23

378 28 12
                                    

Luego de algunas horas aun intentando liderar con "La reina" Totalmente Borracha, La tranquilidad llego al hogar Casablancas. El sol comenzaba a asomarse indicando un nuevo amanecer y Anna estaba totalmente desmayada sobre la estatua ubicada en todo el medio de la piscina.

Cada 5 minutos las mujeres de servicio vigilaban a Anna en caso de que no se cayera de la estatua y pasara algo fatal.

-No puedo creer que el señor Casablancas no respondió el teléfono en toda la noche.- Susurraban las mujeres mientras limpiaban el desastre de la sala.

-Ya sabes cómo es el, Nunca responde el teléfono cuando le llamamos.-

-Lo sé pero es su esposa, ¿qué tal si hubiese sido el pequeño julian?

Mientras todas mantenían sus "Chismes" en silencio. Se escuchó la puerta de la sala abrirse lentamente.

-Hola.- Dijo julian mientras caminaba hacia el sofá para quitarse su abrigo y tirarlo.

-Buenos días señor.- Respondieron todas.

-Iré a despertar al pequeño Julian para ir al Jardín. –Susurro una de ellas y luego se volteo para subir las escaleras.

-Señor Casablancas. – Dijo una de las valientes mientras se acercaba hacia él. –Lo estuvimos llamando toda la madrugada porque hubo un pequeño problema.-

Sin darle mucha importancia a lo que dijo la mujer, este solo bostezo.

-¿Que sucede ahora?. Estoy llegando cansado del trabajo y ustedes ya comienzan a molestarme con sus problemas.

-Señor. Su esposa tuvo un pequeño ataque anoche y para ser sincera, Hiso un desastre.-

-¿Que hiso esa mujer loca ahora?- Suspiro y comenzó a caminar hacia las escaleras. – Iré a buscarla..-

-No. Espere señor por favor.- Dijo la mujer temerosa y todos la observaron con los ojos muy abiertos. – La señora no está arriba...

Julian las siguió a todas, Se le notaba muy irritado porque no había podido llegar a solo dormir como lo hacía normalmente. No se sorprendió cuando vio a su mujer desnuda y dormida sobre una enorme estatua.

-¿Cómo llego allí?- Dijo con una voz tranquila mientras la observaba.

-Nado hasta allí anoche señor.-

-¿Y no intentaron lanzar la Red para que sacarla de allí?- Se cruzó de brazos.

-¿Se refiere a la red para limpiar la piscina señor?- la mujer lo observo sorprendida.

-Sí, exactamente. Digo si no entraba en la red al menos podían darle algunos golpes con ella hasta que despertara.-

-Es que no se despierta con absolutamente nada. Hemos estado llamándola para despertarla pero no funciona señor.-

- No tengo nada de ganas de nadar en este momento.- Se volteo y comenzó a caminar de regreso a dentro de la casa. – Espera a que despierta ella misma. Supongo que cuando la estatua se caliente con el sol lo suficiente como para quemarle ella despertara.-


El padrinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora