11

283 16 0
                                    

Cuando por fin salió el sol a eso de las 10 de la mañana (hora en la que la mujer de servicio abría todas las cortinas de la casa para que el señor no fuese molestado por ningún rayo de luz) Fue cuando Julian se levantó tranquilamente de su cama para dirigirse a darse una ducha y para luego comenzar su día ocupado.

No sintió a la chica a su lado en toda la noche así que no le sorprendió verla dormida en uno de los muebles de la habitación, estaba tapada con una cobija blanca y aun no traía absolutamente nada. Sin darle mucha importancia a lo que sintiera la chica (Pues era su esposa y para el su obligación era entregársele todas las veces que él quisiera) solo le paso por un lado para meterse al baño a realizar sus cosas.

Luego de estar completamente arreglado y listo para comenzar con su día, salió hacia la cocina para que le sirvieran su desayuno mientras leía su periódico y mientras su chofer preparaba el auto para su salida.

Luego de algunas horas cuando casablancas salió de casa y la chica pudo escuchar los sonidos de su auto alejarse, esta se levantó y camino rápidamente hacia el teléfono.

-Hola?-

-Soy yo.. – Al otro lado de la línea se podía escuchar su llanto y desesperación.

-Anna?. Amiga que sucede porque lloras?- Se alarmo la chica al otro lado.

-Es que.. – Anna ni siquiera podía hablar de lo perturbada que se encontraba, estaba asustada como toda chica que había pasado por esa situación sin siquiera querer.

-Te hiso algo?. Te lastimo Anna?-

-No es eso.. Me siento muy mal – Aun lloraba.

-Pero amiga dime si te lastimo o te hizo algo malo!- grito preocupada su amiga.

-Yo no quería.. - Pauso un segundo. –Pero tenía que pasar porque soy su esposa ahora..-

Luego de un largo minuto de silencio su amiga entendió todo lo que había sucedido.

-Anna.. Fue muy brusco contigo?- Pregunto con voz temblorosa.

-Me despertó a mitad de la noche solo para tener sexo.. –

-Amiga no sé qué decirte, no sabes cuánto me gustaría poder hacer algo e insultar a ese maldito!. A las mujeres no se les trata así y mucho menos a tu esposa!-

-Si dices o haces algo te mataría y a mí también. Lo sabes-

-Lo se Anna. Pero no debes dejarte que ese hombre te haga daño ni te lastime, Recuerda que en el trato que firmaron tus padres el acordó que no te lastimaría ni te haría daño.-

-Lo sé.. Pero él es capaz de muchas cosas, Por eso prefiero simplemente hacer caso a todas sus peticiones.-

-Dios.. – Guardo silencio un momento. – Y al menos puedes salir de esa cárcel de casa en donde te tiene?-

-Puedo salir pero con Guardaespaldas.-

-Quieres venir a tomar un café?-

El padrinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora