado en el pantalón.

Last call. [INFINITE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora