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Cuando cayó la noche la chica ya estaba en la mansión esperando por su "Amado" esposo. Eso decía a las mujeres de limpieza (Aunque ellas sabían perfectamente la verdad) Pero lo cierto era que estaba esperándolo más por el miedo de que él se enojada al llegar y no encontrarla que por cualquier otra cosa.

Cuando observo las luces de la camioneta de Julian acercarse hacia la puerta principal para estacionar, La chica se sentó en el sofá más grande para esperar por él. (Hoy era el día en el que intentaría al menos conocerlo un poco más pues desde su boda ninguno de los 2 casi había cruzado palabra).

Cuando el Hombre entro a la casa, Tiro su Chaleco de piel a un lado y se quitó sus lentes oscuros que habitualmente usaba (Según el para aumentar el misterio de su vida). Aunque el sofá de la mansión estaba en todo el frente de la puerta y cualquier persona que entrara por esa puerta hubiese visto a Anna fácilmente (Incluyendo a julian) Este la ignoro solo pasando por un lado mientras buscaba la mesa para dejar sus otras pertenencias.

-Hola..- Dijo con una voz un poco temblorosa. Pues estaba claro que le tenía miedo al tipo luego de lo que le había hecho la noche anterior.

-Que sucede?- dijo sin siquiera observarla .... –Tengo Hambre Donde está mi cena?!- Grito a la mujer de servicio que se encontraba en la cocina.

-Estaba esperándolo para hablar un poco. – Se levantó del sofá y camino hasta la mensa en donde casablancas estaba a un paso de sentarse.

-Necesitas dinero o algo así?- La observo mientras abría la silla para sentarse.

-No es eso..- Lo miro seriamente. –Solo que desde que tuvimos la boda ni siquiera hemos hablado de cómo serán las cosas, Entonces...-

-Cosas? No entiendo a que te refieres, Donde está mi comida demonios ¡?-

-Voy señor!- se escuchó a la mujer de servicio mientras salía de la cocina con el platillo del chico .

La mujer acomodo el platillo y se alejó rápidamente para que el comenzara a comer.

-Señorita Anna desea que le sirva algo?-

-No te preocupes Mari ya comí gracias- Sonrió observándola.

-Ya comiste?- Dijo julian sin apartar la comida de su plato.

-Sí. Como a las 5 fui a la cocina y me hice unos huevos..-

-Y para eso no tengo personal en esta casa?. –

-Es que yo...-

-Si tanto te gusta cocinar puedo despedir a todo el personal para que tú lo hagas todo, ya que te gusta estar de sirvienta por ahí no crees?- Sonrió en forma de burla mientras la observaba.

-Bueno –Pauso y suspiro. –Quiero saber cómo será todo ahora que estamos casados..-

-Y que quieres?. Seguiré con mi vida. No creerás que porque estoy casado contigo dejare de hacer mis cosas No?-

Ella se quedó en silencio unos segundos mientras solo lo observaba, Sentía mucha rabia de que él no la respetara ni siquiera, pero al mismo tiempo sentía miedo de lo que él pudiera hacerle.

-Y que sucede si yo también quiero seguir con mi vida normal a pesar de estar casada con usted?- Lo observo intentando ocultar el miedo.

Julian se levantó de la mesa y se acercó a ella lentamente.

-Eso es imposible- sonrió. –Una vez que te casas con alguien como yo tu no puedes volver a tener una vida normal, ¿Sabes porque verdad?- Se acercó hasta ella y tomo su cara. –Porque si haces algo que a mí no me gusta.. Te mato..-

El padrinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora